Te damos pistas sobre cómo hacer para terminar el viaje con todos los objetos importantes con los que empezaste.
El pasaporte, la tarjeta de crédito, los billetes de avión, el dinero, tus fotos o tu teléfono son objetos que nos facilitan nuestro viaje y que sin ellos podemos llegar a pasar algún que otro apuro. Coge la libreta y apunta estos 11 trucos. Y, si quieres más información, aquí te dejamos un artículo sobre los mejores enseres de viaje para guardar tus objetos de valor.
Comprar una riñonera interna
Barato pero imprescindible para cualquier viaje donde nos estemos moviendo continuamente de un lugar al otro. Existen riñoneras planas donde se puede guardar la documentación, las tarjetas de crédito o el dinero en efectivo. Además son riñoneras que se ponen por detrás de la camiseta y apenas se nota. Termina siendo una parte de ti y te sientes extraño cuando no lo llevas. Es aconsejable también que la documentación las cosas importantes vayan dentro de un plástico. Así, en caso de lluvia o un día de mucho calor, la humedad no estropeará tus documentos.
Llevar un móvil malo
El teléfono es un objeto muy jugoso para los amigos de lo ajeno. Un robo lo podemos sufrir en cualquier lugar del mundo, pero son situaciones muy extrañas y nada usuales. Sin embargo cuando viajamos, no conocemos los lugares por los que circulamos y es posible que por error puedas entrar en alguna zona en la que no sea muy recomendable estar. Te animamos a llevar un teléfono básico, diferente al principal donde tengas tus contactos y que uses para enviar fotos a tu familia sobre el viaje. Porque bajo una situación en la que una persona te quiera robar el móvil le podrás dar ese otro teléfono que no uses y así no pierdes tanto y el ladrón no te dará problemas.
Llevar dos USB
Es, sobretodo, en los viajes largos, cuando realizamos la mayor cantidad de fotos y videos y muy posiblemente nos quedemos sin espacio en las tarjetas de memoria y debamos guardar diferentes fotos en memorias externas o USBs. Te recomendamos encarecidamente que guardes las fotos en dos USBs diferentes y los guardes en lugares diversos. Cuando un viajero piensa en ello, muchas veces le crea más desasosiego perder las fotos de su aventura, de una etapa de su vida fundamental para su desarrollo personal, las imágenes de esos amigos que aunque no vuelvan a ver nunca más ya tienen un lugar en su corazón, que perder el pasaporte, con todos los problemas que ello supone.
Elige alojamientos seguros
A la hora de escoger alojamiento también puedes tener en cuenta factores de seguridad. Por ejemplo, puedes leer reseñas con el objeto de detectar algún comentario negativo sobre su seguridad (o un positivo). También prioriza aquellos que pongan a tu disposición cajas fuertes en la habitación. Esto puede ser útil, además de para mantener a buen recaudo tus cosas en la habitación, a poder salir con el dinero imprescindible y evitar así que un robo te deje prácticamente con lo puesto.
Extrema la precaución en el metro
Es de todos sabido: los metros son un festín para los carteristas. Las aglomeraciones y los frecuentes roces entre usuarios pueden causar que te limpien la cartera y el móvil y ni te des cuenta. En ese caso, evita en cualquier caso llevar estos dos objetos en bolsillos exteriores, sobre todo de los abrigos. Es en este tipo de prendas cuando un hurto realizado con cierta destreza ni se nota. Si llevas una mochila lo mejor es que la cuelgues de tu parte delantera. Así la tendrás controlada en todo momento y podrás advertir fácilmente si alguien intenta abrir la cremallera.
Ve bien preparado a la playa
La playa es un destino casi inevitable en ciertos destinos y eso los carteristas lo saben bien. ¿Hay algún lugar más propicio para robar sin que la víctima se de cuenta? Las aglomeraciones de gente y la costumbre de irse al agua dejando las pertenencias solas son solo dos factores. Es por ello que lo aconsejable es que lleves contigo lo imprescindible en lo referente al dinero y a aparatos electrónicos. De todos modos una buena idea es adquirir una bolsa impermeable donde introducir tus pertenencias y documentos y llevártela contigo al agua. Es verdad, tiene poco glamour, pero menos elegante es la cara que se le queda a uno cuando es víctima de un robo cuando está disfrutando de un baño.
Vigílalo todo… incluso tu consumo de alcohol
Muchos robos en viajes se producen cuando la víctima está en estado de embriaguez. Los ladrones lo saben bien y, de hecho, muchas bandas de carteristas y maleantes se organizan deliberadamente para atacar a turistas borrachos. No es necesario para ello que vayas haciendo eses o, como quien dice, “arrastrándote” por el suelo. Basta con que te vean un poco perjudicado para ir a por ti (es muy frecuente, en estos casos, los robos a turistas ebrios atacándoles por detrás con la técnica del “mataleón”). La vulnerabilidad de una persona ebria es evidente: la reacción es mucho más lenta e incluso la percepción tanto del riesgo como de lo que está ocurriendo a su alrededor está alterada. Por lo tanto, si vas a volver caminando a casa tras una noche de farra, mejor toma un taxi. Y, si no tienes más remedio que caminar, modera tu consumo de alcohol.
No vayas por ahí “dando papaya”
La expresión “dar papaya” es común en Colombia y se refiere a aquellas personas que se pasean por ciertas zonas poco aconsejables haciendo ostentación de llevar objetos de valor. Nos referimos, por ejemplo, a pasearse de noche por una zona complicada llevando un reloj caro. O unos zapatos de elevado precio. Es un auténtico cartel luminoso invitando a que te roben. Por tanto, tienes dos opciones: bien evitar ese tipo de zonas o descartar el llevar ese tipo de enseres. En muchos lugares optar por la primera sería suficiente; pero existen destinos que, lamentablemente, no existe esa seguridad incluso paseándose por zonas céntricas y turísticas.
Repartir el dinero (u optar por métodos de pago contactless)
Es conveniente que si contigo llevas bastante dinero en efectivo, en algún momento del viaje, lo repartas por diferentes lugares de tu equipaje. La razón es sencilla, en el caso de tener todos tus posibles juntos, si por cualquier motivo te olvidas o te usurpan la cartera, la bolsa donde lo tengas guardado te encontrarás con un serio problema. Nosotros te recomendamos guardarlo en varios lugares, puedes repartirlo por la mochila (en los calcetines, dentro de alguna chaqueta, en el saco de dormir) además de llevar contigo parte del dinero. Eso sí, recuerda bien dónde lo has escondido para no tener un despiste y perderlo en la lavadora, mientras los calcetines se limpian. Otra opción, cada vez más extendida, es la del pago con tarjeta. En este artículo te mostramos los países que ofrecen mayores facilidades para pagar sin efectivo.
Dormir con ellos
Es durante nuestros tiempos de descanso cuando más vulnerables a posibles robos somos, el cansancio te acecha tras llevar todo el día viajando, andando o pedaleando si eres un cicloviajero, y decides echar una cabezada y descansar hasta el día siguiente. La mayor parte de las noches dormirás en un lugar conocido o lejos de preocupaciones, como pueden ser casas de conocidos, hoteles, hostales. Sin embargo puede que otras noches te toque pernoctar en trenes, estaciones de atuobuses o incluso algún parque. En esas situaciones donde lo que tenemos alrededor no es un ambiente que nosotros controlemos, te proponemos que duermas con tus objetos de valor cerca, es decir, que ningún despiste haga que nos acordemos de forma negativa durante un tiempo, de esa noche.
Y si todo lo anterior falla… contrata un seguro
Sería muy mala suerte que, a pesar de tomar tantas precauciones, finalmente fueras víctima de un robo. Para minimizar los daños de un robo, siempre puedes contratar un seguro de viaje que cubra este tipo de percances. Este tipo de seguros suele cubrir objetos de valor, maletas y dispositivos electrónicos. Ahora bien, existen cosas que son imposibles de cubrir, como la documentación personal. Es por ello que, si quieres poner un último candado a tu viaje, además de contratar un seguro, pongas a buen recaudo tus documentos de viaje y personales. Además, recuerda que para que el seguro cubra el robo debe existir fuerza o intimidación. Si te olvidas de un objeto en cierto lugar o la sustracción se debe a un descuido tuyo, eso no quedaría cubierto.
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