La capital serbia, a orillas del Danubio y el Sava, es una gran desconocida que mira hacia delante queriendo dejar de lado su pasado más reciente. Quizás por esto, el rostro de la ciudad muestra los rasgos de una sociedad con tendencia cosmopolita en constante búsqueda del progreso. Descubre uno de los corazones que más laten en los balcanes.
Belgrado, introducción histórica
Si nos remontamos a los primeros asentamientos en estas tierras, encontramos trazos de la cultura vincha, de celtas y de romanos. Posteriormente llegarían los eslavos que crearon el Reino de Serbia. Este fue el origen de todo, pues la historia antigua y reciente nos muestra una tierra bañada en sangre durante siglos de disputas, ocupaciones, imperios,…
Entró en conflicto con bizantinos, húngaros, búlgaros, otomanos,… correspondiendo con la ocupación de estos últimos, tras derrocar al emperador serbio, llegó el período de mayor desarrollo socio económico gracias al comercio.
Tras la expulsión de los turcos por parte de una alianza cristiana volvió el Reino de Serbia, época en la que el desarrollo industrial hizo acto de presencia, así como el de las artes. Desde los hermanos Lumiere hasta Johann Strauss II mostraron sus peculiares habilidades en Belgrado.
La ciudad sufrió innumerables destrozos en las guerras mundiales y, posteriormente, con el régimen de la antigua Yugoslavia. Primero con Tito y su revolución partisana en un principio apoyada por el pueblo, se generó un período de cierta estabilidad. Pero con la llegada del criminal de guerra Milosevic, la región balcánica que ocupaba se convirtió en un auténtico hervidero.
Esto llevó a la disolución de Yugoslavia y a la creación de diferentes estados, siendo Belgrado la capital económica, administrativa y cultural de Serbia.
–Curiosidad: un dato bastante peculiar es el que nos habla de un billete de 500.000 millones de dinares (la moneda serbia) allá por el año 1993. Esto se debió a un período de hiperinflacción que llevó a la impresión de un billete que a día de hoy, ya fuera de circulación, es un atractivo turístico más.
La ciudad hoy
La actualidad de la ciudad nos muestra una pueblo que mira hacia delante sin miedo, consciente del peso histórico de su pasado pero sin permitir que la crudeza reciente la limite.
Sus barrios y puntos turísticos se van convirtiendo en motores económicos, destacan sobre el resto: la Plaza de los Estudiantes, el Museo Nacional, el Teatro, el Templo de San Sava y su peculiar historia, el Parlamento Serbio, los diferentes mausoleos, el Zemun,…
- Templo de San Sava: uno de los símbolos de la ciudad, se trata de una iglesia ortodoxa. Su emplazamiento actual coincide, según la historia, con el lugar arrasado por los otomanos y que guardaba infinidad de reliquias. Actualmente el interior se encuentra en proceso de reconstrucción.
- Zenum: barrio de la capital serbia, otra de las claves de la ciudad. Originalmente era una ciudad en si misma que con el crecimiento de Belgrado fue absorbida por esta. Las distintas islas del Danubio y el Sava forman parte de su territorio.
- Kuca Cveca: el mausoleo del mariscal Tito. Durante mucho tiempo estuvo cerrado al público a la espera de cerrar heridas, hoy vuele a ser posible su visita.
- Tarazije: el centro oficial de Belgrado, el centro neurálgico de la ciudad.
- Barrio de Skadarlija: el barrio bohemio, es una sola calle repleta de restaurantes, pero muy agradable, otra de las claves de la ciudad.
- Parque de Kalemegdan y el castillo: impresionantes vistas al río, puede suponer un más que agradable paseo. En el interior de las murallas encontramos una cafetería de impresionantes vistas, si el tiempo nos acompaña se convierte en una parada casi obligada.
A parte de esta pequeña muestra tampoco debemos dejar pasar la oportunidad de descubrir el barrio de Dorcol, el Museo de Nikola Tesla, la catedral,…
La noche de Belgrado
Una de los aspectos que le dan popularidad a la ciudad es su vida nocturna, incesante y llena de opciones. La noche toma las calles en casi toda la ciudad, encontrando bares, pubs y discotecas en infinidad de distritos.
Uno de los puntos más populares los encontramos en las llamadas Splavovi, las barcazas a orillas del Sava y del Danubio en la que los restaurantes están omnipresentes. Eso sí, en los meses de invierno suelen estar cerrados por razones obvias.
La cara más alternativa nos la muestra el KST (Klub Studenata Tehnike), la Academija, The Tube, Undeground,… casi todos relacionados con los estudiantes, las artes y demás elementos asociados. Muy buenas opciones para disfrutar la noche, más aún si tenemos en cuenta que la entrada es gratuita o a precios irrisorios que son más bien simbólicos.
El Tijuana, un bar en la cuarta planta de un edificio de oficinas, es una opción perfecta para hacer una parada antes de seguir la ruta en las discotecas.
Si necesitamos sentirnos un poco en casa, debemos visitar el Bésame mucho, un lugar en el que comer, beber y escuchar música en directo. Eso sí, es realmente pequeño.
Si lo que nos atrae es descubrir la música urbana antigua, starogradska muzika, nuestra meta es el llamado Skadarlija, el antiguo barrio bohemio. Desde luego merece una visita, y para probar sus sabores aquí descubriremos las Kafanas.
A parte de esto, a lo largo del año, sobre todo en los meses de primavera y verano, organizan festivales de música y teatro. Entre los más destacados nos encontramos con el festival de las trompetas, el Guca Festival.
–Curiosidad: si no habéis probado la carne de caballo y estáis interesados, el White Horse es el lugar perfecto para disfrutar de algo que quizás nos pueda chocar en un principio.
En general cabe destacar los precios realmente bajos de la comida y la bebida en Belgrado, un atractivo más a las ya múltiples peculiaridades de la ciudad.
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