Asia Central, con todos sus “istanes”, es una región aislada y muy interior. Tal vez por ello sea tan desconocida y pesen varios malentendidos sobre ella. Sin embargo, Asia Central es una de las áreas del mundo más fascinantes. Tierras muy a menudo de nomadismo y de grades idas y venidas de población, albergan varios tesoros culturales. Especialmente gracias al crisol de pueblos que han pasado por sus enclaves. Allí podrás encontrar desde vestigios de su esplendor en la época dorada de la Ruta de la Seda a maravillas de la arquitectura islámica pasando por auténticos mamotretos de la época de la Unión Soviética. En este artículo te proponemos los lugares más interesantes para que puedas ir hincándole el diente a la región.
Samarcanda (Uzbekistán)
Samarcanda es una de las ciudades más bellas de Asia Central. De hecho, atesora un herencia histórica que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Enclave de la Ruta de la Seda, residencia de Tamerlán y hoy capital de Uzbekistán, Samarcanda es auténtico museo al aire libre. Destaca su plaza de Registán con sus diferentes madrazas rematadas por las características cúpulas turquesas. Para los amantes de la Historia, nada mejor que visitar Gur-e-Amir, el mausoleo de Tamerlán, el último gran conquistador estepario.
Tashkent (Uzbekistán)
Aunque no tiene la exuberancia artística de Samarcanda y Bujara, Tashkent es quizá la mejor ciudad de Uzbekistán para apreciar a pie de calle la variada historia de la región. Y es que allí tenemos desde la tradicional arquitectura medieval, con herencias persas, árabes y turcas a edificios de la época soviética. Podrás disfrutar de su parte rabiosamente moderna en la Plaza de la Independencia, mientras que su faceta más histórica te estará esperando en la ciudad vieja sobre todo con edificios como la mezquita de Bibi Khanym y la madraza Kukeldash. Te aconsejamos también, ya que visitas la ciudad vieja, que te des una vuelta por su bazar Chorsu. Un lugar donde comprar productos locales y artesanía como tejidos y alfombras.
Bujará (Uzbekistán)
Seguimos en Uzbekistán, en esta ocasión visitaremos una de las ciudades históricas más descollantes de Asia Central. Con una antigüedad de 2.500 años, Bujará fue uno de los enclaves más importantes de la Ruta de la Seda y eso se nota en cada esquina. Así, en la plaza Registán, al igual que ocurre en Samarcanda, podrás disfrutar de lo mejor de la arquitectura musulmana, en este caso gracias a los imponentes monumentos de la Madraza Ulugh Beg y la Madraza Mir-i-Arab. También vale mucho la pena visitar la muy restaurada Ciudadela Ark, durante siglos la residencia del emir de Bujara. Por último, para completar el recorrido histórico, te recomendamos ir al Mausoleo de Ismail Samani, un emir perteneciente a la dinastía samánida, que rigió los destinos de Asia Central de manera independiente al califato abasí.
Khiva (Uzbekistán)
De nuevo estamos ante una de las ciudades clave de la Ruta de la Seda, en concreto, en la última parada de las caravanas antes de adentrarse en Irán. Khiva es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por razones que saltan a la vista. En primer lugar, por Itchan Kala, el centro histórico de la ciudad. Protegido por murallas de 10 metros de altura, alberga hasta 51 estructuras monumentales con edificios destacables como la Mezquita Djuma, la mezquita Oq o las madrasas de Alla-Kulli-Khan. Tamoco podemos dejar de lado el impresionante minarete Kalta Minor, todo un símbolo de la ciudad con sus mosaicos azules. Y, para cuando quieras descansar de tanta historia, te aconsejamos darte una vuelta por el Bazar de Khiva, repleto de artesanía y sabrosa gastronomía como las típicas plov o shasklik.
Merv (Turkmenistán)
En Turkmenistán se encuentra una de las ciudades históricamente más importantes de la región. Fue la capital del Jorasán, histórica región del Imperio Sasánida (uno de los muchos revivals del poderío persa), y luego uno de los centros culturales del fastuoso Califato Abasí. En fin, como dice el refrán, quien tuvo, retuvo. Y es un dicho que funciona a la perfección en Merv. Por ejemplo, podemos asomarnos a su pasado sasánida en las impresionantes murallas. También es muy impresionante el Mausoleo del Sultán Sandzhar Dar-ala-Akhir. Un monumento que cuenta con una de las cúpulas más extraordinarias del arte islámico.