Praga es uno de los mejores destinos para una escapada de fin de semana, ¡y durante todo el año! Durante primavera y verano hace bueno sí, pero durante otoño e invierno la ciudad tiene un halo de romanticismo que la hace muy atractiva. Para que no te pierdas nada, y visites todo lo visitable, aquí te contamos lo mejor e imprescindible, ¡pero también lo más alternativo y menos turístico de Praga!
Pero antes de nada, ¿cómo viajar a Praga? Pues no es difícil, ni tampoco caro: puedes encontrar vuelos baratos a Praga con varias aerolíneas lowcost. Aerolíneas regulares, como Iberia o Czech Airlines también ofrecen vuelos directos a la capital checa desde España. Si los reservas con suficiente antelación, podrás encontrar billetes de avión a Praga por cerca de 100 € ida y vuelta.
Las visitas imprescindibles de Praga
En la capital checa hay algunos lugares que no puedes dejar de ver ni visitar, bajo ningún motivo: el Castillo de Praga, el ayuntamiento de la Ciudad Vieja con su famosísimo reloj astronómico, el puente de Carlos, la Plaza de la Ciudad Vieja, el Callejón del oro o la Plaza de Wenceslao.
Una vez que hayas visitado (y disfrutado) de estos lugares, es tiempo de escapar de las masas de turistas y aventurarse en la Praga menos conocida, para descubrir la ciudad en profundidad y darse cuenta de que su belleza y atractivo no se limita a lo que sale en las guías turísticas.
El barrio de Smíchov
Hasta la primera mitad del siglo XX, Smíchov era una población separada de Praga. Hoy en día, es una mezcla de edificios modernos con edificaciones más antiguas. Pero lo que nos interesa de este lugar son los edificios de antiguos abandonados y rehabilitados por artistas, que allí han instalado sus talleres de creación, salas de espectáculos, centros de exposiciones… Un ambiente burgués a la par que bohemio, se podría decir. Nuestra recomendación: Meet Factory, un centro de arte contemporáneo alternativo.
En la ribera del Moldava
¿Sabías que una parte de la Ciudad Vieja se encuentra sobre el agua? Este es el motivo por el que oirás hablar de La pequeña Venecia de Praga. Hay pequeños cruceros en las orillas del Moldava (la más larga del país), en los que podrás navegar por un precio no demasiado caro. Es una buena manera de admirar los encantos de la ciudad desde un ángulo diferente. Si quieres una opción alternativa y barata, nosotros te recomendamos pasear por los muelles del Moldava. De hecho, ¡no puedes dejar de pasear por el puente de Carlos!
El Little Hanoi de Praga
En una zona industrial de la periferia checa descubrirás algo totalmente inesperado: el mercado asiático SAPA. Allí encontrarás multitud de establecimientos y pequeños restaurantes, sobre todo vietnamitas (de ahí el nombre de Little Hanoi). ¡Es el lugar ideal para tomar una excelente sopa al cilantro!
La rica cerveza checa
Lugar de reunión de intelectuales y políticos, el Café Slavia es un lugar destacado en la historia checa, y por lo tanto un lugar de visita obligatoria para los amantes de la historia. Situado a orillas del Moldava, es un lugar ideal para tomar un café o degustar una buena cerveza. Aparte de este lugar nosotros te recomendamos que te dejes guiar por los locales, y que pruebes cualquier pequeño bar que te resulte simpático, ¡seguro que no te defrauda! Y sobre las cervezas, pues lo mismo: te recomendamos que pruebes las cervezas locales de pequeña producción, que conviven en paralelo con las grandes marcas como Pilsner Urquell o Staropramen.
Los bellos cementerios
Los cementerios de Praga son uno de los lugares más interesantes de la ciudad. El Antiguo Cementerio Judío (Starý židovský hřbitov), fue usado desde el siglo XV hasta finales del XVIII. En 1891 se creó el Nuevo Cementerio Judío (Nový židovský hřbitov) para sustituirlo. Allí encontrarás la tumba de uno de los checos más célebres de la historia, Franz Kafka. Además de estos dos, también puedes dar un paseo contemplativo en los cementerios de Vyšehrad o en el de Olšanské Hrbitovy, donde están enterrados numerosos prohombres de la historia checa.
Bienvenido a Žižkov, el Bronx checo
Dicho así, el lugar no invita demasiado a ser visitado, para qué nos vamos a engañar. Su sobrenombre viene de su origen obrero, con fuerte ideología comunista: también es conocido como Žižkov el rojo. Hoy en día, además, alberga una gran comunidad gitana. A pesar de esta “mala fama”, allí podrás encontrar una bella arquitectura modernista, talleres de artistas… pero sobre todo, ¡la mayor concentración de bares de toda la ciudad!
¿Conoces Praga? ¿tú qué nos recomiendas?