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El Magazine del Viajero
  •   5 min lectura

lha Grande, cerca de Río de Janeiro, es uno de los pocos lugares de Brasil que aún permanece virgen a la sobreexplotación turística. Sin aglomeraciones de gente, coches prohibidos, sin casas de cambio ni cajeros… un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza y las playas salvajes.

Imagínate estar en una isla de 193 km² (como dos veces la superficie de Formentera) en la que no existen caminos, ni coches ni cajeros automáticos. Sólo podrás encontrar un pueblo con posadas y algunos restaurantes, dispuesto para los turistas intrépidos que vienen a la isla en busca de playas prístinas, submarinismo y sobre todo, con ganas de desconectar del mundanal ruido de las ciudades brasileñas.

La isla posee las,para muchos, playas más bonitas de Brasil, además de una gran biodiversidad: en ella es posible ver desde pingüinos hasta diferentes tipos de monos.

Las espectaculares playas de lha Grande

Lo curioso es que esta isla se encuentra muy cerca de Río de Janeiro, a tan solo unas dos horas y media en coche hacia Angra do Reis, la ciudad continental que se encuentra en frente de la bahía de ilha Grande.

 

Los típicos Escunas que transportan a viajeros y locales en la isla

La única forma de moverse dentro de la isla es caminando por senderos trazados a través de la selva o en pequeños veleros, que organizan rutas diarias a las diferentes playas de la isla.

En Vila do Abraão, el principal pueblo de la isla, es posible encontrar prácticamente de todo. Sin embargo, al no haber cajeros es recomendable llevar dinero en efectivo.

Una isla sin coches

Las calles peatonales de Vila do Abraaçao, lenas de pequeñas tiendas, hostales, bares y restaurantes

Curiosamente, Ilha Grande ha estado a salvo de las inmobiliarias gracias a su mala fama. Durante casi todo el siglo XIX albergó el leprosario más importante del estado de Río de Janeiro. Aquí atendían a los enfermos de lepra que venían desde fuera de Río y se les dejaba en cuarentena antes de permitirles el paso.

Durante el siglo XX la isla se utilizó como recinto penitenciario, ya que se creó la Colonia Penal Cándido Mendes, en la que vivían todos los trabajadores y gendarmes de la cárcel situada en la isla. A este centro penitenciario se enviaban los delincuentes más peligrosos, además de a los presos políticos durante la dictadura militar de los años 60.

Pequeños bares-restaurantes a pie de playa en Vila do Abraaçao

En 1994 el gobierno decidió cerrar y demoler la cárcel, dando paso a una nueva alternativa de turismo, un turismo sostenible, sin hoteles ni grandes instalaciones. También se declaró la isla Parque Estatal y sus aguas Parque Marino Aventurero, ambas áreas de protección medioambiental. De esta forma esta isla es un verdadero paraíso natural muy cerca de Río de Janeiro con flora, fauna y vegetación que vale la pena conocer.

¿Qué ver y hacer en Ilha Grande?

La Vila do Abraão puede recorrerse caminando en unos 15 minutos. Por las noches sus bares se llenan de viajeros de todas partes del mundo. Hay una vieja tradición en este pequeño pueblo que consiste en salir a la calle y dirigirse a la cruz que está junto al puerto para entablar conversaciones con los turistas. Cada día a partir de las 9 de la noche podréis ver centenares de personas locales dando la bienvenida y bebiendo una cerveza con los viajeros.

La isla está llena de pequeñas y grandes playas a las que se accede por mar o senderos entre la selva

Está prohibido dormir fuera de la Vila pero se organizan paseos diarios a las playas que están del otro lado de la isla. Se puede comenzar a descubrir la isla conociendo las playas que están cerca de la Vila como la playa Do Canto rumbo, Abraaozinho, Júlia, Biquinha, Comprida o Crena.

Luego existen una serie de playas a las que solo se puede llegar tras largas caminatas de mínimo 2 horas por medio de la selva o a través de excursiones en velero. La primera opción puede ser interesante para los que les gusta el senderismo y la naturaleza. Por el camino es posible ver diferentes tipos de monos, loros, iguanas, serpientes y sobre todo muchos insectos.

Ilha Grande tiene una rica biodiversidad

Para los viajeros que prefieren aprovechar mejor el día de playa está la opción de llegar hasta estas playas vírgenes en Escunas, como le llaman a estos pequeños barcos locales. Los barcos suelen salir por la mañana y regresar antes de las 6 de la tarde.

Uno de los paseos que se puede hacer es el que recorre las playas de Japariz, Freguesia de Santana, Lagoa Azul y Saco de Ceu. Todas playas maravillosas. Pero sin lugar a dudas el viajero no puede irse de la isla sin conocer la famosa playa Lopes Mendes, una playa de arena blanca y fina que está entre las 100 playas más bonitas del mundo.

Esnórquel en las aguas de Ilha Grande

La cristalinas aguas de la isla son ideales para hacer esnórquel, especialmente la zona de Lagoa Azul. Gracias a que toda la isla es un parque natural y está prohibida la pesca sus aguas alberga una gran cantidad de fauna marina como peces de colores o grandes tortugas marinas.

¿Cómo llegar a Ilha Grande?

Una vez que hayas encontrado vuelos a Río de Janeiro y estés en la ciudad carioca, la forma más económica para llegar a Ilha Grande es en bus hasta el pueblo de Conceição de Jacareí, un pequeño pueblo de pescadores. El bus se puede coger en el principal Rodoviario (estación de autobuses) de Río de Janeiro y tarda unas dos horas y media hasta Conceição de Jacareí.

Una vez en Conceição de Jacareí, se puede coger uno de los tantos veleros que salen hacia Ilha Grande entre las 9 de la mañana y las 6 de la tarde. También se puede aprovechar para visitar un poco Conceição, donde podrás disfrutar de su excelente comida local.

Desde São Paulo, se puede ir a Angra do Reis, desde donde también salen veleros.

¿Dónde alojarse en Ilha Grande?

Si bien no hay ningún hotel, existen decenas de pousadas (hostales) en los que alojarse. La mayoría de ellos son casas de habitantes locales que disponen de un servicio de alojamiento con desayuno para viajeros. Algunos de ellos están muy bien y no tienen nada que envidiar a un hotel. También hay unos cuantos hostales muy bien acondicionados, delante del mar y en los cuales se organizan cenas y fiestas cada noche.

¿Conoces Ilha Grande? ¿te gustaría ir a esta paradisíaca isla?

Fotos: helio.ricardo, Danilo Yamamoto, Found Photos, Gigi Courau, Brazil Adventure International, Claudio Bravo, rvcroffi / Flickr

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