Te mostramos las mejores cosas para ver y hacer en la parte oeste de Sicilia, partiendo de Palermo, la capital de la isla. Un recorrido cultural, artístico, natural… ¡y con unas excelentes playas!
Hoy hemos decidido consultar a nuestro colega Antonio, editor de Il Magazine del Viaggiatore y palermitano de pro, para que nos cuente lo mejor de su amada isla de Sicilia, haciendo especial hincapié en la parte occidental, quizá menos turística que la oriental, pero igualmente rica en patrimonio, naturaleza y playas estupendas.
¿Y cómo viajar a Sicilia? Puedes encontrar vuelos baratos a Palermo desde Madrid o Barcelona con Ryanair o Vueling. Una vez aterrizado, te recomendamos que alquiles un coche en Palermo, para moverte con libertad por la isla.
Palermo
Fundada por los fenicios entre los siglos VII y VI a. C., la capital siciliana conserva todos los restos de las civilizaciones que han transitado o dominado la isla. La Catedral, el Palazzo dei Normanni (actual sede de la Asamblea Regional Siciliana), el Palacio de Zisa, la iglesia de San Giovanni degli Eremiti, el Teatro Massimo, el Teatro Politeama o la catedral de Monreale —con sus preciosos mosaicos— son algunos de los lugares que no te puedes perder en una visita a Palermo.
Y entre visita y visita, nada mejor que darse un chapuzón en sus excelentes playas urbanas: Mondello, Capo Gallo, Capaci, Addaura o Sferracavallo ofrecen al visitante un refrescante baño sin salir de la ciudad.
¿Y dónde salir de fiesta en Palermo? La movida palermitana es particularmente intensa, por lo que encontrarás numerosos locales por donde salir. En el centro de la ciudad te recomendamos el mercado de Vucciria, excelente para descubrir la gastronomía local durante el día, pero también durante la noche, cuando la plaza del mercado se transforma en uno de los lugares más animados de la ciudad.
Erice
Esta encantadora villa medieval tiene una situación totalmente privilegiada: encaramada en una roca mirando al puerto de Trapani. Una visita a Erice es un plan estupendo para medio día, para perderese entre sus bonitas calles y visitar sus conventos e iglesias. Además, de camino, disfrutarás de unos paisajes de una rara belleza, combinando el mar con unos preciosos valles.
Riserva dello Zingaro, San Vito Lo Capo y Scopello
Protegida desde 1976, los 7 km de longitud de la reserva natural dello Zingaro es uno de los pocos tramos costeros de Sicilia que no están atravesados por carreteras litorales. La reserva tiene dos senderos: uno interno, donde se pueden admirar numerosas especies protegidas de flora y fauna, y uno costero, el más popular, donde encontrarás numerosas y magníficas calas de aguas cristalinas.
Esta reserva natural une dos famosas playas: la de San Vito Lo Capo, que con su arena blanquísima es considerada como una de las más bellas de toda Italia, y la de Scopello, que no le anda a la zaga en cuanto a belleza.
Cefalù
Este sugerente y antiguo centro medieval, sen plena costa norte siciliana, es una visita obligatoria desde Palermo. La catedral de Cefalù, junto con la de Monreale y otros monumentos de Palermo anteriormente citados forman parte del recorrido árabe-normando declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Segesta, Selinunte y el Valle de los Templos
Cuna de la Magna Grecia, la parte occidental de Sicilia es también rica en restos arqueológicos de la colonización helénica de la isla. A unos 20 km de la Riserva dello Zingaro se encuentra Segesta, conocida sobre todo por su templo de estilo dórico y su teatro, en parte excavado en la roca de la colina. En este impresionante escenario cada verano se representan obras de teatro de la tradición antigua.
Continuando hacia el extremo occidental siciliano nos encontramos con Selinunte, también con templos que dan testimonio de la presencia griega en la isla. Y un poco más adelante, cerca de Agrigento, el increíble Valle de los Templos, uno de los más importantes y mejor conservados sitios arqueológicos de la Grecia Antigua.
Scala dei Turchi
Concluimos nuestro viaje en la costa meridional de la isla, en un lugar único que no te puedes perder: la Scala dei Turchi. La “Escalera de los turcos” es una pared rocosa escalonada (de ahí su nombre) de un llamativo color blanco, que se encuentra entre dos bellísimas playas de fina arena.