Te presentamos 5 consejos para viajar a lugares que nunca han sido explorados.
La Tierra es tan inmensamente gigante como realmente abarcable. Muchos dicen que nos ha tocado nacer en un tiempo donde es muy difícil hacer grandes descubrimientos en la Tierra y no tenemos la tecnología como para hacer una gran exploración del Universo. Eso nos deja en un momento crítico a los viajeros de verdad, a los que los mapas carentes de carretera no nos asustan. Sin embargo, hay posibilidades todavía de poner nuestro pie en terrenos que nunca nadie antes ha pisado. Lugares extremos o montañas perdidas, selvas impenetrables o cuevas desconocidas, desde el Magazine del Viajero te damos 5 consejos para viajar a lugares nunca explorados. Quién sabe si tu viaje a Bolivia te llevará a lo más profundo de su selva norteña, tan poco conocida.
Busca información
Es importante hacerse con toda la información posible antes de salir a explorar. Por supuesto que no habrá mucha literatura de la zona exacta a la que quieres viajar, pero seguro que encontrarás información muy útil de regiones cercanas en la biblioteca, pero también podrás hacerte una idea de cómo es el terreno que te dispones a descubrir. Existen herramientas que nos permiten mirar a través de satélites para ver lugares del mundo que no han sido todavía pisados. Es más, ahora muchos descubrimientos arqueológicos se hacen desde el ordenador, rastreando posibles formaciones hechas por el hombre en lugares inhóspitos a través de Internet. También será de ayuda informarte sobre el clima o la fauna que te puedes encontrar en el lugar que quieres visitar.
Planifica tus suministros
Debes intuir que si vas a entrar en un lugar que nunca ha sido explorado no tendrás a tu alcance la posibilidad de hacerte con comida, medicamentos o cualquier otro bien que pueda ser de utilidad, más allá de lo que pueda regalar la madre naturaleza en ese lugar. Por lo tanto tienes que ser muy minucioso al planificar tus suministros, tienes que tener en cuenta la cantidad de tiempo que vas a estar por allá, cómo vas a transportar esos víveres, cómo deben ser almacenados y cocinados o suministrados. Intenta hacerlo perfecto para que al menos salga bien, esa debe ser la premisa de todo el viaje en general, pero de la planificación de suministros en particular, para pasar las menos penurias posibles. Será una de tus preocupaciones durante el viaje, pero no debe convertirse en el eje central, porque ese núcleo lo debe tener el lugar que estás visitando.
Acompáñate de gente local
Nadie podrá informar mejor sobre tu pueblo que tú mismo y eso es extrapolable a tu viaje por nuevos horizontes. Deberás rodearte de gente autóctona o que conocen el contexto de la mejor manera posible para poder anticipar todo lo que pueda ocurrir, para ayudarte con la supervivencia o para darte los mejores consejos sobre cómo moverte por nuevo terreno. Además, si te apoyas en ellos, seguirás siendo un forastero, pero al menos uno que se preocupa por la población local, que no pasea con altanería sino que escucha con atención y hace caso a los consejos. Si hay gente que ha sobrevivido en la zona durante generaciones es porque lo ha sabido hacer bien, y debes aprender de ellos. En caso de que la zona que quieres descubrir no tenga población cercana alguna, puedes probar a acompañarte con gente que haya estado durante alguna temporada por esas regiones que quieres descubrir.
Ten precaución
La precaución y la alerta son dos de los mejores amigos de cualquier viajero en cualquier situación. No queremos que nos roben los bienes en una gran ciudad en la que no hemos estado, no pretendemos rompernos una pierna por saltar a un río cuyo fondo no era tan profundo. Lo mismo es extrapolable a un viaje a lo desconocido, a eso que los libros no cuentan. Debes de abrir bien los ojos para identificar caminos, para recordar detalles, para percibir posibles peligros. Ten en cuenta lo que hacer con la comida para no atraer a animales peligrosos, estudia el terreno para evitar cualquier tipo de derrumbamiento o caída, entiende el curso de los ríos para no verte sorprendido por una crecida. Por supuesto que un viaje a lo desconocido no es un viaje al peligro, pero para que no tenga riesgo alguno debemos ser muy precavidos y poner el sentido común al frente de nuestras decisiones.
Registra tu viaje
Es importantísimo que vayas escribiendo sobre tu viaje, que saques fotografías y que grabes los instantes porque estás haciendo historias. No son muchos los lugares que no han sido pisados y debes estar orgulloso de ti, pero no te quedes todo para ti mismo. Es importante registrarlo todo para que otras personas que no van a tener la fortuna que sí has tenido tú, puedan ponerse en tu papel. También para que los futuros viajeros tengan referencias para preparar sus aventuras y quien sabe, quizá andando por ahí encuentras algo relevante que deba ser enseñado al mundo y si no lo registras nadie podrá verlo o estudiarlo. Lo que te lleves de vuelta a casa no sólo serán recuerdos, también será conocimiento que puede ser importante para entender mejor el mundo sobre el que caminamos.