Las cúpulas son un elemento arquitectónico que marca la diferencia. Constituyen una manera muy estética de cubrir un edificio; por un lado, ensancha el espacio y, por otro lado, es una oportunidad para introducir mucha más luz en la construcción. Desde la cúpula del Panteón de Roma, que inició la carrera de las cúpulas gigantescas, parte de la historia de la arquitectura ha sido un tour de force por erigir la más grande. En este artículo te mostramos las que destacan en este campo. Nos damos una vuelta por todo el mundo y, por cierto, recalaremos en España. Y, para una vuelta más completa por lo mejor de la arquitectura mundial, aquí te dejamos nuestro artículo sobre las catedrales más bonitas del mundo.
Cúpula de la Catedral de Florencia
La cúpula de la Catedral de Santa Maria del Fiore es la reina de las cúpulas. No sólo por la audacia arquitectónica de su artífice, Brunelleschi, sino también por su belleza, esbeltez y, sobre todo, dimensión. Y es que la cúpula tiene un diámetro de 45 metros y una altura de 90 metros si tomamos la distancia entre la base y la linterna de la misma. Además, interiormente cuenta con frescos de grandes artistas renacentistas, entre ellos del gran Giorgio Vasari. Y todo ello sin mencionar las impresionantes vistas de la ciudad que podrás obtener desde ella. En resumen, una auténtica obra maestra del ingenio humano.
Cúpula del Panteón de Roma
En el año 126 se construyó el Panteón de Roma. Auténtica obra maestra que es, sin duda, uno de los vestigios más perdurables y fascinantes del Imperio Romano. Fue construido a instancias del general Marco Agripa, que buscaba con ello reservar un espacio para venerar a las deidades de los lugares que abarcaba el muy extenso Imperio. La cúpula tiene un diámetro de 43 metros y destaca también por la enorme linterna que brinda iluminación a su interior. Esta cúpula ha sido muy influyente en la arquitectura europea y podemos ver imitaciones en muchísimos lados. Incluida la cúpula que vemos a continuación.
Cúpula de la Basílica de San Pedro de Roma
La construcción de la cúpula de la Basílica de San Pedro fue ajetreada, como lo fue el rediseño renacentista de la misma, que involucró a algunas de las grandes mentes artísticas de la época. Una de ellas, si no la mejor, fue la de Miguel Ángel. Un escultor nato que, sin embargo, era un genio para cualquier cosa que se propusiera. Él fue el artífice de esta cúpula para cuyo diseño se basó en la del Panteón de Roma. Aunque es notablemente más alta, tiene un metro menos de diámetro que su inspiradora: 42 metros. Con todo, su colosalismo y la fuerza con la que domina el skyline romano la hace rivalizar de tú a tú con la del Panteón.
Cúpula de San Francisco el Grande de Madrid
Resulta sorprendente ver el poco bombo que se da al hecho de que España alberga la cuarta cúpula de mayor diámetro del mundo. Se encuentra en Madrid, y si has estado tomando algo por La Latina, muy probablemente la hayas visto al fondo. Se trata de la cúpula de San Francisco el Grande. Construida en la segunda mitad del siglo XVIII, presenta un diámetro de 33 metros y una altura de casi 60 metros. En definitiva, un coloso de lo más castizo que, si visitas la capital, deberías visitar. Además, no se encuentra tan lejos del Palacio Real, en pleno Madrid de los Austrias.
Cúpula de la Catedral de Berlín
Realmente, por su diámetro de 33 metros, la cúpula de la Catedral de Berlín empata con la de San Francisco el Grande. Sin embargo, la cúpula madrileña merece un puesto de mayor honor, puesto que se erigió más de 100 años antes. La cúpula de la Catedral de Berlín es bastante posterior, dado que el monumento se concluyó en 1905. Aunque Berlín presenta hoy en día un look bastante moderno debido a la destrucción de la Segunda Guerra Mundial, antes de todo ello fue una ciudad famosa en todo el mundo por su colosalismo y la contundencia de su arquitectura. La Catedral de Berlín es un buen ejemplo de ello y, sin duda, lo que más impone del conjunto es precisamente la cúpula.
Cúpula de Santa Sofía de Estambul
La cúpula de Santa Sofía es, sin duda alguna, otra de las grandes cúpulas de la historia. Construida en el siglo VI, fue tan admirada que ni tan sólo los otomanos se atrevieron a destruirla cuando tomaron Constantinopla en 1453. Todo lo contrario: la la adoptaron como propia. Desde entonces las mezquitas turcas y otomanas destacan por sus hermosas cúpulas a imitación de la de Santa Sofía. Su diámetro es de 31 metros y para su construcción se ensayaron nuevos métodos para sostener este elemento constructivo. A caballo entre lo arquitectónicamente audaz y entre lo estéticamente increíble, esta cúpula se sitúa, sin duda, entre los grandes logros artísticos de la Humanidad.
Cúpula de la Iglesia de Mármol de Copenhague
Copenhague no es una ciudad muy dada a lo colosal, por lo que puede sorprender que albergue una de las cúpulas más grandes del mundo. Se encuentra en la Iglesia de Mármol, conocida también como Frederiks Kirke; es decir, la Iglesia de Federico. Un nombre que debe a que su impulsor fue nada más y nada menos que Federico V de Dinamarca. Erigida en pleno siglo XVIII, es exuberante y tardobarroca. Inspirada claramente en la cúpula de San Pedro, en este caso sorprende que buena parte de la altura total del edificio corresponda a la altura de la misma cúpula. En lo referente al diámetro es exactamente el mismo que la de Santa Sofía: 31 metros. En resumen: has de visitarla sí o sí cuando estés en la capital danesa.
Cúpula de la Catedral de San Pablo de Londres
En el año 1666 aconteció un terrible incendio en Londres que arrasó buena parte de los edificios de la ciudad. En su reconstrucción se planeó la de la misma catedral, proyecto que se encomendó al arquitecto Cristopher Wren y que fue concluido en 1710. El proyecto fue ambicioso y dio lugar a una cúpula de 30 metros de diámetro. Desde entonces la Catedral de San Pablo es uno de los símbolos de Londres. De hecho, antes de la construcción del Parlamento en pleno siglo XIX fue eL monumento londinense por excelencia.
Cúpula del Capitolio en Washington
Terminamos el Top 10 de cúpulas con la única que, curiosamente, no tiene nada que ver con la religión. Y es que se trata de la cúpula del Capitolio de Washington. Terminada en 1855 ya integra en su estructura materiales ausentes en otras cúpulas históricas como el acero. Sus dimensiones son extraordinarias: 29 metros de diámetro y 87 metros desde la base hasta la cima. Un tamaño colosal que confiere a este edificio institucional norteamericano un aire catedralicio.
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