El río Rin es uno de los símbolos de Alemania. Presente hasta en sus leyendas más antiguas, no puede entenderse el país germano sin la aportación de este importante río europeo. La buena noticia es que existe una ruta, denominada Rin Romántico, que se adentra en el valle del Medio Rin y abarca los estados federados de Hesse y Renania-Palatinado. En definitiva, una inmersión en los hermosos paisajes alemanes y en el pintoresquismo de sus ciudades. Dos atractivos irresistibles que han propiciado que esta ruta haya sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. ¿Quieres conocerla más a fondo? ¡Sigue leyendo! Aunque si quieres saber más sobre otras rutas fluviales europeas, no puedes perderte la Ruta del Danubio.
Rüdesheim am Rhein
Podemos comenzar nuestra ruta en esta encantadora localidad de Hesse. Aunque no siempre es bien conocido, Alemania alberga grandes viñedos, muchos de ellos posibles gracias a las fecundantes aguas del Rin. Es, precisamente, el caso de Rüdesheim am Rhein. Si te encantan los paisajes humanizados, nada mejor que observar las panorámicas de viñedos que se extienden en las laderas del Rin. Por lo demás, el pueblo es de un pintoresquismo medieval que no puedes perderte. A este respecto te aconsejamos visitar su Drosselgasse, una calle que te transportará a la Edad Media. Y para disfrutar mejor de las vistas, te aconsejamos desplazarte a la montaña del Niederwalddenkmal, a la que puedes ascender en telecabina, y donde, además de buenas panorámicas te aguarda un monumento impresionante de 38 metros de altura erigido para celebrar la fundación del Segundo Reich Alemán en 1871.
Castillo de Rheinstein
A apenas 40 minutos en coche de Rüdesheim am Rhein encontramos una de las joyas de esta ruta: el imponente Castillo de Rheinstein. Un castillo medieval del siglo XIV que se erige sobre un promontorio dominando con su imponente figura el curso del río. A pesar de su belleza padeció el abandono y el olvido durante siglos, hasta que en el siglo XIX fuera restaurado. Entre sus paredes se alojaron grandes personalidades, como la Reina Victoria de Inglaterra. Hoy en día supone una parada muy interesante para los amantes de la arquitectura y, en general, de las vistas increíbles.
Sankt Goarshausen
Otra localidad de lo más pintoresca es Sankt Goarshausen. Un encantador pueblecito de apenas 2.000 habitantes cuyas calles son todo un viaje en el tiempo. Su arquitectura tradicional medieval es encantadora y merece la pena ser recorrida. Destaca de entre todo su patrimonio el Burg Katz, un castillo que se erige solitario en la montaña a cuyos pies se extiende Sankt Goarshausen. Las vistas que te lo mostrarán de manera más imponente pueden obtenerse desde la otra orilla del Rin. Y, si te gusta la Alemania mágica, aquí tienes uno de sus lugares emblemáticos: la roca de Lorelei. Lorelei es un personaje mítico de las leyendas alemanas; una ondina que, de manera parecida a las sirenas de La Odisea de Homero, atraía con su dulce canto a los marineros, que acababan estrellándose contra los riscos.
Coblenza
En Coblenza confluyen el Rin y el Mosela; de hecho, el nombre original, Koblenz, hace alusión a esa unión. En el Deutsches Eck, un saliente enorme construido en esta confluencia, podrás asomarte a sus aguas. Te ofrecerá vistas muy bonitas y también un poco de cultura e historia alemanas. Y es que este lugar está presidida por la colosal escultura de más de 30 metros de altura de Guillermo I. También merece mucho la pena que visites Ehrenbreitstein, considerada como la segunda fortaleza más grande de Europa. Si lo tuyo es disfrutar más del callejeo, en el Altstadt puedes hacerlo a placer, pues te saldrán al paso las hermosas casitas medievales tan típica de la región. Pero si de lo que se trata es de arquitectura, Coblenza tiene dos magníficos monumentos, el Palacio de los Príncipes Electores, construido a finales del siglo XIX y el Castillo de Stolzenfels, construido a mediados del XIX sobre un antiguo castillo medieval.
Andernach
No estamos ante una ciudad alemana cualquiera, ¡y es que se considera que Andernach es una de las ciudades más antiguas del país! Lo demuestran los asentamientos romanos producidos hace más de 2000 años y de los que se conservan algunos restos. Por lo demás, Andernach es pura Edad Media, sobre todo gracias a sus monumentos como la Iglesia de la Asunción de María, un templo románico de lo más impactante. Aunque por lo que Andernach es más conocido es por albergar el géiser de agua fría más alto del mundo. Su altura máxima de erupción es de nada más y nada menos que de 60 metros y puede verse en los meses entre marzo y octubre. Sin duda, un broche de oro a nuestra travesía por el Rin más romántico.