Miguel Nonay es un viajero sin límites, alguien a quien la necesidad de descubrir el mundo le ha empujado a derribar barreras impuestas por otros como resultado de una limitación física. Descubre un personaje que te hará ver que esas barreras muchas veces no van más allá de donde nosotros mismos las ponemos.
- ¿Recuerdas cuál fue tu primer viaje?
Mi primer viaje apenas lo recuerdo y fue con 3 años a Francia, concretamente a Lourdes. Mi familia, imagino que esperanzados en que algo extraordinario pudiera cambiar mi situación con las secuelas de poliomielitis, emprendió un viaje a un lugar sagrado (que respeto pero no comparto ya que no soy creyente) que, en esa época, con carreteras de tierra o asfalto maltratado, parecía al fin del mundo. Una caravana familiar compuesta por tres coches, entre mis padres, tíos, primos,… emprendió este viaje del que guardo pocos recuerdos y del que aprendí que si quieres conseguir un sueño, tienes que currártelo. Eso me lo ha inculcado mi familia (ellos persiguieron un sueño y era que su hijo se defendiera bien en la vida y, aunque Lourdes no tuvo nada que ver, con el paso de los años lo consiguieron)
- ¿Cómo y por qué nace en ti ese espíritu viajero?
Viajando me siento libre, dejo las trabas que nos pone la vida diaria a un lado y simplemente me dejo llevar, siempre se como empieza un viaje pero desconozco como va aterminar, porque dependerá de factores externos y de cómo vayan surgiendo anécdotas, experiencias,… etc.
- Los viajeros solemos planificar nuestros viajes pero me imagino que en tu caso la planificación debe ser mucho más difícil, ¿con qué cosas te encuentras a la hora de planificar tus viajes? ¿La líneas aéreas, hoteles y establecimientos turísticos son accesibles para personas con algún grado de discapacidad?
Es cierto que en los viajes y en la vida, la planificación es un punto fundamental, en mi caso, además hay que añadir la anticipación. Cuando decido un destino (que nunca tiene que ver con que sea más o menos accesible, sino con mi preferencia personal) tengo en cuenta su situación socio-económica, investigo y me informo de tal manera que en mi mente se forma un mapa imaginario con posibles obstáculos, barreras artificiales o naturales que me voy a poder encontrar. Siempre llevo un plan B en mi mochila para conseguir los objetivos que me he propuesto.
Cuando planifico mis viajes no me encuentro con más dificultades que otro viajero, es cierto que si puedo elegir un hotel accesible frente a otro que no lo es en grado alto, lo hago, pero si tenemos en cuenta que no suelo pasar más de una noche en cada hotel, la accesibilidad adquiere poca importancia en mi caso, ya que todavía conservo un grado interesante de movilidad y siempre voy acompañado de mi pareja y, en ocasiones, de amigos.
Para nosotros (Eva y yo) es importante contar con vehículos de cambio automático para recorrer los lugares que decidimos porque aunque yo necesito una adaptación especial para conducir, Eva, a quien le falta la mano izquierda, con un coche automático y un pomo para el volante que siempre forma parte de nuestro equipaje, es suficiente y nos da una autonomía impresionante ya que la opción de transportes públicos, en la mayoría de los países presenta un grado serio de dificultad al no encontrarse accesibles. En general, existe muy poca información en la red acerca de cómo llegar a los sitios, alternativas a la falta de accesibilidad, una información concreta en rutas, hoteles o transporte que nos ayude a tomar decisiones a la hora de planificar nuestro viaje, se piensa muy poco en quien peor lo tiene, renunciando así a un nicho de mercado que cada vez adquiere más importancia.
Debido a esto y junto con mi buena amiga y excelente profesional Laura RS, decidimos trabajar en un proyecto on-line que cubriese ese hueco informativo de CÓMO llegar a los lugares, dejando la descripción de los mismos para guías de viaje, webs y blogs que lo hacen de una manera excelente.
Así, hace pocas semanas vió la luz nuestro Portal de Turismo Inclusivo Viajeros Sin Límite. Partiendo de un concepto de “inclusividad” queremos que la accesibilidad tenga una visión conceptual y que al igual que a nadie se le ocurre decirle a un arquitecto que se acuerde de diseñar el tejado de un edificio, nosotros queremos que rutas, establecimientos, transportes, sean PARA TODOS, que no tengamos que construir “miniguetos” a la hora de entrar por otra puerta, pedir las llaves de un baño especial, subir a un bus, a un tranvía, entrar a un restaurante,… en fin, una Sociedad Inclusiva, en la que ya no se hablé de capacidades diferentes sino de capacitación de todos. Para ello, hay que cambiar mentalidades, y lo estamos consiguiendo con la gente que viaja y que nos escribe para decirnos que en tal lugar hay adoquines en la calzada, o bordillos altos, o que se puede acceder con coche hasta un lugar determinado.
Definir la accesibilidad o la accesibilidad inversa, comprometer a instituciones, agentes turísticos o compañías de transporte es importante, y también lo es el cambio de mentalidad de los sujetos pasivos, dejar de pensar que “nos lo den todo hecho” y ser flexibles a la hora de decir “no puedo”, si nos lo curramos todos con imaginación, constancia y perseverancia, avanzaremos como nunca hasta ahora lo hemos hecho.
- ¿Has visto una evolución positiva o negativa en cuanto a la accesibilidad en la industria turística? ¿Qué países o lugares te han sorprendido por estar desarrollados en este aspecto tan importante?
En general, y como no podría ser de otra manera, hay una evolución positiva a la hora de encontrar lugares accesibles de manera universal, pero, en mi opinión, y en ocasiones, una excesiva y restrictiva legislación produce efectos contrarios a los que se quiere conseguir.
Se habla de una normativa europea en materia de protocolo para personas con capacidades diferentes por ejemplo en aeropuertos y vuelos, pero luego cada aeropuerto tiene sus protocolos de seguridad que, en la mayoría de las ocasiones suponen la separación entre la silla de ruedas y su propietario. ¿Se han parado a pensar que cuando llevan nuestras sillas a la bodega del avión se están llevando nuestras piernas? Los legisladores necesitan una ración de “discapacidad“, pasar unos minutos al mes o al año asumiendo un papel de ciego, sordo, o con movilidad reducida, ver “desde el otro lado” los resultados nefastos de alguna legislación que lo único que consigue es “castración intelectual“.
Curiosamente, me han sorprendido países como Túnez o Costa Rica (sí, ya se que esperaban leer que Europa) donde, diferentes circunstancias, geoestratégicas o socioeconómicas, hacen que tengan menos medios tecnológicos, pero los sustituyen por una calidad humana y una flexibilidad constructiva que hacen más fácil lo que en un principio pueden parecer grandes problemas de accesibilidad. En Europa existe una tendencia a la “sobreprotección legislativa” y hay un temor a que “puedas quedarte peor que estás“.
Cuando he conducido quads, montado en camello, globo, en kayak, ultraligero o he practicado rafting en aguas bravas o snorkeling en el caribe, no he tenido la sensación de correr un mayor riesgo por mi situación.
- ¿Tienes algún lugar (o ciudad) que te guste tanto que de tanto visitarlo ya lo hayas hecho propio? La ciudad o lugar favorita/o de todo viajero.
Tengo un lugar que por haberlo visitado sólo una vez en toda mi vida, si algún día no me encontraís, es seguro que estaré allí. En Uvita, Costa Rica, un rinconcito precioso en el pacífico costarricense, donde tengo la sensación de que es mi SITIO, el lugar al que pertenezco y al que algún día volveré para siempre.
Ese es mi sitio, en una cabañita con lo justo para vivir y disfrutar de una gente a la que nunca le falta una sonrisa y un gesto amable. Allí he dejado amigos increíbles y sinceros.
Hola Asun y Ricardo!
Gracias por seguirnos!
Desde luego que es una prueba y una motivación para luchar por los sueños y aprender a derribar barreras
Saludos!
Maravilloso y laudable el espíritu de superación de Miguel. Desde el primer momento me cautivó sus relatos de viajes y lo sigo con asiduidad. Seguro que cumplirá todos los retos que se proponga.
Un abrazo.
La Vuelta al Mundo de Asun y Ricardo