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Te proponemos una vuelta al mundo a través de los juegos de mesa tradicionales más interesantes.

Una de las consecuencias de estos tiempos de excepción es el redescubrimiento del ocio en el hogar y de la convivencia estrecha. Ambas cosas son conjugadas por los juegos de mesa, elementos lúdicos que siempre han estado ahí pero que tal vez no les hemos prestado tanta atención hasta ahora debido a la sobreabundancia de opciones de ocio. Hoy te proponemos una vuelta al mundo a través de los juegos de mesa más tradicionales, para que puedas viajar desde casa y hacer más llevadero el confinamiento.

Backgammon (Irak)

El Backgammon, a pesar de su nombre tan aparentemente moderno, es más antiguo que Matusalén. Se piensa que este juego tiene hasta 5.000 años de antigüedad; de hecho ha sido denominado como Juego Real de Ur porque un ejemplar fue hallado en una excavación de un rey sumerio enterrado en la ciudad de Ur, en el actual Irak. No son pocos los que aseguran que su origen podría remontarse incluso unos siglos atrás con el juego egipcio del senet. Sea como fuere, las reglas prácticamente han continuado siendo las mismas, aunque sí se han dado pequeñas variaciones como el añadido moderno de más dados. En la imagen te mostramos uno de los originales de estos Juegos Reales de Ur. Como ves, son de un gran refinamiento y belleza artística. Si pruebas y te gusta, cuando todo termine puedes ver uno de ellos en vivo reservando unos vuelos baratos a Londres y visitando el British Museum.

Juegos de mesa tradicionales: el Backgammon

Liubo (China)

Este juego, que en chino significa “seis varas”, existe, según nos acreditan las excavaciones arqueológicas, desde hace 3500 años. No fue, sin embargo, hasta el siglo IV a.C cuando se hizo realmente popular en China, hasta tal punto que los mejores jugadores de este juego eran considerados auténticas celebridades. El liubo, por lo demás, es un juego que en un origen podría haber estado relacionado con la adivinación. Quienes esto sostienen opinan que el diseño del tablero se parece al caparazón de una tortuga, animal de fuertes connotaciones adivinatorias en la antigua China. Sea real o no, lo cierto es que hoy no contamos con certezas claras sobre sus reglas. Existen varias teorías, aunque la más extendida sostiene que se trataba de un juego de fichas en el que también intervenía el azar en forma de 6 dados con forma de varillas.

Liubo, juego de mesa tradicional de China

Mancala (África)

A pesar de que su nombre procede del árabe y significa “de mover”, se piensa que su procedencia es africana, tal vez de la región del Kalahari. Consiste en un pequeño tablero de madera con diferentes huecos distribuidos en dos líneas de seis, una para cada jugador, en los que se depositan hasta 48 semillas (aunque pueden ser piedrecitas, canicas, habas…). El juego consiste en “sembrar”, es decir, distribuir las 24 semillas de las que cada jugador dispone en la fila que le corresponde. Si un jugador llega a una casilla vacía podrá capturar las semillas de casilla opuesta. El jugador que tenga más semillas gana.Mancala, juego de mesa de África

Hanafuda (Japón)

Los naipes no son originarios de Japón sino que fueron llevados por los comerciantes portugueses en el siglo XVI. Sin duda que los japoneses aportaron su particular toque a los juegos de naipes europeos con esta baraja tradicional. Sus palos son diferentes a los nuestros dado que en lugar de 13 tienen 12 y cada uno se compone de 4 cartas. La baraja hanafuda es una obra de arte en sí misma, dado que cada palo se asocia con un mes del año, con un animal o un vegetal. Esa es la razón de sus ricos y hermosos diseños. Si quieres probar con esta baraja te aconsejamos que empieces por el juego koi-koi. ¡No te arrepentiras!

Naipes Hanafuda, de Japón

Pachisi (India)

Como seguramente habrás adivinado por su nombre, nos encontramos ante el abuelo del parchís. Aunque el parchís moderno mantiene la estructura en cruz y círculo del Pachisi, este juego indio mantiene unas particularidades que lo hacen muy interesante. Incluso pueden motivar que volvamos a jugar al parchís desde otra perspectiva. En el pachisi se juega con 6 cauris (que pueden sustituirse por dados). Sin embargo, la gracia de los cauris es que la puntuación se saca, debido a su concha, en función de si han caído boca arriba o boca abajo. Así si de los 6 que has lanzado, 2 están boca arriba, avanzas dos casillas; si son 6, avanzas 6 casillas. Pero si sólo ha salido 1 boca arriba avanzas 10 y si no te ha salido ninguno, ¡avanzas 25! De hecho esta puntuación máxima, 25 (en indi, pacis) es de donde proviene el nombre de Pachisi.

Pachisi, juego de mesa de la India

IMG: Wikipedia

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