Te acercamos a Brujas, una ciudad muy flamenca.
En la región de Flandes Occidental, en Bélgica, se encuentra Brujas, una de las ciudades europeas con un sabor más fuertemente medieval. Al encanto de sus casitas tradicionales se le suman sus más de 16 km de canales y su casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En este artículo te mostramos qué ver en esta coqueta y muy interesante ciudad de apenas 120.000 habitantes. ¡En marcha!
Grote Markt
El mejor plan para empezar y tomarle el pulso a la ciudad es dejarse caer por la Grote Markt, uno de los centros neurálgicos de Brujas. Probablemente la estampa más conocida es su lado norte, en el que destacan las casitas multicolor que antigüamente albergaban los gremios. Sin embargo, no es todo lo que te depara esta plaza: en los demás lados podrás contemplar el Palacio de la Provincia y, sobre todo, la Torre de Brujas. Un monumento de nada más y nada menos que 83 metros. Puedes subir a lo alto de todo y tomar espectaculares diapositivas de la ciudad, eso sí, ¡previo ascenso de 366 escalones!
Plaza Burg
Desde la Grote Markt enfila la calle Breidelstraat y llegarás a otra de las plazas más importantes: la Plaza Burg. Sin duda, el monumento que destaca más en este espacio urbano es el impactante Ayuntamiento tardogótico construido entre los siglos XIV y XV. Pero no es sólo lo que podrás ver: vale mucho la pena visitar el Palacio de Justicia, que identificarás por su estilo renacentista y sus hermosas esculturas recubiertas de dorado y la Basílica de la Santa Sangre. Si te apasiona el misterio de las reliquias, en el interior de la basílica disfrutarás: se cuenta que allí se atesoran unas gotas de sangre de Cristo. Una reliquia que se exhibe cada día a las 14 horas.
Groenerei
Como apuntábamos más arriba, Brujas cuenta con 16 km de canales, los suficientes para disfrutar de estupendas vistas y de gratos paseos por sus orillas. Allí encontrarás estampas de lo más pintorescas y, sin duda, una de ellas es la que puedes encontrar en Groenerei o Muelle Verde. Recibe su nombre del color verdoso de sus aguas, aunque lo más bonito es el espectáculo que las rodea. Varios puentes, como el puente Peerdenbrug o el puente Meebrug, y su encantadora arquitectura, especialmente la conocida como Casa del Pelícano, enriquecerán tus vistas.
Muelle del Rosario
Sin duda, la estampa más conocida de Brujas. Y es que los muelles tienen una gran importancia en la historia de la ciudad: no en vano se piensa que el nombre de la ciudad proviene de la palabra germánica “brygga”, o sea, muelle o embarcadero. Asomarte a este espacio es, sin duda, uno de los must si se visita Brujas. Puedes desde pasear por su orilla a, simplemente, contemplar el espectáculo. Si lo haces, te aconsejamos que seas observador: la casa picuda justo al lado de un frondoso árbol es la Casa España, también conocida como Casa Pérez de Malvenda. Un edificio del siglo XV que da buena cuenta de las intensas relaciones comerciales (concretamente, de lana merina) existentes entre España y Países Bajos en aquella época.
Museo del Chocolate
A pesar de su tétrico nombre, Brujas es una ciudad muy dulce. Y bien lo demuestra su Museo del Chocolate, un espacio dedicado a recorrer la historia del cacao y el chocolate. Los pueblos precolombinos, los conquistadores españoles y, en definitiva, todas las formas y dulces a los que ha dado forma tan delicioso producto se dan cita en este museo. Es, sin duda, una visita especialmente adecuada si se viaja con peques. En su interior podrán incluso probar los bombones fabricados en el mismo museo. Y también disfrutar del bar temático y muy chocolatero Choco-Jungle.
Museo Groeninge
En la calle Dijver 12 encontrarás un museo que has de visitar si eres un enamorado del arte. Y es que en su interior se conservan algunas de las obras maestras de la conocida, y reputada, escuela flamenca. De entre las piezas conservadas destaca por su importancia y valor artístico la inmortal Virgen del canónigo, de Jan Van Eyck (pintor que, por cierto, tiene una plaza dedicada en Brujas) y el Juicio Final de El Bosco. El museo por lo demás no es muy extenso y se visita rápidamente, aunque, como dice el refrán, en el bote pequeño está la buena confitura. Y, en el caso de que te haya sabido a poco, aún tienes otro gran museo de un gran artista que visitar: el Museo Memling.
Parque Minnewater
Si quieres algo de relax, e incluso de romanticismo, nada mejor que acercarse a este encantador parque. Está presidido por un lago que, muy elocuentemente, se llama Lago del Amor (no en vano, minne significa “amor” en neerlandés). Aunque, si lo tuyo no es el romanticismo tan de película, siempre puedes aprovechar para visitar este parque en el contexto del Cactus Festival. Se trata de un festival de música que tiene lugar cada año en las primeras semanas de julio. En él tienen cabida todo tipo de música, desde el rock al reggae y el rap. Y todo ello amenizado por carpas y puestos para tomar algo y reponer fuerzas.
Viajar a Brujas: información práctica
Brujas: ficha práctica
- Moneda: La moneda de Bélgica es el euro.
- Hora: La hora de Bélgica es la misma que en Península y Baleares.
- Clima: Frío en invierno y con frecuentes lluvias.
¿Qué aerolíneas vuelan a Brujas?
Aunque puedes llegar a Brujas vía Bruselas, también puedes volar directamente al Aeropuerto Ostende-Brujas. Sin embargo, la frecuencia de vuelos es menor, aunque aerolíneas como Tuifly te llevarán a esta bella ciudad flamenca.
¿Cuál es la mejor época para volar a Brujas?
Brujas presenta un clima continental, con frecuentes lluvias e inviernos fríos. Los veranos, sin ser calurosos, cuentan con una temperatura agradable, sobre todo en los meses que van de junio a agosto. Aunque los encantos de Brujas son mayormente culturales y pueden visitarse en cualquier época del año, si quieres que la metereología acompañe, lo mejor es reservar tus vuelos baratos a Brujas para volar en verano. Y, si te apetece asistir al Cactus Festival, ¡con más razón!
¿Cómo moverse por Brujas?
Brujas es una ciudad pequeña y muy manejable. Además, todo lo que hay que ver está relativamente cerca, por lo que no será forzoso tomar el transporte público. Pese a todo, si quieres usar el transporte, la mejor opción es el autobús. Están activos entre las 5 y media de la mañana a las 11 de la noche y su billete cuesta entre 2 € y 3 € según el trayecto que vayas a recorrer.