Las estaciones de metro son, a menudo, meros lugares de paso. Sin embargo, existen algunas que por su interés, belleza o historia merecen ser redescubiertas. España cuenta con un puñado de estas estaciones, las cuales pasamos a mostrarte. Y, si quieres ampliar más, aquí te dejamos nuestro artículo sobre las estaciones de metro más curiosas del mundo.
Estación Paco de Lucía (Madrid)
Inaugurada en 2015, pertenece a la Línea 9 madrileña. Lo más destacable de esta estación es el impresionante mural dedicado a Paco de Lucía obra de Okuda San Miguel y Rosh333. Su extensión es de, nada más y nada menos que 300 metros cuadrados. Titulada “Entre dos universos” en clara referencia al temazo “Entre dos aguas” de Paco de Lucía, es un prodigio artístico en el que destacan las formas realizadas mediante formas geométricas y colores brillantes.
Estación de Drassanes (Barcelona)
Si estás buscando una estación de metro sacada de una película de ciencia ficción, tal vez la mejor que puedas encontrar en toda España sea la Estación de Drassanes en Barcelona. Allí podrás disfrutar del look que todos identificamos como “futurista”. Líneas rectas y limpias, superficies blancas y despojamiento absoluto. La estación es fruto de una reforma efectuada en 2009 y, si tienes la oportunidad de pasar por ella, vale la pena que te detengas unos minutos para contemplarla.
Estación de Carpetana (Madrid)
El interior de la tierra alberga muchos secretos y estos afloran en el momento menos pensado. Es lo que sucedió durante las obras de la estación de Carpetana en 2008, cuando se encontraron hasta 15.000 restos del Mioceno. Algunos de estos restos, además, correspondían a fósiles de seres que deambularon por la tierra hace nada más y nada menos que 14 millones de años. ¡Casi nada! Lo mejor de todo es que, como recordatorio de este hecho, la estación cuenta con una exposición donde se muestran réplicas de algunos de estos fósiles. ¡Incluso puedes ver la reproducción de un mastodonte!
Estación de Gran Vía (Madrid)
Parte del Madrid más elegante no puede entenderse sin la figura del arquitecto Antonio Palacios, artífice de obras maestras como el imponente Palacio de Correos. Lo que no se sabe tanto es que el mismo arquitecto diseñó un coqueto templete de entrada para la estación de Gran Vía que, inaugurado en 1920, fue retirado en los años 70. A raíz de la reciente reforma de la estación este templete ha sido recuperado y, ciertamente, otorga a la zona una nueva atmósfera.
Estación de Tirso de Molina (Madrid)
Es, sin duda, la estación de metro madrileña más señorial. Inaugurada en 1921, en su diseño intervino también Antonio Palacios y destaca por el escudo de Madrid en bronce extremadamente ornamentado. La estación es pequeña, aunque la belleza de sus materiales la hace brillar por encima de cualquier otra. Y no lo decimos en sentido figurado: los azulejos contribuyen a la estética del conjunto. Todo ello, en definitiva, la convierte en una de las paradas emblemáticas de la Línea 1 de la capital española.
Estación de Alameda (Valencia)
No todo el mundo lo sabe, pero el metro de Valencia cuenta con una estación diseñada por Santiago Calatrava, uno de los arquitectos patrios más internacionales. Inaugurada en 1995, es uno de los ejemplos de estación de metro española con un diseño más vanguardista. Sin duda que el estilo particular del arquitecto valenciano puede apreciarse; de hecho, hay elementos arquitectónicos que recuerdan mucho el emblemático Palau de les Arts i les Ciències de Valencia.