Ayer te contamos lo que tienes que hacer si pierdes tu pasaporte en el extranjero, ¿pero sabías que si lo pierdes en Helsinki es más fácil que te lo devuelvan que si lo pierdes en Lisboa? Esto es lo que dice curioso estudio que calculó la “honestidad” de diferentes ciudades “perdiendo” carteras y contando las que fueron devueltas. ¿Te imaginas cuál será el orden?
La revista Reader’s Digest realizó un curioso estudio para comprobar la honestidad de los ciudadanos de 16 ciudades del mundo: sus reporteros “perdieron” 12 carteras en cada ciudad, cada una de ellas con un nombre, un número de teléfono, fotos, cupones, tarjetas de visita, y el equivalente a unos 50 dólares. Las carteras las dejaron en parques, cerca de centros comerciales y aceras, y esperaron a ver cuántas recuperaban.
De las 192 carteras perdidas, se recuperaron 90, casi la mitad. En los resultados también se vio que la edad, el sexo, e incluso el nivel económico no influyen a la hora de ser más o menos honesto y devolver una cartera encontrada.
Honestidad de las ciudades
- Helsinki, Finlandia (11 carteras devueltas de 12)
- Bombay, India (9 de 12)
- Budapest, Hungría (8 de 12)
- Nueva York, EE. UU. (8 de 12)
- Moscú, Rusia (7 de 12)
- Ámsterdam, Países Bajos (7 de 12)
- Berlín, Alemania (6 de 12)
- Liubliana, Eslovenia (6 de 12)
- Londres, Reino Unido (5 de 12)
- Varsovia, Polonia (5 de 12)
- Bucarest, Rumanía (4 de 12)
- Río de Janeiro, Brasil (4 de 12)
- Zúrich, Suiza (4 de 12)
- Praga, República Checa (3 de 12)
- Madrid, España (2 de 12)
- Lisboa, Portugal (1 de 12)
El resultado dice que si visitas Lisboa, y tienes la mala suerte de perder allí tu cartera, la saudade te embargará, además de por la belleza de la ciudad, por la certidumbre de que no te la van a devolver.
Por el contrario, si pierdes tu cartera en Helsinki, no te tendrías que preocupar lo más mínimo, porque es casi seguro que la recuperes. También puedes estar bastante tranquilo en Bombay, Budapest o Nueva York, ya que los ciudadanos de estas ciudades tienden a ser bastante cívicos y devolver las cosas que no son suyas.