El glorioso pasado recorre sus calles, cuna de nuestra sociedad occidental, hoy desgarrada por una profunda crisis que hace mella en uno de sus principales motores, el turismo. De este país conocemos su cara más popular, pero es hora de sumergirnos entre sus tesoros más ocultos.
Grecia: pasado, presente y futuro
De los grandes filósofos a la rudimentaria, corrupta y decepcionante política moderna, pasando por las primeras grandes obras del teatro, el descubrimiento de nuevos territorios y la realidad de su propia civilización: el país heleno tiene el mérito de haber sentado las bases de la sociedad occidental actual, la cuna de nuestra cultura europea.
Como si ese pasado glorioso no hubiera sido suficiente, los trazos que nos deja en la actualidad nos muestran la increíble belleza de esta perla mediterránea. De hecho limita al norte con otra joya única, Albania, con la que comparte muchos rasgos en común, sobre todo en lo que a su entorno natural se refiere. Sus paisajes, playas y aguas cristalinas nos engancharán hasta no olvidarlos jamás.
Por desgracia, la actualidad helénica no es ningún camino de rosas, o al menos conservan las espinas. No hay más que pensar en la profundad crisis que comenzó allá por 2008, junto con una cierta paranoia que aleja a los visitantes de sus tierras. Esto no hace más que ahogar un poco más al único corazón económico que aún puede bombear, el turismo. Lo que no quita que se mire al futuro con optimismo, seguros de que el carácter de un pueblo tan especial les empujará a un brillante renacer.
5 buenas razones para visitar Grecia
- Las islas: son casi 2000, de las cuales solo una décima parte están habitadas. Desde el cielo podemos ver como el verde se ve rodeado por el azulde las aguas mediterráneas, como un microcosmos lleno de belleza que espera ser descubierto.
- Historia: si alguien aún piensa que este país es solo un destino turístico de sol y playa, está realmente equivocado. Uno de sus puntos más fuertes es su historia: desde Rodas al Panteón, desde la Acrópolis a Delfos, Delos u Olimpia, cada rincón nos descubrirá algo de la creación de nuestra sociedad.
- La gastronomía: como buen destino mediterráneo, la gastronomía es otra de sus claves. Nos muestra una gran diversidad así como un meticuloso cuidado en la elaboración. Como ejemplos tenemos platos de carne, casos del Giouvetsi o el Souvlaki; los de influencia árabes y otomanas, Gyros; los de pescado, Taramosalata; los de queso típico, Feta; los ducles como Baklavas o Kourkoubinia; o por qué no, los vinos de calidad como el Robola Naoussa.
- Los precios: debido a la crisis y el miedo irracional del sector y de clientes potenciales, los precios a día de hoy son muy bajos. Se podría decir que han llegado a niveles impensables hace no mucho.
- La tranquilidad y la huida del estrés: Grecia es a día de hoy un destino perfecto para relajar el cuerpo y la mente, para recargar baterías y alejarse por unos días del agobio de las ciudades.
Itinerario
- Primer día: el viaje empieza en la capital, Atenas, una metrópoli con una población de más de 4 millones. En el centro histórico del país merece la pena pararse a descubrir la riqueza de sus ruinas. La Acrópolis, en la parte más alta de la ciudad, encontramos los restos que una vez ocuparon las dependencias de reyes y, posteriormente, del poder religioso. De aquí damos un salto al Templo de Zeus y a la catedral metropolitana de la Anunciación. De hecho, Atenas es un museo en si misma, con infinidad de rincones de recomendada visita.
- Segundo día: tenemos dos opciones: visitar la Grecia Clásica o ir a los puntos más atractivos. En el caso clásico, nos dirigiremos hacia Corinto, situada a unos 80 km de Atenas. Aquí descubriremos las maravillosas vistas del Acrocorinto y de las excavaciones, entonces llegará el momento de movernos hacia Micenes. El recorrido entre ambas ciudades, de unos 50km, lo haremos en transporte público. Tras una visita a la Acrópolis y a Napulia, estaremos listos para dirigirnos a Mystras. En esta podremos disfrutar del Templo de Basse, proclamado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. A solo 70km se encuentra Olimpia, el origen y sede de los primeros Juegos Olímpicos. Tampoco nos podemos perder Delfi y sus restos arqueológicos.
- Ruta Alternativa: nos la encontramos en dirección noroeste y en el interior de la península, hablamos de Meteora. Conforme nos aproximemos iremos descubriendo porque es Patrimonio de la Humanidad: sus torres naturales de roca rodean la ciudad, en la parte superior nos sorprenden los monasterios que la ocupan. Estos, conocidos como meteoros, están abierto a los visitantes. De aquí nos desplazaremos hacia el este hasta llegar a Salónica. Esta es el segundo centro del país y en ella podremos disfrutar de la Torre Blanca, un espectacular edificio en el corazón de la ciudad y todo un símbolo. No podemos olvidarnos de Santa Sofía, construida en el siglo VIII. Como testimonio de la antigua Salónica se nos muestra el Arco de Galerio, nombre antiguo de la ciudad que se mantuvo hasta el siglo II. La tumba de Galerio es un mausoleo romano sobre el que posteriormente se levantó una iglesia en nombre de Teodosio I.
No podemos pasar por alto una de las regiones turísticas más importantes del Mediterráneo. Si visitamos Grecia no podemos dejar pasar la posibilidad de descubrir la islas Cícladas: quizás la más famosa de ellas sea Mykonos, conocida por sus noches de diversión salvaje y la belleza de sus paisajes. ¿Qué decir de Paros y sus casas blancas? ¿Y de Santorini y sus colores?
Información de viaje
- Como llegar: podemos llegar con vuelos a Atenas, de forma directa, o con escalas a Tesalónica.
- Dónde dormir: las opciones de alojamientos en Grecia son realmente variadas, con una amplia red de alojamientos de todo tipo. En el abanico nos encontramos habitaciones desde 15 euros a hoteles de lujo por 250 euros la noche.
- Transporte: son funcionales y baratos, nos permitirán movernos por el país a nuestro antojo. Aunque si estamos pensando en un ruta concreta, quizás sea buena idea alquilar un coche.
- Moneda y documentación: como miembro de la Unión Europea y del euro, no necesitaremos cambiar y para entrar nos bastará con el DNI, aunque no está de más llevar con nosotros el pasaporte.
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