¿Qué tiene esta bebida para ser tan popular en los aviones? Hay una respuesta científica…
A bordo de los aviones se bebe zumo de tomate, y mucho: ¡más de 200 000 litros al año! Esto ha hecho que muchas aerolíneas se pregunten el porqué esta bebida gusta tanto a sus pasajeros.
Tras realizar pruebas con voluntarios, comprobaron que el zumo de tomate gusta más a bordo de un avión que en tierra. La explicación sería que la menor presión en la cabina modifica nuestro sentido del gusto, haciendo que el zumo de tomate sea más ácido y refrescante. Esto explicaría también por qué a bordo de un avión los platos suelen parecer más sosos, o los bombones menos dulces.