La capital de Estonia guarda entre sus calles uno de los cascos antiguos mejor conservados del mundo. Una ciudad que ha recibido influencias procedentes de culturas cercanas pero sin perder su esencia.
La amurralada Ciudad Antigua se encuentra dividida en dos partes, la Ciudad Alta y la Ciudad Baja. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, seis años después de la independencia de Estonia y a continuación vamos a acercarte a algunos encantadores rincones de ambas ciudades. Aunque hoy nos centramos en su parte antigua, no dejes de descubrir el resto de barrios que rodean esta preciosa ciudad báltica.
Plaza del Ayuntamiento
En ella se aloja el único ayuntamiento gótico del norte de Europa. Cuenta con una torre de 64 metros coronada por Viejo Tomás, una peculiar veleta que con una curiosa leyenda. Si vas a viajar en verano, disfruta de esta plaza desde cualquiera de las terrazas y si decides descubrirla en invierno, es una gran oportunidad para disfrutar del mercadillo navideño.
Pasaje de Santa Catalina
Katariina Käik une las calles de Vene y Müürivahe y forma parte de las ruinas del convento. Los alrededores están formados de un conjunto de talleres de artesanía, donde se pueden observar a los artesanos trabajando la cerámica o el vidrio y sus paredes están formadas por muros de piedra que te trasladan directamente a su época medieval.
Catedral de San Alexander Nevski
Si ya has pasado por el pasaje de Santa Catalina y la plaza del Ayuntamiento, sigue subiendo por las empedradas calles hasta encontrarte con esta preciosa catedral ortodoxa acercándote a la colina de Troompea. Fue construida a finales del siglo XIX y cuenta con la cúpula más grande de la ciudad y, en su interior, destacan sus mosaicos con preciosos detalles dorados. Por supuesto, no podía faltar en nuestra lista de tesoros de Tallín.
Iglesia de San Olaf
La particularidad de esta iglesia, además de sus historias y leyendas, es la torre de 124 metros. Llegó a alcanzar los 159 metros pero, dados los incendios que ha sufrido y sus posteriores reformas. Merece la pena subir a la torre para divisar una preciosa panorámica de la ciudad.
Torre de Margarita la Gorda
Recibe este nombre dados sus fuertes muros y su baja altura. Se encargaba de defender la ciudad en caso de ataque marítimo por lo que si llegas a Tallín en barco, será uno de los primeros monumentos que te encontrarás al llegar a la capital.
El Castillo de Toompea
Por último y no por ello menos importante, el Castillo de Toompea o Castillo de los Daneses. Se sitúa en la parte central de la capital, en la cima de la colina en frente de la catedral de Alexander Nevski. El castillo fue construido durante los siglos XIII y XIV. En su interior aloja el Parlamento de Estonia, Riigikogu, custodiado por la torre Pikk Hermann.
Cómo llegar a Tallín
Al tratarse de una ciudad abierta al mar, dependiendo de cuál sea tu lugar de origen, puedes elegir entre distintos medios de transporte por tierra, mar y aire.
- Puedes encontrar vuelos baratos a Tallín. Su aeropuerto, también conocido como aeropuerto de Ülemiste, se encuentra a 4 kilómetros aproximadamente del centro de la ciudad.
- Además del tren o el autobús a países cercanos como Letonia, Finlandia o Rusia, también puedes viajar en ferry desde Helsinki o Estocolmo o alquilar un coche en Estonia y recorrer los países bálticos.