Viajando: ¿cómo evitar los choques culturales?

Todos, incluso a los viajeros experimentados, pueden sufrir un choque cultural en el viaje. Frustración, miedo, ansiedad, sorpresa, fatiga,… señales de que empiezas a sentir una nostalgia excesiva. ¿Sabes como solucionarlo o suavizarlo hasta que desaparezca? He aquí algunos consejos…

Algunos consejos para evitar un “cultural gap”

No es necesario entrar en los detalles biológicos y psicológicos del por qué se producen estos choques culturales. Cualquiera que haya pasado un tiempo fuera de su país de origen ha experimentado esta alteración. Este proceso forma parte de cualquier viaje o vida de expatriado, sobre todo cuando hablamos de estancias relativamente largas en el extranjero. El jet lag no es el único enemigo de los viajeros… Aquí os dejamos algunos consejos para evitarlo.

• Mantener la mente abierta: aceptar las diferencias o nuevos aspectos de las culturas es el paso más importante. No es recomendable comparar continuamente con como son las cosas en nuestro origen, de hecho este puede ser uno de los grandes errores. Además, una actitud negativa no ayuda en absoluto. En lugar de juzgar, centrémonos en disfrutar la diversidad.
• Prueba cosas nuevas: no pretendas seguir con los hábitos que tenías, prueba nuevos sabores, aprende el idioma, ten contacto con la cultura y las gentes locales… Sumérgete en la cultura que te rodea.
• Encuentra tu pasatiempo: ve a clases, entrenamientos, cursos,… da igual que sea deporte, baile o yoga, lo importante es que te apetezca y pongas ganas. Esto además te ayudará a aumentar tu red social, te abrirá puertas gente que pueden ser grandes amigos potenciales.
• Mantente en contacto con tu país de origen: algo tan simple como entrar en Facebook, Twitter, manda emails, lee periódicos,… no tienes excusa. Además, gracias a Skype podrás hablar e incluso ver a tu gente más cercana, esto te permitirá tener una conversación familiar o con amigos con una cierta calidad y habitualidad. Eso sí, ¡no olvidemos que las postales siguen teniendo su efecto!
• Aprende el idioma: rompe la principal barrera, la lingüística. Intenta usarla en tus actos habituales: con el panadero, en la frutería, en correos,… Los esfuerzos por conocer el idioma local son muy agradecidos y producen una gran satisfacción personal.
• Busca una alegría en las cosas más pequeñas: no le des importancia a las diferencias, fíjate en lo detalles que hacen único a un destino. La amabilidad, hospitalidad, cómo establecen las relaciones sociales, los tabúes, hábitos al volante,… mil y un aspecto que si nos fijamos seguro que nos llama la atención.

Tener una cierta preparación y una mente abierta ayuda a llevar mejor un posible choque cultural, ten en cuenta estos cinco puntos, pero sobre todo, déjate llevar y disfruta el lugar, la experiencia que te ofrece.

Y vosotros, ¿habéis experimentado este choque alguna vez?

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