Viajar supone costes, pero también puedes optar por trabajar durante tu periplo y así alargarlo todo lo que quieras. Te mostramos 8 formas de hacerlo.
Han pasado varios meses desde que un vuelo te llevó a Quito y tu dinero comienza a flojear. No te preocupes, la mejor inversión eres tú mismo. Somos seres excepcionales y capaces de muchas cosas. Desde el Magazine del Viajero te proponemos 8 trabajos que puedes realizar durante tu viaje para ingresar dinero y continuar la aventura.
Vender comida
Quizá una de las opciones que más posibilidades te da. Estás visitando nuevos países y la gente autóctona no conoce los manjares que eres capaz de preparar, comidas típicas de tu cultura. Saber hacer una tortilla de patata, una buena pizza o repostería francesa te puede ayudar a seguir viajando. Además no hay mejor sensación que mezclarte con la gente e interactuar con ellos mientras disfrutan de tus creaciones. Eso sí, si no eres buen cocinero, abstente de intoxicar a nadie.
Vender artesanía
Una tarde entera en YouTube más 4 o 5 días de duro entrenamiento para conseguir realizar esa pulsera hecha de tantos nudos, o aprender a tratar el cuero para fabricar una cartera. La artesanía es constancia y tiempo, cosas que durante un viaje no te van a faltar. Con el tiempo es posible que te des cuenta de que el esfuerzo invertido en la mayor parte de las ocasiones no es muy reconocido y te intentarán regatear para hacerse con un colgante de macramé por menos de lo que te costaron los materiales. Paciencia amigo.
Pintar
Si tienes buena mano para el dibujo, puede significar tu pasaporte entre países. Retratos, paisajes, imaginación a golpe de pincel. Pon tu lienzo en una calle concurrida, la gente se parará a mirar y quizá entre tantas personas curiosas se encuentre un mecenas que quiera hacerse con una creación tuya. Además pasarás un rato divertido, siempre que no haga frío.
Trabajar de jornalero
La vendimia, recoger manzanas o hacer la campaña de las fresas. Tu viaje por diferentes lugares te puede llevar a reencontrarte con la tierra. Son trabajos muy duros físicamente, pero compartes la fatiga con compañeros que se pueden convertir en grandes amigos. Si eres urbanita, no dudes en lanzarte a probar nuevas experiencias, aprenderás a cada momento y te tomarán el pelo muy a menudo, las risas y un buen descanso están asegurados al final de la jornada.
Tocar música
¿Para qué sirvieron todos esos años de conservatorio? ¿Por qué te apuntaste en aquel curso donde regalaban una guitarra? Quizá has encontrado las respuestas en una sola frase, viaja con tu instrumento. La música es un lenguaje universal, más plural que los gestos y más armoniosa que algunas palabras con solo 2 vocales y 10 consonantes. Rompe con la vergüenza, dispón tu sombrero bajo tus pies y comienza a tocar. Siempre ocurrirá algo, quién sabe si el próximo disco de platino se encuentra escondido en la mochila que guardas en el trastero, junto con tu ukelele.
Hacer malabares
Encuentra tu semáforo, calcula bien los tiempos (no te vayan a atropellar) y demuestra tu habilidad con las mazas, con el monociclo, con los aros o con todo a la vez. Quizá no está muy bien valorado, pero con la práctica mejorarás cada día y al final todo el mundo se asombrará de tus habilidades. Además quizá puedes viajar montado en tu monociclo, eso te ahorrará mucho dinero en transporte, no tengas prisa por llegar.
Trabajar de camarero
Tus amigos siempre dicen que preparas los mejores mojitos, cuando llegas a una fiesta eres la reina tirando una caña. Demuestra todo tu potencial detrás de la barra de un bar. En muchos países hay locales que contratan a viajantes para subir el caché del lugar y para ayudar a esas personas que llegasteis con la mochila y la tienda de campaña a cuestas. Además no te vendrá nada mal quedarte durante un tiempo en un lugar para recuperar fuerzas, peso en la cartera y ganas de seguir hacia delante sin destino conocido.
Escribir
Si eres de los que cuando escribe una carta la prosa le suena a verso, capaz de generar likes en tus redes sociales con aquello que escribes sin darle demasiada importancia… quizá escribir sea la vocación que te lleve a los lugares más recónditos que nadie conoce. A todo el mundo le gusta leer y mucho más si es de gente que le pone pasión y no lo hace marcado por las pautas de editores o agentes. Desempolva tu portaminas, sacude tu imaginación y deja que tus dedos hagan volar a las mentes que te cruzas mientras viajas.
Y para cuando llegue el verano, consulta nuestro artículo con trabajos de verano para viajar trabajando.