¿Sabes dónde se encuentran tus obras de arte favoritas? En este artículo sabrás qué ciudades acogen las imágenes que están en tu salón o en el fondo de pantalla de tu ordenador.
Todos tenemos una obra de arte favorita; algun cuadro predilecto cuya reproducción cuelga de la pared de nuestro salón o habitación. Y, sin embargo, nunca la hemos visto en persona, incluso habiendo estado en la ciudad donde se expone, debido a la falta de información. A continuación te decimos dónde podrás hallar algunas de las obras de arte más importantes. Hacerles una visita puede ser una buena idea para planificar una escapada de fin de semana.
Los angelitos de la Madonna Sixtina de Rafael (Dresde)
Lo hemos visto hasta la saciedad, posiblemente cuelgue de nuestro salón o haya sido la foto de la carpeta que llevábamos al instituto. Lo cierto es que jamás del detalle de una pintura ha sido tan conocido. Así es: no se trata de un cuadro en sí, sino de dos angelitos que aparecen discretamente en el extremo inferior del cuadro de Rafael llamado la Madonna Sixtina. Puedes ver el lienzo en el Gemäldegalerie Alte Meister de Dresde, un museo que, además, atesora otras obras maestras del Renacimiento italiano.
El beso, de Klimt (Viena)
Imagen conocidísima que puede verse en persona en la Galeria Österreichische de Viena. Un museo en el que se encuentran otras maravillas de lo que se conoce como Sezession, un Modernismo a la vienesa. La visita merece la pena puesto que el museo está situado en uno de los palacios más llamativos de la ciudad, el Belvedere, rodeado de jardines por los que vale la pena darse una vuelta.
La gran ola de Kanagawa, de Hokusai (Nueva York)
Se trata de la estampa japonesa más conocida y una de las imágenes más admiradas del mundo. Aparentemente sencilla, es una imagen de gran complejidad pictórica que no desvela todos sus misterios en las primeras visualizaciones. Por ejemplo, ¿habías reparado en el Monte Fuji que aparece al fondo? Si quieres contemplarla en directo actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Nueva York, más conocido por MET.
El grito, de Munch (Oslo)
Una pintura tan célebre que podría decirse que es un icono. Puede verse en el Museo Munch de Oslo, un espacio que alberga otras muchas pinturas del artista. Se trata de una obra que ha hecho correr ríos de tinta y ha sido considerada por la crítica como emblema de muchos estados de ánimo: la angustia, el sentimiento del absurdo y otras cosas feas. Aunque es recordado por esta pintura en especial, Eduard Munch es el pintor nacional de Noruega y autor también de otras muy interesantes pinturas que pueden disfrutarse en la misma visita al museo que lleva su nombre.
Nighthawks, de Hopper (Chicago)
Está en el Instituto de Arte de Chicago. Un cuadro que es una imagen muy cinematográfica y cotidiana. En eso reside parte del reconocimiento del que goza: es una escena habitual de nuestra vida moderna. Soledad, aislamiento y un poco de misterio: ¿de qué hablarán el hombre y la mujer?, ¿qué le ocurre al personaje solitario que está de espaldas? Tal vez puedas llegar a una respuesta si vas a Chicago y lo ves en directo.
La enésima locura de Dalí (Figueras)
Aunque no es una pintura, Dalí reproduce con objetos su obra, esta sí pictórica, Retrato de Mae West. Se encuentra en el Teatro Museo Dalí de Figueras, un museo, por cierto, que es una obra de arte en sí mismo. Diseñado por el propio Dalí es todo un derroche de fantasía e irreverencia: en su exterior podrás ver panes adheridos a la fachada, así como unos huevos gigantes coronando sus torres. Igual que su autor: indefinible.
Sopa Campbell, de Warhol (Nueva York)
Una obra que es, en realidad, 32 pinturas. Es tal vez, el emblema del movimiento artístico conocido como pop-art cuyo máximo reprsentante fue Andy Warhol. Lo puedes ver en el MOMA de Nueva York, uno de los museos más prestigiosos del mundo por su completísima colección de arte contemporáneo.
Pinturas de Mondrian (La Haya)
¿Cuántas veces habremos visto estos diseños en reproducciones o estampados de todo tipo? Son obra del artista holandés de principios del siglo XX Piet Mondrian. Un artista que, a pesar de lo prosaico de los contextos en que solemos ver sus obras, se cuenta entre uno de los introductores de la abstracción geométrica. Lo podrás ver en el Museo Municipal de La Haya, museo que actualmente alberga una buena parte de su obra.
La joven de la perla, de Vermeer (La Haya)
También en La Haya, pero en el Maruitshuis, podrás ver esta famosa imagen del pintor holandés Vermeer que inspiró la película homónima estrenada en 1999. Se trata de un retrato tan encantador como misterioso que sabe aunar el realismo y la sensación de irrealidad al mismo tiempo. Dos características que se intensifican si se contempla la pintura en persona.
El Nacimiento de Venus, de Botticelli (Florencia)
Todos la hemos visto reproducida multitud de veces; incluso lo podemos tener como imán de nuestra nevera. Sin embargo, no es tan común el haberlo visto in situ. Lo podrás hacer en la Galería de los Uffizi, en Florencia. Un museo que, además, acoge numerosas obras maestras del Renacimiento italiano. Dice la leyenda que fue contemplando estas obras cuando Stendhal tuvo el famoso síndrome que lleva su nombre. Sin embargo, no dejes pasar la ocasión: Stendhal tenía muy poco aguante.
La última cena, de Leonardo da Vinci (Milán)
Como seguro que ya sabes que su pintura más conocida, La Gioconda, se ubica en el Louvre en París, pasamos a otra que no es menos conocida y reproducida: La última cena. Cuadro enigmático donde los haya y protagonista de alguna que otra película, vale la pena que lo veas in situ si estás por Milán. Sobre todo por lo impactante de sus dimensiones: casi 5 metros de alto por prácticamente 9 de ancho. Se ubica en Santa Maria delle Grazie, una iglesia que es en sí misma otra obra de arte.
Las Meninas, de Velázquez (Madrid)
Una de las obras maestras incuestionables de la historia de la pintura y resumen insuperable de la pintura barroca europea y española. Poco hay que decir de este cuadro que no se haya dicho antes. Su luz ubicua que parece desdibujar las formas, lo enigmático de su escena (¿a quién retrata Velázquez?) y su superlativa factura artística son sólo 3 de sus virtudes. La podrás ver en el Museo del Prado de Madrid. Por cierto, ¿sabías que los espacios urbanos del Paseo del Prado y el Retiro (entre otros) han sido declarados Patrimonio de la Humanidad? Te contamos todo en nuestro artículo sobre qué ver en el Paisaje de la Luz de Madrid.
El Guernica, de Picasso (Madrid)
Otra de las pinturas imprescindibles de la pintura española y universal. Cuentan que Picasso autorizó a que este cuadro estuviera en España una vez muerto Franco. Dicho y hecho. Su traslado a Madrid no estuvo exento de polémicas dado que se pensó que el lugar más adecuado era la localidad vasca que da nombre a la obra. Al margen de controversias, el Gernica de Picasso es uno de los cuadros más emblemáticos del activismo por la paz y del horror de la guerra. Es, de hecho, la joya del Museo Reina Sofía en Madrid. Otro más de los grandes museos de la capital; si quieres conocerlos todos, aquí te dejamos nuestro artículo sobre los mejores museos de Madrid. Y, si quieres seguir explorando el arte español, aquí puedes descubrir las mejores obras de arte español y dónde verlas.
Los girasoles, de Van Gogh (Tokio)
Van Gogh pintó varios lienzos con el tema pictórico de los girasoles. Sin embargo, el más famoso fue el Jarrón con catorce girasoles que fue adquirido a finales de los 80 por casi 40 millones de dólares. Una suma que convirtió a este cuadro durante mucho tiempo en uno de los más caros del mundo. Aunque la adquisición fue a cargo de un particular, hoy se puede ver en el Sompo Museum of Art de Tokio.
La ronda nocturna, de Rembrandt (Ámsterdam)
Uno de los cuadros más célebres del barroco por su magistral uso de la luz. Pero también por su misterio, y es que todavía no queda muy claro a qué responde la escena. En principio se trata de uno de los habituales retratos colectivos de burgueses que proliferaron en la pintura holandesa barroca, aunque existen muchas incógnitas. ¿Cuál es el papel de la niña? ¿Cuál es el porqué de algunas de las actitudes de los personajes? Numerosos misterios que puedes tratar de resolver en persona viéndolo en el Rijksmuseum de Ámsterdam.
Y esto es sólo una pequeña parte de lo que te está esperando. Si te has quedado con ganas de conocer otros museos que puedas visitar, te descubrimos también los museos más visitados del mundo.