Un vuelo de largo recorrido, un trayecto en autobús, un viaje en tren por trabajo,… hay quien vive armado con almohadas y mantas, un poco de buena música e intenta dormir mientras se desplaza, lo que en muchos casos no consigue. ¿La cosa no mejora en los albergues y habitaciones compartidas? El roncador de turno se pasa la noche desafiando la paciencia y el sueño de los que le rodean mientras interpreta la Novena Sinfonía de Beethoven… Agotador…
Hay gente que es capaz de dormir en medio de un bombardeo, pero por desgracia suelen ser una minoría, al resto nos suele tocar “sufrir”. En los vuelos de largo recorrido o los viajes en bus de horas y horas, la comodidad no es un hecho palpable. Espacios reducidos, “luchas” con el vecino por un poco de espacio… pero la esperanza es lo último que se pierde.
A la caza del codiciado descanso
Consejos útiles
- Una sudadera: especialmente útil para los viajes en avión, donde el aire acondicionado puede hacernos alguna que otra jugada, y si no lo necesitamos para abrigar, se convertirá en un buena almohada extra.
- Ventanilla: otra de las clave para reunirnos con Morfeo. Estar junto a la ventanilla, a parte de darnos un apoyo extra, nos evitará ese momento en el que estando a punto de caer rendidos nuestro vecino nos dice “Perdone, ¿puedo salir? ¿Tengo que ir al baño?”.
- Prepara tu “estrategia”: auriculares y música relajante para aislarnos mejor, almohada inflable, rompa cómoda, bufanda,…
Junto a roncadores
- La suerte de ser el primero en caer: el hecho de quedarnos dormidos antes que el resto nos ayudará a minimizar los efectos de los roncadores, aunque si queremos asegurarnos de que todo irá bien, unos tapones para los oídos nunca están de más.
- Literas: siempre que sea posible, procura dormir en la parte de arriba. Si el “compañero” comienza a roncar a lo largo de la noche, un sutil toque en la cama puede funcionar. No es una garantía, pero es una probabilidad a valorar.
- Ambiente: si tienes un iPhone, por 2,99 dólares podrás descargar una aplicación que se supone crea un ambiente propicio para conciliar el sueño.
Eso sí, cada estrategia puede conllevar una serie de riesgos… es una pena que no se pueda incluir la opción “no roncadores” a la hora de buscar vuelos baratos con liligo.
Pero, ¿y vosotros? ¿Habéis tenido que lidiar con roncadores en vuestros viajes? ¿Cual fue el camino que seguisteis para conseguir dormir?