Viajando, todo lo que el mapa nos diga es información verídica y contrastada. Es más, si en Google Maps aparece, no hay duda alguna de su existencia… Pero, ¿seguro? ¿No será posible que incluso en la era de la tecnología, los satélites,… estemos marcando como cierto algo inexistente? Pues podemos imaginar en tiempos pasados… Bienvenidos al tour de las islas fantasma…
Hace no mucho saltaba la alarma de lo misterioso en el mismo momento que un barco científico australiano, que estudiaba la tectónica de placas, decidió hacer una parada en la Isla de Sandy. Pero, oh sorpresa, la isla no estaba, ni siquiera había indicios de su existencia.
Cabe destacar que esta isla aparecía en infinidad de mapas, destacando su presencia tanto en Google Maps como en Google Earth. Pero veamos algo más…
Sandy Island
En francés Ile de Sable, pues esta parte del Pacífico se incluye en los territorios franceses de ultramar. Se ubica entre Australia y Nueva Caledonia, mostrándose en los mapas con unas dimensiones notables.
Se desconoce el motivo de la “confusión”, pero se han esgrimido infinidad de posibilidades. Las teorías hablan desde un simple error en la anotación del ballenero que la “registró”, que alguien la incluyó para controlar el posible plagio de sus mapas, que era una gran masa de piedra pómez,… Muchas ideas, ninguna plenamente satisfactoria. La conspiranoia ya está labrando sus propias teorías. Pero, ¿cual es la tuya?
Islas Nimrod
No, no nos referimos al personaje mitológico y legendario, tampoco al disco de Green Day, si no más bien a un supuesto archipiélago con una curiosa historia tras de sí. La primera vez que se habló de ellas fue en 1828, y fue el capitán del buque que les da nombre quien hizo la anotación.
Uno de los aspectos más llamativos es que la ubica entre otras dos islas fantasmas: la isla Esmeralda y la de Dougherty. Posteriormente, diferentes expediciones pretendieron reencontrarla, como la Expedición Nimrod, pero los esfuerzos fueron en vano.
En este caso, se ha dado una explicación medianamente posible, el llamado efecto de Fata Morgana, una efecto óptico habitual navegando por la Antártida. La existencia de las islas se desestimó por el 1940, aunque siempre nos dejará algunas dudas flotando…
Pero esto no es más que el principio, en pronto seguiremos nuestra búsqueda de los archipiélagos a medio camino entre lo legendario, lo fantasmal, lo mágico y oculto…