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Te descubrimos las 7 estaciones de metro más curiosas del mundo.

Las estaciones de metro son inevitablemente zonas de paso en la que nadie puede detenerse para la contemplación. Sin embargo, existen un puñado de estaciones de metro con formas y motivos muy imaginativos que bien merecen dejar las prisas por unos minutos para disfrutar de sus encantos. En este artículo te mostramos 7 de las más curiosas. Y, si quieres ampliar, aquí te dejamos nuestro artículo sobre las estaciones de metro más curiosas de España.

El palacio subterráneo: Moscú

El Metro de Moscú se abrió en 1935, una fecha tardía si la comparamos con las otras grandes capitales de Occidente. Sin embargo, a día de hoy es una de las redes más extensas junto con Nueva York y Londres, y la que más densidad de pasajeros acoge de todo el mundo. Pero también es uno de los metros más fastuosos que existen. Y es que Stalin no escatimó en gastos para su realización. En su construcción se llegaron incluso a reutilizar los mármoles de la Catedral de San Salvador (en aquel entonces recién clausurada) para elaborar elementos constructivos y bancos. Desde entonces, el Metro de Moscú se precia de ser el metro más señorial del mundo. Si quieres visitarlo, te aconsejamos que comiences por la estación Komsomolskaya, un auténtico palacio subterráneo.

Metro de Moscú

El metro más antiguo: Budapest

La Línea 1 del Metro de Budapest tiene el honor de ser Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La razón: es el primer metro del continente y el segundo del mundo, sólo por detrás del Metro de Londres. En algunas estaciones de esta Línea 1 pueden todavía apreciarse elementos constructivos y decorativos típicos de la época, con especial impronta modernista. Es el caso, por ejemplo, de la Estación Bajcsy Zsilinszky, en pleno centro de la ciudad. No es especialmente espectacular, tampoco nos vamos a engañar, pero no es habitual encontrarse estaciones tan antiguas y que conserven el estilo en que fueron diseñadas.

Metro Budapest

El interior del Nautilus: París

Mucho se puede decir del arte que tiene el Metro de París. No sólo sus entradas a las estaciones, muchas de ellas diseñadas en época Modernista con toda clase de diseños de fantasía, sino las estaciones mismas. Probablemente la más original, por lo desconcertante, es la Estación Arts et Métiers. Inaugurada en 1904 adoptó su forma actual con la reforma de 1994. La estación está inspirada en las obras de Julio Verne, de tal modo que se diría que recrea el interior del Nautilus de Veinte leguas de viaje submarino. Ojos de buey, reflejos cobrizos y referencias a tecnología vintage, como ruedas dentadas son sólo algunos de sus llamativos detalles.

Metro de París

Ciencia ficción con mucho arte: Barcelona

Muchas estaciones de metro del mundo son un auténtico tour de force para resultar las más modernas de cuantas existen. Sin embargo, pocas pueden competir con la Estación de Drassanes de Barcelona en su estética futurista, a medio camino entre 2001: Una odisea del espacio y Star Trek. Su particular look es fruto de la reforma efectuada en 2009. Pero no sólo encontrarás superficies blancas sino también tramos de paredes recubiertas de formas geométricas de color rojo muy, muy sugestivas.

Metro de Barcelona

Viaje a la noche de los tiempos: Madrid

El Metro de Madrid, inaugurado en 1919, tiene tras de sí mucha historia y muchas historias. Ahora os traemos una de la segunda categoría por lo desconcertante de su planteamiento. Todo se remonta a las obras de la estación de Carpetana que tuvieron lugar en 2008, cuando se encontraron hasta 15.000 restos del Mioceno. Entre ellos fósiles de especies que pisaron la tierra hace la friolera de 14 millones de años. Las réplicas de algunos de estos fósiles están expuestas en la estación, así como la curiosa reproducción de un mastodonte.

Metro de Madrid

Sacar al niño que llevamos dentro: Lisboa

La estación de Olaias, diseñada por Tomás Taveira, resulta fascinante por su combinación de dos elementos en apariencia antitéticos: el austero diseño casi industrial y un revestimiento fantasioso, propio de un sueño infantil. Los materiales empleados son muy diversos, desde el hierro a la cerámica. Tan bonitos son sus diseños que muy seguramente pierdas algún metro contemplando sus detalles.

Metro de Lisboa

El regreso a la caverna: Estocolmo

La Solna Centrum Station, inaugurada en 1975, es un curioso ejemplo de arquitectura imitando la naturaleza. Sus artífices, Karl-Olov Björk y Anders Åberg, optaron por un diseño orgánicas, que toma las formas del interior de una cueva. Del mismo modo que una gruta prehistórica, cuenta con pinturas muy diversas en sus paredes. Algunas imitan el paisaje sueco, con sus abetos y frondosos bosques. Aunque no todo es primitivismo: en algunas pinturas se pueden apreciar elementos modernos como puentes y edificios. Si te perdiste esta experiencia en tu anterior viaje, no pasa nada: existen vuelos baratos a Estocolmo desde 60 € con aerolíneas como Ryanair.

Metro de Estocolmo

 

 

IMG: iStock; Wikipedia; on-a.es; metromadrid.es

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