El Magazine del Viajero
Te proponemos 6 pasatiempos para entretenerte durante tu viaje transoceánico.
Cuando estás planteando un gran viaje, una gran aventura, como puede ser viajar a Sudamérica para recorrerla en autostop, la fase anterior a ese primer paso que pones en la ruta, será un viaje en avión de muchas horas en las que el tiempo muchas veces puede parecer ir mucho más lento de lo normal, no te preocupes son los nervios y las ganas que tienes por comenzar. Desde el Magazine del Viajero te queremos proponer 6 pasatiempos para que ese viaje pase lo más rápido posible y de la mejor manera.
Dormir
Un viaje transoceánico suele durar bastantes horas y aunque tengas muchas ilusiones y ganas por delante, es bueno que descanses. Además puedes tomarlo como una estrategia para no sufrir un jet lag, calculando las horas de diferencia y sabiendo a qué hora local llegarás a tu destino, podrás intentar arrancarle horas al sueño para que cuando llegues el choque no sea tan fuerte. Además los aviones que tienen trayectos tan largos, no suelen ser incómodos y tienen diferentes servicios que un avión low-cost no ofrece. Si tienes frío no dudes en pedir una manta, lo más importante es que puedas conciliar los sueños, justo antes de comenzar a vivirlos.
Conocer a tu compañero de asiento
Uno nunca sabe las historias que se guardan en las personas que nos rodean. En un viaje donde se salta entre continentes hay grandes relatos viajeros de los que seguro, algo, podrás aprender. Un viaje transoceánico dura muchas horas y aunque bien es cierto que cada persona tiene su pensamiento colocado en alguna de sus preocupaciones, como puede ser en tu caso el viaje que te espera por delante, no será raro entablar conversación con tu compañero de asiento. Puede que sea otro viajero empedernido como tú y os podáis dar información sobre lugares a visitar o rutas que tomar. Pero también es posible que la persona que se sienta a tu lado, sea autóctona del país al que te diriges a viajar y puedas encontrar el primer amigo de tu aventura. Seguro que te dará muy buenos consejos para moverte sin problemas, te recomendará los mejores lugares y quién sabe si te pueda dar algún contacto para tener lugares donde dormir a lo largo de tu gran viaje.
Ver una película o escuchar música
Evadirte de todo y meterte en las historias que cuentan los guionistas de las mejores películas. Es una forma muy buena de destensarte, para quitarte de la mente ese nerviosismo de la aventura que está por llegar en unas pocas horas. También puedes dedicarte a escuchar música tanto de las que ofrece la compañía aérea como propia. Nosotros te recomendamos que si llevas música descargada por ti, tengas siempre a mano esa canción que te arranca una sonrisa, que te lleva a recuerdos preciosos, pero que también te descargues canciones que nunca hayas escuchado, porque eso es lo que te espera por delante, el descubrimiento de nuevas cosas y experiencias. Una buena película o un emotivo disco hará que las manecillas del reloj corran más deprisa, además de relajarte.
Escribir sobre el viaje que te espera
Puede que antes de empezar tu viaje te hayas propuesto la idea de relatar tus andanzas escribiendo un blog de viajes a la gente para que puedan seguirte y apoyarte durante tu aventura. Los momentos que te regala un vuelo tan largo es imprescindible para echar tu imaginación a volar, pero también para recordar a la gente que dejas atrás, para echarlos de menos antes de comenzar a cambiar, porque nunca serás la misma persona cuando vuelvas de tu viaje. Saca la libreta, desenfunda tu bolígrafo y deja que tu mano empiece a dibujar con palabras. No seremos nosotros quienes te digamos sobre qué puedes escribir, pero es muy probable que seguramente te vengan palabras para la preparación que hiciste para estar en ese momento sentado en el avión, palabras sobre la esperanza del viaje que se te viene o de esas personas que aunque las vayas a tener lejos siempre estarán a tu lado.
Juega a adivinar vidas
Cuando el aburrimiento esté llamando a tu puerta y no quieras otra cosa que bajarte ya del avión pero no tengas otra opción que esperar, puedes inventarte juegos. Por ejemplo, y con esta actividad podrás estar bastante tiempo, puedes probar a adivinar vidas a través de la información que te den las caras, las formas de moverse, las expresiones o la vestimenta de cada uno. Es muy posible que no puedas contrastar tus suposiciones con la realidad porque eso te llevaría a conocer a todos los pasajeros del avión, pero si alguna persona te crea mucha intriga, por qué no preguntarle y entablar una agradable conversación. Si tu viaje es acompañado, las posibilidades se abren a un sinfín de actividades, desde jugar a las cartas al mítico y siempre bienvenido juego del “veo veo”.
Lee un buen libro
Un libro es la solución a muchos problemas, te da la oportunidad de vivir las historias de personajes reales o ficticios a través de las libras escritas por otros. Puede que el libro que tengas delante sea una guía del país que vas a visitar, puede que sean las memorias de grandes viajeros o simplemente una buena novela que te distraiga de ese vuelo que está durando muchas horas. Siempre es bueno viajar con un libro porque más adelante, cuando lo termines, seguro que puedes intercambiarlo con otro viajero y descubrir nuevos autores e historias a lo largo de países en tu aventura. Eso sí, recuerda cogerlo cuando te bajes del avión, porque no serás la primera persona en olvidarte tu querida lectura en el transporte que acabas de dejar.
