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El Magazine del Viajero
  •   3 min lectura

Acaba de nacer un niño, ¿pone esto en peligro ese viaje que planeabas a un destino exótico? Desde luego que no, el miedo a viajar con niños no es real si nos fijamos en infinidad de destinos. ¿Quieres descubrir algunas claves?

Largos vuelos: el destino ideal para los niños

Como es de esperar, es recomendable evitar esos destinos en los que aún existen riesgos para la salud, sobre todo en lo relativo a la malaria. Los destinos en los que podemos tener una cierta facilidad comunicativa son una opción recomendable, en caso de imprevistos todo será más fácil. Las estancias de 10 días son ideales.

Bebé en el aeropuerto
Bebé en el aeropuerto

Djerba con un niño

Túnez, al igual que Marruecos, representa la perfecta combinación entre una distancia aceptable pero no excesiva. Pese a que el español no es lengua oficial, en la mayoría de las zonas turísticas es algo relativamente habitual encontrar gente que hable nuestra lengua. En cualquier caso, siempre es posible comunicarse en francés, lengua cooficial, y en inglés, normalmente al menos.

Por supuesto es conveniente tomar algunas precauciones, como es evitar los meses más calurosos, no forzar el ritmo de los bebés (no someterlos a tensión innecesaria),… En principio no son necesarias vacunas específicas y lo que necesitemos para alimentar al bebé lo podemos encontrar en hoteles y supermercados.

Un tema clave: la elección del hotel

Si nos ofrecen algunas actividades o recintos especiales para los niños, mejor que mejor, sobre todo si incluyen asistencia, algo que agradeceremos todos, y sobre todo los padres primerizos. Poder contar con alguien que se encargue del pequeño mientras disfrutas de tu tiempo es algo que en ocasiones no tiene precio.

Mykonos con un niño

Al igual que Marruecos o Túnez, Grecia es otro destino con un gran potencial y en él encontraremos bastantes facilidades comunicativas, sobre todo en las zonas más turísticas. Mykonos nos ofrece además el plus de un destino clásico en el que encontrar todo lo que podamos necesitar.

Pero pese a todo, siempre es conveniente tomar algunas precauciones. El sol cae a plomo los meses de junio a septiembre, y es obligatorio proteger tanto como sea posible al bebé de una insolación, piel quemada, deshidratación,…

Un factor a tener muy en cuenta es que, sobre todo fuera de temporada alta, podemos encontrar mil y una comodidades para nuestro hijo, tanto a nivel de instalaciones como de servicios.

Nueva York con un niño

Los encantos de la Gran Manzana no entienden de temporadas altas o bajas, siempre es un buen momento para visitarla. Y no olvides que tu hijo no es en absoluto ningún obstáculo para disfrutar de este viaje, siempre teniendo en cuenta que tendrás que tener algunas precauciones como en cualquier lugar.

El principal problema gira en torno a las horas de vuelo, unas 10 horas, lo que puede suponer un estrés excesivo para un bebé. Asegúrate de que llevas todo lo que pueda necesitar en el viaje, elementos como comida, pañales,… serán indispensables. Una vez en destino, tendrás acceso a todo lo que puedas necesitar.

Un punto a tener muy en cuenta: no olvides que viajar con un niño implica que tienes que ejercer de padres, no esperar que una azafata cuide al niño o que “vuelva loco” al resto del pasaje.

Consejos generales para un vuelo sin problemas

Tanto para los bebés como para los nuevos padres: un vuelo puede ser el momento crucial, el gran obstáculo a superar, sobre todo si son muchas horas. No os asustéis y mantened un espíritu positivo.

Las aerolíneas suelen dar un trato especial a las familias con niños, como puede ser prioridad de embarque o una atención especial. Si el vuelo es de largo recorrido, es recomendable tener un vuelo nocturno e intentar que los niños lleguen agotados a este.

Los niños se adaptan fácilmente a las diferencias de presión como puede ser el caso del despegue, aterrizaje o turbulencias. El Jet lag también les afecta de una forma un tanto diferente, pero como siempre, en dirección este es algo más duro.

Una vez en destino, dejemos que se acostumbren poco a poco a la diferencia horaria. Evita las obligaciones con la comida, es mejor empezar respetando los tiempos de comida de casa y realizar un cambio suave en los horarios.

Vuelos baratos

¡Buena suerte en vuestro primer viaje con un bebé y contadnos que tal la experiencia!


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