Esta película, pese a no haber tenido las criticas que esperaban, merece una especial mención por hacernos recorrer algunas de las zonas más bellas de Europa Occidental. De los cafés parisinos a los canales venecianos, Angelina Jolie y Johnny Deep nos acompañan en un viaje muy, muy glamuroso.
The Tourist, de la película… a la realidad
París
En la película: Elise (Angelina Jolie) está bebiendo un zumo de naranja antes de recibir una misteriosa carta de Alexander. Sentada en un café de la plaza Colette, junto a la Comédie Francaise en el metro Palais Royal – Musée du Louvre. Le sirve un elegante camarero con traje y guantes de cuero.
En la vida real: toma un café a un precio desorbitado en la terraza del famoso café Nemours mientras lees el periódico o escribes postales rodeado de infinidad de turistas curiosos.

El tren
En la película: saliendo a las 8:22 de la mañana a Venecia en la comodidad de un tren directo, al estilo del Orient Express. La mujeres visten bellos trajes de noche y los hombres sus trajes, todo para coger un tren…
En la vida real: la salida será de la estación de Bercy, probablemente en un coche cama para el tren nocturno (Artesia, a partir de 35 € en Prem’s). Lleve un sándwich y unas zapatillas. Si no, podemos tomar un vuelo barato.

El hotel en Venecia
En la película: Elisa y Frank (Johnny Deep) llegan al hotel más lujoso de la ciudad. El hotel Danieli se encuentra en Riva degli Schiavoni, las habitaciones tienen precios de unos 2.470 €.
En la vida real: en la búsqueda de un hotel económicos en Venecia encontramos el Art Hotel, en Mirano, por 44 € la noche, y el alquiler de coche costará aún menos.

Los canales
En la película: disponen de una lancha con conductor. Alquiler privado, en torno a 600 € por 4 horas.
En la vida real: como los venecianos, tomamos el Vaporetto por tan solo 18 € y con una validez de 48 horas.

¿Has visto la película? Aunque la intriga no sea de las mejores, ¿al menos te ha hecho soñar con los destinos?