El Magazine del Viajero
Estos son los libros que atesoran todo un mundo entre sus páginas.
No siempre podemos hacer los viajes que nos permiten disfrutar de esas cosas que tanto nos gustan como por ejemplo gozar de la brisa del Adriático, recorrer la campiña inglesa, desayunar con la vista puesta en la Torre Eiffel o asomarse a las cataratas del Iguazú. Sin embargo, los libros pueden ser una buena manera de abrir nuestra cuatro paredes y adentrarnos en esas ciudades y paisajes que algún día visitaremos. Te sugerimos algunas lecturas viajeras que cumplen con creces esta función evocadora. Puedes ampliar títulos con nuestro artículo sobre las mejores lecturas para el verano. Y, si te apetece hacer tus pinitos en la escritura, te damos consejos en nuestro artículo sobre cómo escribir un relato de viajes.
Viajes con Heródoto (Kapuscinski)
Kapuscinski puede pasar, sin demasiada discusión, como uno de los mejores reporteros y cronistas del siglo pasado. Algo que demuestra con creces en este libro, una obra a caballo entre el libro de viajes, el diario personal, el ensayo y la divulgación histórica. Y es que, paralelamene a las andanzas de Kapuscinksi por India, China y África, se proponen al lector pequeños apuntes de los viajes de Heródoto, el historiador de la Antigua Grecia, uno de los primeros viajeros que recorrieron infinidad de lugares tomando notas y hablando con las gentes para elaborar su famosa Historia. Hay que recordar que en la época de Heródoto la Historia no era tanto el estudio de fuentes sino la descripción de lugares y hechos en base a tradiciones orales y lo que la gente aún entonces contaba. Una empresa que suponía mucho esfuerzo y curiosidad sobre todo en una época en la que no había vuelos baratos a Grecia. En suma, este es un libro en el que se dan cita el mejor cronista de la antigüedad y el mejor cronista de los tiempos recientes.
Los senderos del mar (María Belmonte)
Este libro, subtitulado “Un viaje a pie”, nos adentra por la belleza de la costa vasca. Una buena opción si lo que buscamos no es un libro de exploradores sino más bien un sosegado itinerario ya conocido que al ser revisitado desprende nuevos significados y redimensiona la belleza de los lugares. En su itinerario, la reconocida autora de otro libro de viajes Peregrinos de la belleza, hace alarde de su capacidad divulgativa. En su libro descubrimos que los paisajes son mucho más que bellas vistas. Belmonte nos descubre que en los lugares reposan muchos significados (históricos, legendarios, literarios, musicales, cientificos…) que sólo están esperando a que los descubramos.
El orbe a sus pies (Pedro Insua)
Con motivo del 500º Aniversario de la vuelta al mundo de Magallanes-Elcano que tuvo lugar el año pasado, muchos fueron los libros editados sobre esta gesta. Uno de los más completos, rigurosos -y, al mismo, tiempo amenos- es El orbe a sus pies. El libro narra detalladamente este sobrecogedor viaje, el primero que rodeó la tierra, así como sus consecuencias científicas y culturales sin parangón en la Historia. El lector que se adentre en sus páginas acompañará a Magallanes, y tras su muerte en Filipinas, al vasco Elcano en un itinerario donde lo el heroismo, la tragedia y la fascinación por el descubrimiento de lo desconocido se anudan constantemente.
El laberinto junto al mar (Herbert)
Zbigniew Herbert fue uno de los grandes poetas del siglo pasado. Una personalidad especialmente fascinada por la civilización griega. En este libro, el poeta polaco da buena cuenta de su amor por esta cultura, que es prácticamente un mundo en sí mismo. El libro es una fascinante mezcla entre el libro de viajes y el ensayo y, a pesar de la admiración que profesa el autor a la cultura helénica, las descripciones sobre lo que ve no son siempre complacientes. Un hecho que propicia que el texto mantenga una ambigüedad, entre la admiración y la melacolía, muy sugestiva.
Estampas de Italia (Dickens)
El inmortal autor de Oliver Twist o Historia de dos ciudades publicó en 1846 este pequeño tesoro fruto de un año de viaje a lo largo de la península italiana. Un viaje, por cierto, que era habitual entre los intelectuales, especialmente del Norte de Europa, durante el siglo XIX. El libro es, como decimos, una delicia. La prosa del autor inglés, incisiva y evocadora a partes iguales, nos descubre una Italia que, para un inglés de la época, emblema del hombre del industrialismo, era prácticamente un vestigio de tiempos pasados. Existe, por tanto, un cierto halo melancólico que rodea la narración, como si Dickens estuviera describiendo un mundo grandioso aunque ya desaparecido que no volverá nunca más.
El Danubio (Claudio Magris)
Este libro, obra del prestigioso germanista italiano Claudio Magris, nos adentra en el corazón de Europa recorriendo una de sus arterias fluviales y culturales más importantes: el río Danubio. Desde Alemania, donde nace el río, hasta el Mar Negro, en donde se extingue, Magris narra las diferentes paradas de un río que es casi una (o muchas) civilizaciones. Algunos itinerarios sirven al autor para reflexionar, no sin cierta melancolía, sobre el esplendor pasado de algunas ciudades a las que baña el río, así como el trágico destino que muchas de ellas hubieron de sufrir durante el siglo pasado. Y todo aderezado con referencias culturales y literarias. Es, en definitiva, una joyita.
La fuga del naúfrago (Miquel Silvestre)
En la entrevista a Miquel Silvestre que publicamos en su día comprobarás que este motero y explorador valenciano es un viejo conocido de El Magazine del Viajero. Y es que nos encanta su estilo de viajar: lanzado a la aventura, sólo con una moto y lo puesto… y todo explicado con una jovialidad y llaneza no pocas veces exentas de interesantes reflexiones. El tema de este libro no puede ser más apasionante: en él Miquel Silvestre se adentra con su moto en Irlanda siguiendo la pista de los náufragos de la Armada Invencible que arribaron a esta isla.
En el camino (Jack Kerouac)
Una de las obras más emblemáticas de uno de los autores clave de la denominada generación beat. El libro, basado en las experiencias del propio Kerouac, nos sumerje en un enloquecido roadtrip a lo largo de América de mano de Dean Moriarty, un personaje literario que es objeto de culto por una legión de hipsters en todo el mundo. El viaje, muy a menudo en Cadillacs y otros coches robados, recorre varias ciudades norteamericanas como Nueva York, Nueva Orleans, Chicago, San Francisco o Ciudad de México. Toda una experiencia iniciática regada con alcohol, marihuana y alguna que otra orgía. En definitiva: un libro muy de su generación.
En la Patagonia (Bruce Chatwin)
Otro gran clásico de la literatura de viajes es la novela “En la Patagonia”. En ella se cuentan las aventuras del joven Bruce Chatwin, quien se embarcó en un viaje en la Patagonia argentina y chilena en busca de uno de sus antepasados. En su periplo, descubrimos los impactantes paisajes de esta apasionante región, las costumbres de sus lugareños, las leyendas que impregnan sus misteriosos parajes… ¡y mucho más! Eso sí, no todo tiene que ser cierto, dado que las malas lenguas aseguran que Chatwin inventó y mucho. De lo que no hay duda es que este libro es un imprescindible de la literatura de viajes. Y Chatwin, incluso cuando inventa (o, deberíamos decir, sobre todo cuando inventa) es siempre literatura en estado puro.
La vuelta al mundo en 80 días
¡No podíamos cerrar esta lista sin hacer mención a una de las aventuras viajeras más importantes de la literatura! Este gran clásico de no ha envejecido ni un ápice desde su publicación en 1873. Acompaña a Phileas Fogg y a su criado francés, Jean Passepartout, en su vibrante aventura por los cuatro rincones del mundo. Un periplo que les lleva desde Londres a los Estados Unidos atravesando Asia. Verne demuestra en este libro sus dotes para recrear ambientes y atmósferas de lo más variopintas, dado que sus personajes transitan ciudades tan diferentes como . ¡Un viaje lleno de humor, vueltas, idas, venidas y mucho enredo!
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