Budapest, pese a los tópicos, es una ciudad para todas las épocas del año. En su momento ya te comentábamos qué ver y hacer en Budapest y qué hacer en Budapest en verano. Aunque la capital húngara tiene fama de ser fría en invierno, y es verdad, ello no significa que no pueda hacerse absolutamente nada. De hecho, puede ser un gran destino invernal que nada tiene que envidiar a otros destinos europeos clásicos para invierno como Munich o Viena. Te lo mostramos todo en este artículo.
Las termas
Budapest, seguro que ya lo sabes, es una ciudad termal. Algo que ya convierte a la capital húngara en un destino muy apropiado para el invierno. La cantidad de termas que puedes disfrutar son bastantes. Aunque las más famosas son Széchenyi y Géllert, hay otras. Si nunca has estado, vale la pena que te dejes caer primero por ellas debido a lo fastuoso de su arquitectura. Aunque estas dos termas son famosas por sus piscinas abiertas, en invierno permanecen cerradas. Algo que, por cierto, no siempre es así con otras termas. Por ejemplo, las termas de Rudas, a la orilla del Danubio, si bien no tiene una piscina abierta propiamente, sí cuenta con tinajas en el patio donde darse un baño al aire libre. Depende de ti el exponerte al frío, aunque no son pocos los que consideran que este tipo de baños son la mar de saludables. ¡Tú decides! Para saber más, te dejamos nuestro artículos sobre las termas de Budapest una a una.
Mercados de Navidad
Pese a que solemos confundir a Budapest como una ciudad del Este de Europa (sea lo que sea lo que queremos decir con eso), lo cierto es que en muchas cosas Budapest se asemeja más a una ciudad centroeuropea al uso. En este contexto, sus mercados de Navidad son el mismo concepto que podemos encontrar, por ejemplo, en Berlín, Munich y Viena. Multitud de puestos y casitas de madera invaden el espacio público para ofrecer a los viandantes todo tipo de productos: desde comida a vino caliente pasando por artesanía.
De hecho, puede ser una gran oportunidad para probar las dos especialidades húngaras que se preparan y se consumen como si fueran street food: nos referimos al famoso lángos y al kürtőskalács. El lángos es una masa de pan que va acompañada o bien de ajo y pan, o lo que es más común, de tejföl, una crema agria muy característica con queso rallado. Por su pate, el kürtőskalács es una especie de chimney cake a la húngara que está muy, muy rica. Los mercados de navidad más concurridos se encuentran en la parte de la Basílica y en las famosas plazas Deák Ferenc y Vorosmarty.
Enfrentarse a un buen goulash
El goulash es el plato nacional húngaro (aunque podemos encontrar recetas muy similares en países centroeuropeos como República Checa y Polonia). Este plato está disponible durante todo el año, incluso en verano, aunque para un paladar español quizá lo que más le apetezca sea comerlo cuando el frío arrecia. Este plato es un estofado de ternera con cebolla, pimientos, ajo, tomates, diferentes condimentos y una cucharadita de paprika, el pimentón húngaro. Te servirán este plato en absolutamente cualquier restaurante del centro; y, aunque pueda parecer a primera vista, un plato costoso, no lo es tanto: existen lugares donde lo sirven a buen precio. Te aconsejamos también rematarlo con un chupito de pálinka, la bebida nacional húngara: nada más y nada menos que 40-50 grados van a incendiarte el gaznate. Pocas cosas más adecuadas para entrar en calor.
Disfrutar de las vistas invernales desde la Citadella
Ubicada muy cerca de las termas Géllert (de hecho, el monte donde se alza es el Monte Géllert) se encuentra la Citadella. La manera húngara de denominar una ciudadela. Este enclave fue construido por los austriacos para dominar (y cañonear) más fácilmente la ciudad después de las revueltas de 1848. Hoy es uno de los mejores lugares para disfrutar de las vistas. En invierno, con la posibilidad de toparse con un Budapest nevado, es el mejor lugar para obtener las mejores fotos de la capital húngara tapizada de blanco. El acceso es gratuito y puedes llegar a ella de tres formas: a pie, en autobús y en taxi. Si optas por hacerlo a pie ten en cuenta que, aunque no presenta tramos especialmente poco accesibles, puede ser muy cansado. Si lo tuyo es ir en autobús puedes tomar el número 27 desde la estación de metro Móriz Zsigmond, en la parte de Buda.
Patinar sobre hielo en el parque Városliget
Városliget es el parque principal de la ciudad, o uno de los más importantes. Se ubica justo detrás de la emblemática Plaza de los Héroes. Es, por cierto, el parque donde también te esperan atracciones como las termas Schéchenyi. Y también un área con diferentes edificios construidos en el siglo XIX que, para celebrar el milenio de existencia de la nación húngara, recrean desde entonces su arquitectura tradicional. En definitiva, un lugar con muchas cosas que hacer durante todo el año que en invierno, además, tiene una más: una enorme pista de hielo. Suele ser un lugar muy concurrido por húngaros y es extraordinario para patinar rodeado de edificios de gran elegancia arquitectónica. Te aconsejamos que vayas allí a pie recorriendo la Avenida Andrássy, una calle declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que te conducirá directamente hacia la Plaza de los Héroes que da acceso al parque.
Disfrutar de la dinámica vida musical de Budapest
Budapest es una ciudad que siempre se ha caracterizado por ser un foco de cultura. El invierno puede ser una gran época para hacerlo, dado que con el frío apetece más permanecer en el interior de lugares bien contemplando una exposición o disfrutando de un concierto. Sobre esto último, Budapest te ofrece grandes posibilidades, puesto que es una ciudad históricamente muy musical. En este contexto, nunca estará de más una visita a su Ópera, uno de los edificios de estas características más fastuosos de Europa. También vale mucho la pena que asistas a un concierto de su famosísima Academia Liszt, uno de las escuelas musicales más reputadas de Europa, a donde muchos jóvenes intérpretes de todos los países van a estudiar para adquirir sus mejores destrezas como instrumentistas. Esta academia, además, se encuentra en una plaza rectangular repleta de cafés con terrazas. En Budapest, estas terrazas cuentan con eficientes estufas e incluso mantitas para taparse, por lo que el frío no será nunca un problema.
Irte de museos
En cambio, si lo que te apetece es un buen museo, Budapest anda sobrado de ellos. El Museo de Bellas Artes (Szépművészeti Múzeum), alberga obras de gran calidad de pintores como Rembrandt, Goya y Tiziano. Lo encontrarás en la misma Plaza de los Héroes. También es muy aconsejable que, si te gusta la Historia, visites la Casa del Terror, en plena Avenida Andrássy. Se ubica en un edificio que albergó los cuarteles de la GESTAPO y de la KGB. Un historial truculento que ha sido aprovechado para diseñar un museo muy didáctico sobre la complicada historia húngara del siglo XX. ¡Lo mejor es que podrás ver en vivo un tanque soviético!