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Los templos griegos son el símbolo arquitectónico de la perfección y las proporciones. Emblemas de la Antigua Grecia, todavía hoy sus ruinas siguen evocándonos la grandeza de esa civilización. Por tanto, si eres un aficionado a la cultura de la Antigua Grecia, simplemente no puedes perderte este artículo. Y, si quieres ampliar información, en este artículo te introducimos los oráculos más interesantes de la Antigua Grecia.

Partenón (Atenas, Grecia)

Comenzamos por el templo más importante de todos: el Partenón de Atenas. Es, de hecho, la gran atracción de la ciudad. Erigido sobre la Acrópolis, sus ruinas son todavía un recordatorio de el refinamiento y sutilidad a la que llegaron los antiguos griegos. Símbolo del poderío de la ciudad, fue erigido en honor a Atenea a mediados del siglo V a.C después de que la ciudad fuese incendiada por los persas. ¡Menudo resurgimiento!

Levantado en un contundente estilo dórico, fue en este monumento donde los griegos manejaron con maestría “éntasis”. Con este nombre se conoce a la corrección que sus constructores aplicaron a las columnas y líneas rectas, justamente para que el ojo las percibiera estrictamente rectas y no ligeramente curvadas como es habitual al divisarlas a lo lejos. Es una pena que hoy no podamos verlo con los relieves de Fidias que se encuentran en Inglaterra. ¡Aunque para verlos siempre puedes ir al British Museum!

Partenón, en la Acrópolis (Atenas)

Templo de Zeus Olímpico (Atenas, Grecia)

Y ya que estamos en Atenas, vámonos a ver el Templo de Zeus Olímpico, un templo que fue durante mucho tiempo el más grande de sus características de toda Grecia. Algo que no nos ha de extrañar dado que está dedicado al rey del Panteón griego: Zeus. De hecho, su construcción fue fue interrumpida durante el siglo V a.C. porque algunos opinaban que su planificación colosal era una demostración inmoral de desmesura y vanidad.

Finalmente se terminó, aunque lo que podemos ver hoy no sea ni una centésima parte del esplendor con el que debió lucir. Como puede verse, se conservan apenas unas pocas columnas y arquitrabes. Sin embargo, sigue siendo impactante el contemplar estos restos desafiando todavía hoy el paso del tiempo. Tampoco hay que olvidar que sus columnas de estilo corintio (que muestran pliegues imitando hojas de acanto) fueron las que inspiraron las características columnas de los templos romanos.

Restos del templo de Zeus Olímpico en Atenas

Templo de Artemisa (Éfeso, Turquía)

Nos vamos ahora a Turquía, cuya costa mediterránea fue durante siglos lugar de asentamiento de diferentes ciudades griegas. El templo de Artemisa es Patrimonio de la Humanidad y, sin duda, merece estar, como de hecho está, entre las siete maravillas del mundo antiguo. Es un hermoso ejemplo del estilo jónico, uno de los órdenes arquitectónicos griegos indentificable por las volutas que adornan sus esbeltas columnas. ¡Pues tenía 127 de esas columnas!

Grandioso y hermoso. Tan bonito es que un griego llamado Eróstrato lo quemó simplemente… para pasar a la historia como el hombre que quemó el Templo de Artemisa. ¡Y vaya si lo consiguió! Como tantos templos griegos, desgraciadamente es poco lo que se conserva. Como puedes imaginarte, apenas unas pocas ruinas. Una auténtica pena; pero el viaje no será en balde: podrás visitar la ciudad de Éfeso, como te comentamos, una ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Ruinas del Templo de Artemisa en Éfeso

Templo de Neptuno (Paestum, Italia)

Grecia poseía diversas colonias a lo largo del Mediterráneo; sin duda la más preciada era la conocida como Magna Grecia, la cual abarcaba amplias zonas del sur de Italia y de Sicilia. Es en Paestum, en la región de Salerno, donde podemos encontrar esta auténtica maravilla dórica. Es, de hecho, uno de los templos griegos que mejor se conservan. Sin duda, la contundencia y rotundidad de sus formas impacta. Por no hablar de sus enormes columnas de casi 9 metros. Su longitud tampoco es desdeñable, puesto que vas a recorrer casi 60 metros si lo quieres hacer de punta a punta. En definitiva, una auténtica mole declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Impactante Templo de Neptuno en Paestum

Templo de Poseidón (Sunio, Grecia)

También a Neptuno está dedicado este templo y en un lugar, por cierto, de lo más adecuado para el dios de las aguas: en un acantilado frente al mar. Las fotos que puedes hacer allí son de lo más bonitas, dado que se alza a 60 metros por encima del mar. ¡Nada mejor que fotografiarlo al atardecer cuando sus columnas se recortan sobre el ocaso! Construido en estilo dórico, se piensa que fue erigido sobre un antiguo templo arcaico. Data del siglo V a.C. y se cree que, al igual que ocurrió con el Partenón, fue una reconstrucción de un antiguo templo destruido por los persas, en este caso dedicado a Poseidón. Hoy es, sin duda, uno de los templos griegos en mejor simbiosis con el entorno. ¿Y es que hay algo más evocador que unas ruinas de mármol griego frente al brillante Mediterráneo?

Columnas del Templo de Poseidón en Sunio

IMG: Pixabay; Wikipedia.


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