Berlín en 7 películas que se internan por sus calles y su historia.
Berlín es una de las grandes capitales del mundo, y lo es desde hace al menos 200 años. Ello ha sido la causa de un puñado de buenas películas hayan sido ambientadas en sus calles. Y es que Berlín es una ciudad muy atractiva que más que ambientar constituye en sí misma el personaje principal. De hecho, gran parte de las películas que mejor la han retratado la han usado no como escenario sino como tema. Su historia marcada por una extrema dureza, sobre todo en el siglo XX, es una de las causas. ¡Te mostramos algunas de los mejores films que han transitado por sus calles!
Berlín, sinfonía de una ciudad (1927)
Berlín fue una ciudad cinematográfica ya desde que el séptimo arte comenzó a rodar. Una buena muestra es esta Berlín, sinfonía de una ciudad. Todo un hito cinematográfico dado que era una de las primeras muestras de película sin argumento. El hilo conductor de esta película es la propia ciudad, su vida y sus lugares. La excusa que el director Walter Ruttman usa para hacer todo un experimento visual en donde lo más importante son las imágenes, sus formas y cómo se relacionan entre ellas. Es, en definitiva, una película muy en sintonía con las vanguardias de principios de siglo XX. Una rareza muy recomendable.
El hundimiento (2004)
Sobrecogedor retrato de un Hitler en un Berlín sitiado, presa de sus paranoias e incapaz de asumir lo inevitable de la derrota que se cierne sobre él y todo el pueblo alemán. La película ofrece un detallado relato de esos días, además de un retrato muy impactante de lo que aquel momento tan extremo supuso tanto para la plana mayor del régimen nazi como para el alemán de a pie. Para el recuerdo queda la portentosa interpretación de Bruno Ganz que da vida a un Hitler enloquecido y fracasado que avanza poco a poco hacia la certeza sobre la derrota de Alemania y de su propio final.
Good bye Lenin (2003)
Una película cuyo punto fuerte es el equilibrio entre drama y comedia y la capacidad de retratar una época durísima bajo un prisma a ratos desenfadado. La premisa no puede ser más interesante: un joven asiste a la enfermedad de su madre, una convencida comunista, al mismo tiempo que ahí fuera el comunismo en la República Democrática Alemana se está derrumbando. La película es la sucesión de tretas urdidas por el joven para ocultar a su madre esa circunstancia. Los equívocos que se derivan de todo ello hacen de Good by Lenin una película que hacer reír, pero también reflexionar.
Cielo sobre Berlín (1987)
Una película reflexiva y de autor 100%. Concretamente de Wim Wenders, uno de los representantes de aquello que se vino a denominar como Nuevo cine alemán. Un movimiento renovador del cine que contó con otras figuras de renombre como Fassbinder. En esta película nos volvemos a topar con Bruno Ganz, el cual representa a un ángel que vaga por Berlín. Tiene la capacidad de escuchar los pensamientos de las personas, un talento que sirve a Wenders para introducirnos en los pensamientos de los berlineses. Pensamientos que van desde la Segunda Guerra Mundial, al Muro y a cualquier situación cotidiana. La película es introspectiva y advertimos de que no es de fácil visionado. Eso sí, una vez que consigues entrar, se convierte en toda una experiencia cinematográfica.
Cabaret (1972)
La República de Weimar, el régimen acontecido entre el final de la Primera Guerra Mundial y el ascenso del nazismo en 1933, fue una época interesante, un hervidero de vanguardias, nuevas tendencias y personajes estrafalarios. Una época de libertad en la que, sin embargo, el nazismo comenzaba su ascenso, preparando la tragedia que en pocos años sumiría a Alemania en una guerra aún más devastadora. Este musical retrata a la perfección esa época, brindando además algunos de los mejores momentos de este género cinematográfico. Sobre todo en un momento, los años 70, en los que este género parecía haber quedado en desuso y pasado de moda. Y es que para la historia quedará siempre Liza Minnelli cantando Mein Herr.
La vida de los otros (2006)
Durante varias décadas no hubo una Alemania sino dos: la República Federal Alemana y la República Democrática Alemana. La vida de los otros nos narra esta segunda Alemania, la que cayó bajo influencia soviética. Un estado en el que se desplegó una de las redes de espionaje más masivas de la historia. El film sigue los pasos de su protagonista, uno de los responsables de espiar a sus conciudadanos, personaje de vida gris tirando a negra. La historia, desde luego, no es la mejor para una tarde tonta, aunque vale mucho la pena por las cuestiones de alcance político y moral que pone sobre el tapete.
Yo, Cristina F. (1981)
Cerramos la lista con una película que se sale de la temática predominantemente histórica que suele acaparar los acercamientos del cine a esta ciudad. En este caso, el presente film se acerca al Berlín más moderno, el más marcado por esa imagen de ciudad moderna, techno, desacomplejada y con una vida nocturna más que golfa. Una imagen, por cierto, que dura hasta hoy y que está detrás del hecho de que tantos jóvenes reserven vuelos baratos a Berlín para vivir esta excitante faceta de la ciudad. Sin embargo, la película aborda esta peculiar faceta de Berlín desde una óptica oscura. Lo hace a través de la figura de Cristina, una joven que sueña con colarse en la discoteca Sound, algo que finamente consigue pero que la arrastrará a devaneos con la droga y los bajos fondos.