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Una de las ciudades más interesantes y con el patrimonio histórico más fastuidos del Reino Unido.

Bath es, sin duda, una ciudad atípica. Y probablemente sea una de las ciudades más señoriales de todo Reino Unido, además de una de las localidades con un patrimonio más interesante. Y es que esta ciudad fue, desde muy temprano, apreciada por sus baños termales. Algo que motivó el asentamiento de los romanos y el hecho de que esta ciudad haya estado desde entonces asociada al placer y el recreo. Personas de la talla de Emma Hamilton, Jane Austen, William Wordsworth o Luis XVIII de Francia cayeron rendidos ante sus encantos. En este artículo te mostramos todo lo que hay que ver en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Baños romanos

Sin duda, la primera parada si visitas Bath. Se trata de unas termas romanas cuyo origen se remonta a las primeras décadas del milenio (entre los años 60-70 después de Cristo). Sin embargo, ya los celtas habían disfrutado de las propiedades medicinales de sus aguas. Hoy es un complejo muy interesante cuya apariencia actual es fruto de una reconstrucción llevada a cabo en el siglo XVIII.

El complejo consta de varias áreas, sin duda las más interesantes son la conocida como Gran Baño, una piscina porticada, y el Manantial Sagrado, el surtidor del que surge el agua a 46 grados. Ahora bien, romano, lo que se dice romano… lo encontrarás en los basamentos del Gran Baño. Lo demás, como hemos apuntado, es reconstruido. Sin embargo, en el Museo podrás admirar piezas romanas de extraordinario valor, muchas de ellas procedentes de los elementos decorativos, por lo general de gran fantasía, que embellecían paredes y frisos.

Gran Baño, en Bath

Royal Crescent y el Circus

Un impresionante ejemplo de la arquitectura georgiana. Fue construida en el siglo XVIII bajo los diseños del arquitecto John Wood. Su función era la de albergar el creciente flujo de visitantes que llegaban a Bath deseosos de sumergirse en sus benéficas aguas. Para ello, Wood dispuso más de 30 viviendas alineadas semicircularmente. Una fusión muy ingeniosa entre la arquitectura tradicional inglesa (sobre todo de los pueblecitos de la campiña) y el neoclasicismo más imponente que caracterizó a la arquitectura georgiana. En suma, si te gusta la arquitectura y el arte, no puedes perderte el contemplarlo desde la enorme plaza circular que este monumento abraza.

Royal Crescent, en Bath

John Wood también diseñó un edificio muy similar, aunque de dimensiones algo más modestas y mayor equilibrio: el conocido como Circus. Lamentablemente, el arquitecto no pudo ver su obra terminada, por lo que fue completada por su hijo John Wood el Joven. Esta es, sin duda, otra de las visitas imprescindibles si quieres conocer el Bath más dieciochesco.

Circus (Bath)

Bath Abbey

Un fastuoso edificio que da buena cuenta de lo impresionante que es lo que ha venido a denominarse como “gótico inglés”. Una variante de este estilo arquitectónico que se caracteriza por su extrema verticalidad, su bellísima decoración y una considerable amplitud de espacios. Esta abadía benedictina se convirtió, después de la Reforma, en un centro religioso anglicano, lo cual no ha modificado ni un ápice lo esplendoroso del conjunto. De hecho, si accedes a su interior te quedarás boquiabierto ante sus bóvedas de abanico, un elemento del gótico tardío (el conjunto fue terminado en 1499) en el que de los pilares surgen haces de columnas que se distribuyen de manera abovedada simulando un abanico o bien las ramas de un árbol.

Abadía de Bath

La ribera del Avon y el Puente Pulteney

Después de observar uno a uno los múltiples encantos de Bath, lo mejor es una vista panorámica. Algo que puedes llevar a cabo mediante un paseo por la ribera del río Avon. Desde allí podrás contemplar la arquitectura de la ciudad penetrada del intenso verde de la campiña que caracteriza a esta inolvidable región inglesa. Por cierto, si quieres explorar la famosa campiña inglesa, tienes varias opciones para un roadtrip de lo más pintoresco. No tienes más que leer nuestro artículo sobre qué ver y hacer en la campiña inglesa.

Bath (Inglaterra)

Te recomendamos también que recorras la ribera del Avon para toparte con el famoso Puente Pulteney, uno de los pocos puentes del mundo con casas. Fue construido en 1773 siguiendo los diseños de Robert Adam, aunque posteriormente se han realizado muchas reformas que, para muchos, no han sido siempre las más acertadas. La fachada sur es, sin duda, la más elegante e interesante (todo lo contrario que la más desangelada fachada norte). Además, en las casas que alberga podrás encontrar sitios en donde tomarte algo.

Puente Pulteney

Bonus track: el Bath de Jane Austen

¿Te fascina la autora de Orgullo y prejuicio y Sentido y sensibilidad? Pues estás de enhorabuena. La famosa escritora pasó largas temporadas en Bath y ello ha dejado un rastro que hoy en día puedes disfrutar a través de diferentes actividades turísticas.

El Jane Austen Centre será la primera parada del camino, este ofrece la posibilidad de disfrutar de un contexto de época. Tomar una taza de té en la Jane Austen Regency Tea Rooms es casi una obligación.Las Assemblys Rooms fueron la sede de los más preciosos bailes y el punto de encuentro de diferentes círculos sociales. Jane, que adoraba bailar, acudió a numerosas reuniones, donde además de disfrutar de una taza de té, también se jugaba a las cartas y se escuchaba música. Hoy, sus habitaciones albergan las salas del Museo de la Moda, el cual cuenta con una amplia colección de vestidos usados en tiempos de Austen.

Probablemente el mejor plan para acercarse a esta autora en Bath es dejarse caer por la ciudad en el mes de septiembre, cuando tiene lugar el Jane Austen Festival. Unos días en los que la gente pasea por Bath vestida de época para disfrutar de diversos eventos culturales y musicales que tienen lugar.

Viajar a Bath: información práctica

Ficha básica:

  • Moneda: La libra. Un euro equivale a 0,90 libras esterlinas (tipo de cambio a diciembre de 2020).
  • Horario: Una hora menos que en Península y Baleares.
  • Clima: Inviernos largos y lluviosos y veranos agradables y, en ocasiones, nublados.

¿Cómo llegar a Bath?

Bath no cuenta con aeropuerto por lo que la mejor opción es llegar a ella desde Londres o desde Bristol. Para serte honestos, creemos que la opción más cómoda es reservar unos vuelos baratos a Bristol y desde allí desplazarte en autobús o en tren hasta Bath.

¿Cómo moverse por Bath?

Con sus apenas 100.000 habitantes, Bath es una ciudad que puede recorrerse tranquilamente a pie. Además, todos sus atractivos están bastante concentrados en el centro, por lo que no te será necesario tomar el transporte.

¿La mejor época para ir?

Desde el punto de vista del clima, la mejor época, sin duda, es el verano. En cambio, si lo que te interesa es su vertiente cultural, especialmente el Festival Jane Austen, lo mejor es visitarla entre el 16 y el 24 de septiembre en 2012.

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IMG: iStock; Wikipedia.

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