Javier Colorado tiene un sueño: dar la vuelta al mundo en bicicleta. Es su proyecto, “Colorado on the road”, que además tiene una parte solidaria, al colaborar con varias ONG durante el camino. A mitad de su periplo, hablamos con él para que nos lo cuente. ¡A pedalear!
– Hola Javier, ¿puedes presentarte brevemente?
Soy Javier Colorado, un madrileño de 28 años Diplomado en Ingeniería Técnica Industrial Especialidad en Química Industrial, Licenciado en Ingeniería Química y entusiasta del deporte.
– ¿De qué va tu proyecto «Colorado On The Road»?
He emprendido en solitario la aventura de mi vida de dar la vuelta al mundo en bicicleta, para cruzar 45 países de 4 continentes y pedalear 55 000 kilómetros en tan solo dos años.
– ¿Qué te motivó a realizar este gran viaje?
Perseguir el sueño de toda mi vida, completar la vuelta al mundo. En cuanto termine la universidad, ahorre el dinero necesario para poder emprender el viaje y lo tuve todo planificado, no lo dude ni un segundo y me lancé a la carretera.
– ¿Y por qué en bicicleta?
El deporte siempre ha formado parte de mi día a día, así que decidí unir un sueño con una pasión y convertir el viaje en un reto deportivo. Siempre he usado la bicicleta como medio de transporte para moverme por Madrid, y de hecho sigue siendo mi fiel e inagotable medio de transporte.
Dar la vuelta al mundo en bicicleta
– ¿En qué parte de tu viaje estás ahora mismo?
Estoy en la mitad del proyecto. Ahora mismo estoy en Panamá después de haber pedaleado 30 500 kilómetros por Europa, Asia, Norte y Centroamérica. Desde Panamá viajare en barco hasta Colombia para emprender la penúltima gran etapa del proyecto, rodar 14 000 kilómetros en Sudamérica y finalmente otros 14 000 kilómetros para atravesar África.
– ¿Cuál ha sido hasta ahora el país que más te ha gustado?
De todos me he llevado buenos recuerdos y de todos destacaría muchísimos aspectos y anécdotas positivas, pero si he de escoger uno diría México, por su gente, su gastronomía, su cultura y sus parajes naturales.

– ¿Qué país o destino recomendarías a un aficionado al ciclismo?
Estados Unidos ofrece muchísimas facilidades para viajar y hay mucho que ver, el único inconveniente es que es un poco caro, pero merece la pena.
– ¿Y alguno que no recomiendes?
A la hora de no recomendar un país a un aficionado del ciclismo, me tendría que morder la lengua ya que me estaría guiando por experiencias personales que no tendrían porque pasar a otro viajero, pero me atrevería a decir, que Vietnam no es un país que ofrezca muchas comodidades para un cicloviajero.
– Desde que te levantas hasta que te acuestas, ¿cómo es un día típico en tu viaje?
Madrugo mucho cada día y me gusta tomármelo con calma a la hora de empezar la jornada, recojo la tienda de campaña y equipo a mi potro con paciencia, desayuno con calma y contemplo cómo es el comienzo del día en las calles (en cada parte del mundo es totalmente diferente). A la hora de empezar a pedalear, tardo 5 minutos en entrar en calor y sentir la potencia de mis piernas, los días transcurren tranquilos, hago paradas cada 2 horas para recargar energías y todos los días siempre hablo con alguna persona nueva, nunca es la misma carretera, nunca son los mismos árboles ni el mismo paisaje, cada día es nuevo y diferente. A la hora de acampar de nuevo, siempre me duermo pensando en qué viviré en la siguiente etapa.

– ¿Qué llevas de equipaje?
Principalmente material informático, herramientas y repuestos, el hornillo y utensilios de cocina, ropa para todas las estaciones, medicamentos, mi equipo de acampada y mi bandera de España.

– Hasta ahora, ¿qué ha sido lo más duro del viaje?
Lo mas duro ha sido tanto el frío extremo del invierno turco a -20 ºC, como el calor extremo del Death Valley a 55 ºC.
– ¿Y lo mejor?
Curiosamente, una de las mejores partes del viaje también tiene que ver con los momentos más duros, ya que el hecho de encarar estos retos en solitario a lomos de mi fiel potro (mi bicicleta Orbea) siempre han sido momentos de gran felicidad, al ser consciente de que con decisión e iniciativa somos capaces de alcanzar cualquier meta que nos propongamos.
Un viaje solidario
– También le quieres dar una dimensión solidaria a tu viaje, colaborando con diversas ONGs por el camino. Cuéntanos un poco sobre esto.
El hecho de colaborar con las ONG Hope Foundation, Girl2B, Entreculturas y The South Face, fue una iniciativa para ayudar y dar a conocer la labor que llevan acabo. Mi primera colaboración fue en Calcuta (India) y fue una experiencia totalmente reveladora. A través de mi cámara de video intento transmitir este bombardeo de sentimientos y emociones, pero es algo que hay que vivir uno mismo.
