Te proponemos siete ciudades a lo largo del mundo a las que les sienta especialmente bien la primavera.
Como cada año, vuelve la primavera. Y nunca nos cansamos de admirarla porque es bella en todas partes. No obstante, existen ciertas ciudades a las que, ya sea por su valor paisajístico o cultural, esta estación les sienta especialmente bien. Hemos seleccionado para ti 7 ciudades a lo largo del mundo donde contemplar la primavera puede ser un fin en sí mismo.
Kyoto
Tan bella es la primavera en Japón, que incluso los propios japoneses emplean un vocablo muy específico para designar el acto de contemplar la belleza de las flores: “hanami”. La flor del cerezo, “sakura”, es todo un símbolo del Japón más tradicional e histórico. Por esta razón, una visita a la que tal vez sea la ciudad más histórica de Japón constituye un viaje imprescindible. Además, existe en Japón una tradición muy arraigada de festivales de celebración de la primavera, por lo que esta estación supone toda una oportunidad inmejorable para conocer la belleza natural y cultural del país nipón.
Córdoba
Córdoba es la ciudad que se viste con flores. Y no se trata de una metáfora. En su casco viejo, las fachadas de las casas se engalanan con tiestos de petunias. Es por ello que la primavera es una época especialmente adecuada para visitar esta histórica ciudad andaluza. Los colores brillantes de las flores, que destacan todavía más sobre la blanca pintura de las fachadas, son sólo un anuncio de lo que podemos encontrar en el interior de las casas. Los patios cordobeses son de una belleza célebre y celebrada. Intérnate en ellos si te es posible; cada casa será un descubrimiento.
Bruselas
La capital belga, qué duda cabe, cuenta también con fantásticos jardines pero no será la única faceta de la primavera que podrás admirar reservando unos vuelos baratos a Bruselas. Y es que no puedes perderte el Bosque de Halle, ubicado a las afueras de la ciudad. Conocido también como el Bosque Azul, debe este sobrenombre a los innumerables jacintos que brotan con la primavera. El efecto visual que produce es de fantasía: es como si un interminable manto azul cubriera todo el bosque. Se trata de un entorno natural muy visitado por lo que existen itinerarios para recorrerlo.
Viena
Una ciudad tan escenográfica y esteticista como Viena no podía faltar en esta lista. Sus numerosos jardines, diseñados con especial gusto y atención al detalle, se ofrecen en primavera como uno de los atractivos más espléndidos de la capital austriaca. Pasear por ellos, así como por los parques, supone una experiencia que no te puedes perder. Te recomendamos especialmente dar una vuelta por los jardines del Palacio de Schönbrunn y del Belvedere. Un festival de colores que, como prácticamente todo en Viena, es de una armonía casi musical.
Lisse
Lisse se encuentra entre dos ciudades mucho más conocidas, Amsterdam y La Haya, pero tiene a su favor que alberga el Keukenhof, el parque floral más grande del mundo. Está compuesto por varios pabellones en los que se puede disfrutar de un magnífico repertorio de flores: tulipanes, orquídeas, narcisos, claveles, rosas, lirios y muchas más. De hecho, en sus 32 hectáreas coexisten hasta 7 millones de bulbos florales. No hace falta decir que Keukenhof en primavera constituye uno de los escenarios más exuberantes que puedas visitar. Si quieres saber más, puedes consultar el artículo sobre Keukenhof que publicamos en su día.
Whasington D.C.
Y volvemos indirectamente a Kyoto. ¿Desde Whasington D.C.? Así es. Whasington D.C. celebra cada primavera su Festival Nacional de los Cerezos en Flor. Se trata de una celebración que lleva teniendo lugar desde 1935 para conmemorar el regalo, por parte de Japón, de más de 3.000 cerezos en los años 20 del siglo pasado. Un regalo que tuvo la finalidad de sellar la amistad de ambos países y que hoy constituye toda una declaración de admiración a la primavera y la cultura japonesa. Y no es para menos, puesto que durante el tiempo que dura este festival la cultura japonesa está muy presente: se toma shushi y sake y hay exhibiciones de tradiciones y vestidos japoneses.
Shanghai
Oriente repite en la lista, esta vez con la ciudad china de Shangai. Y es que aquí puedes disfrutar del Jardín de Yuyuan. Este espacio data del siglo XVI cuando un funcionario decidió construirlo imitando el estilo de los jardines imperiales. Caído en el olvido durante mucho tiempo fue revitalizado en el siglo XVIII y tras pasar diferentes avatares durante la etapa maoísta hoy goza del reconocimiento de Monumento Nacional. Consta de dos hectáreas de extensión en la que menudean jardines, lagos y una exuberante arquitectura tradicional china. En los meses de primavera estos jardines alcanzan todo su esplendor de tal forma que pasear por ellos se convierte en todo un viaje al pasado.