No es necesario tener un gran presupuesto para viajar hasta Costa Rica y disfrutar entre el Océano Pacífico y el Mar Caribe de playas y manglares escondidos. Una emocionante aventura para conocer un rincón de centroamérica que enamora por sus paisajes y por su acogedora gente, los ticos.
Los ingredientes claves de unas vacaciones en Costa Rica son el contacto con la naturaleza (el 25% de su tierra es una reserva natural) y la agradable sensación de compartir con lugareños que están encantados de recibir a curiosos extranjeros.
Esta naturaleza mágica de Costa Rica es la gran fuente de riqueza del país, un recurso que ha permitido que este pequeño lugar centroamericano se mantuviera ajeno a guerras y dictaduras gracias a una conciencia cívica, muy diferente a los países vecinos.

Desde ya hace varios años que Costa Rica ha capturado la atención del mundo por ser un destino turístico que ha servido de modelo por su gestión ecológica y ambiental. No existe ningún otro país en el planeta que en un espacio tan pequeño pueda ofrecer una riqueza biológica tan enorme: en sólo 51 mil kilómetros cuadrados, que representa tan sólo el 6% de la biósfera del mundo, se presentan 12 ecosistemas tropicales diferentes, 40 parques naturales, 8 mil especies de plantas y muchos animales en peligro de extinción.
San José, su capital, es una mezcla entre caos y tranquilidad, una ciudad muy concurrida pero rodeada de hermosos volcanes y pueblos de montaña.
A través de la carretera Panamericana (que une a Chile con Alaska) se puede llegar al Parque Nacional Volcán Poás, que alberga el volcán del mismo nombre rodeado de jardines, estanques y vastas plantaciones de café. Después de una larga caminata se puede llegar a la cima del cráter del volcán, una de las mayores y más espectaculares del mundo, y admirar las fumarolas de azufre blancas que se encuentran a su alrededor.

También, muy cerca de la capital, se puede llegar al Volcán Irazú, el más alto de Costa Rica (alrededor de 3.800 metros), rodeado de casas de maderas con jardines de flores donde viven los agricultores. Desde aquí nos dirigimos hacia la costa del Caribe, que mide tan sólo 200 kilómetros de distancia y ofrece hermosos paisajes y rincones. A través de espectaculares senderos se llega al parque natural de La Paz, con sus famosos jardines y cascadas, el cual cuenta además con un patio enorme para las mariposas (una de las más grandes del mundo), el jardín de colibríes, un serpentario y una maravillosa colección de orquídeas.
Volviendo al norte se encuentra el Parque Nacional Braulio Carrillo, a unos 20 km de la capital: es una enorme zona verde, mejor conocida como el parque de la lluvia (que tiene el mayor índice de precipitaciones del país).
En dirección sur podemos encontrar Puerto Limón, una ciudad exótica y habitada por los descendientes de jamaicanos. A cinco minutos en coche desde aquí se puede llegar a las hermosas playas de Cahuita, bañadas por un mar de aguas cristalinas y cubiertas de palmeras, a pocos metros del arenal, en el fondo del mar, se puede ver un arrecife de coral precioso: es el lugar ideal para el buceo y la natación entre las muchas especies de peces tropicales que se esconden.
Por esta zona podemos encontrar Puerto Viejo, otro pueblo precioso y conocido por sus playas, Manzanillo, playa que representa la meca de los surfistas en Costa Rica, y hacia el norte el Parque Nacional Tortuguero, que cuenta con diez diferentes hábitats de vida silvestre, entre ellas, la tortuga verde.
Hacia el interior se encuentra La Fortuna, localidad donde se puede visitar el Volcán Arenal, famoso por sus puentes colgantes donde se divisa toda la flora y fauna en su máximo esplendor.
Estas son algunos parajes para disfrutar de Costa Rica, que como dicen sus mismos habitantes es “Pura Vida”.
¿Te animas a visitarla?
Hemos ido mi pareja y yo en el 2008, al paraiso que se dice de Costa Rica, para nuestra gran sorpresa hemos podido comprobar, que hay en este país un elevadisimo nivel de delincuencia, las casas en San José , son carceles y una vida humana no vale absolutamente nada.No engañen, a la gente.