Inagotable viajera, además de fotógrafa y escritora, la argentina Aniko Villalba lleva por seis años cumpliendo su mayor pasión, que es la que además da título a su blog: viajar por ahí.
- Hola Aniko, ¿podrías presentarte brevemente?
Me llamo Aniko, tengo 28 años y hace seis que vivo viajando (casi de manera ininterrumpida). Recorrí (en general, sola) varios países de América Latina, Asia, Europa y África. Escribo “Viajando por ahí”, mi blog, hace cuatro años: es una visión muy personal de los lugares que recorro. Me gusta mucho caminar, dormir en casas de familia, leer en las plazas, viajar por tierra y comer en puestos callejeros.
- ¿Cómo te definirías en una frase?
Soy bastante veleta: voy a donde me lleve el viento.
- Eres viajera, escritora y fotógrafa, ¿cuál es tu equipo básico e imprescindible para cada una de estas tres profesiones?
La mirada. Sin ella no podría hacer ninguna de las tres cosas. En cuanto a equipo físico: una computadora, un cuaderno, una cámara de fotos. Creo que también es imprescindible nutrirse del trabajo de otros: leer mucha literatura, observar fotos y aprender de los maestros.
- Ya has publicado un libro, ¿qué tal va lo de plantar un árbol y tener un hijo?
¡Ja! vengo medio lenta en esos temas. Por el momento, creo que mi próximo proyecto será plantar un árbol… Y luego escribir otro libro, claro. Y cuando lleguen los hijos, espero tener una casa rodante o barco para viajar en familia.
- ¿Cuál es tu viajero (o viajera) más admirado o de referencia?
- ¿Qué ventajas crees que tiene viajar sola como tú lo haces? ¿los lugares son diferentes vistos sin compañía?
Al viajar sola estoy más receptiva y abierta ante el mundo y las personas. Es muy distinto recorrer un lugar con alguien, ya que al estar de a dos uno forma un núcleo cerrado (o semicerrado) con la otra persona y es muy probable que tiña su experiencia con la mirada del otro (lo cual no es malo tampoco). Al viajar sola todo depende de mí y eso da muchísima independencia y libertad.
- Una viajera como tú, ¿crees que nace o se hace? ¿qué crees que te ha llevado a convertirte en la viajera que eres?
La verdad no lo sé. Yo nací con el sueño de viajar por el mundo (se lo decía siempre a mis padres cuando me preguntaban qué quería ser de grande) y un día decidí empezar a concretarlo (ya que me pareció un paso muy natural en mi vida, no fue algo forzado). Supongo que me ayudó mi forma de ser y el apoyo de mi familia, pero creo que cualquiera que desee viajar puede hacerlo, no hace falta nacer viajero. Eso sí: es un camino de ida.
- ¿Cuál ha sido tu último destino?
En este momento estoy en Londres, así que supongo que cuenta como último destino.
- ¿Y después de Londres?
Estaré viajando varios meses más por Europa. No tengo un itinerario muy armado, así que digamos que mi próximo viaje es Europa en general.
- Después de viajar tanto, ¿cuál ha sido la anécdota más divertida que te ha ocurrido hasta el momento?
Uf no sé, tengo demasiadas… Lo divertido surge cuando viajo con amigas, ya que nos pasamos el viaje entero riendo de estupideces. Otras situaciones son divertidas cuando uno las recuerda después de un tiempo (porque en el momento pueden ser vergonzosas o frustrantes) y muchas surgen de los malentendidos culturales.
Una vez, en Filipinas, un anciano (el abuelo de la casa donde me estaba quedando) extendió su brazo hacia mi cara para que lo saludara de la manera correspondiente, no supe qué hacer así que le agarré la mano y se la besé (como quien le besa los anillos al jefe de la mafia) y después me di cuenta de que el saludo consistía en apoyar su mano sobre mi frente. Él no hablaba inglés así que no sé qué me habría dicho, pero me parece que se rió de mí. Por suerte no hubo testigos. Hoy me acuerdo y me río sola, pero en aquel momento me dio vergüenza.
- Para finalizar, una duda musical, ¿qué no falta nunca en tu MP3 cuando viajas?
La discografía completa de los Beatles.