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¿Qué ver y qué hacer en Belgrado? La capital de Serbia no es tan famosa como otras capitales europeas, indudablemente merece la pena, con la ventaja de que hay muchos menos turistas.

La capital serbia ofrece 3 argumentos de peso a los viajeros: es económica, no está abarrotada de turistas y es indudablemente bella y divertida. Además, dada su condición de cruce de culturas, pasear por sus calles es un continuo descubrimiento. ¡Esto es todo lo que hay que ver! Y si quieres visitar Belgrado en el contexto de una ruta más amplia, no te pierdas nuestro artículo sobre la Ruta del Danubio

Información práctica para un viajar a Belgrado

¿Cómo viajar? Puedes encontrar vuelos baratos a Belgrado con Vueling directos desde Barcelona, o con escalas con Iberia, Lufthansa, Alitalia o Turkish Airlines.

¿Cuándo ir a Belgrado? En la capital serbia hace mucho calor en verano y mucho frío en invierno, por lo que la mejor época para ir a Belgrado es entre abril y octubre. Eso sí, tienes la ventaja de que al no ser una ciudad demasiado turística, nunca la encontrarás abarrotada de gente, ni siquiera cuando hace bueno.

¿Cómo moverse por Belgrado? Esto tiene una respuesta sencilla: ¡a pie! Como la ciudad no es muy grande, se puede ir paseando a todas partes, y si no, siempre puedes usar el bus.

Visitar Belgrado

Belgrado, la «ciudad blanca», es ante todo un lugar, en la confluencia del Save y el Danubio. También son 2.600 años de historia y no menos de 30 destrucciones… ¡Belgrado tiene más vidas que un gato!. Con todo, los años de guerra han quedado atrás y la capital serbia se abre hoy a Europa y a los turistas. Con su intensa vida nocturna y cultural, así como un coste de la vida moderado, Belgrado tiene opciones para ser un destino diferente y encantador que te sorprenda. ¡Esto es lo que hay que ver!

Las calles de Belgrado

  • El barrio de Skadarlija: este barrio es una especia de Montmartre parisino… a la serbia: la atmósfera es bohemia y vivaz, con galerías de arte y talleres de artesanos. Es también un excelente lugar para comer, ya que aquí se encuentran algunos de los mejores restaurantes de la ciudad: Tri sesira, Putujuci glumac, Ima dana, Zlatni bokal…
  • La fortaleza Kalemegdan: es el parque más grande y antiguo de Belgrado, toda una institución para los belgradenses. Kalemegdan es un lugar ideal para escapar del ajetreo de la capital, y respirar aire puro, beber una cerveza tranquilamente… pero sobre todo, desde allí se tienen unas inmejorables vistas del majestuoso Dunav (Danubio) en su confluencia con el Save. No es casualidad que Belgrado esté allí situada.

Fortaleza de Kalemegdan (Belgrado)

Los edificios religiosos

Este apartado merece un punto especial en Belgrado. ¿Por qué? porque Belgrado —y toda Serbia— estuvo bajo la dominación del Imperio austrohúngaro, pero también bajo la dominación del Imperio otomano. Esto se traduce en una rica mezcla de estilos, de los que nosotros hemos elegido como más representativos una iglesia ortodoxa (la religión dominante), una mezquita y una sinagoga.

  • El templo de San Sava: un monumento que no te puedes perder en una visita a Belgrado, por la sencilla razón de que es la iglesia ortodoxa más grande del mundo.
  • La mezquita Bajrakli: de los cientos de mezquitas que fueron construidas durante la ocupación otomana, ésta es la única que todavía sigue en actividad.
  • La sinagoga de Belgrado: la única activa en todo el país, que mantiene una pequeña comunidad judía, que consiguió mantenerse después del Holocausto.

Templo de San Sava (Belgrado)

Zemum: la perla barroca

Durante siglos, el Save marcó la frontera entre los imperios otomano y austrohúngaro, el punto de unión entre los Balcanes y Europa Central. Sigue separando dos mundos, el de Stari Grad, el centro de la ciudad, y el de Novi Beograd, el Nuevo Belgrado, erizado de edificios brutalistas heredados de la época socialista. Zemun, en el noroeste, es una especie de «tercera vía». La mejor manera de explorar las calles empedradas de la Puerta de Vovodina es a pie, con sus coloridos palacios, sus iglesias con aroma húngaro y sus bulbosos campanarios, y su pintoresco mercado. Y sería imperdonable no terminar este viaje aldeano en uno de los splavs (restaurantes flotantes) amarrados a orillas del Danubio. Así es la capital serbia, plural e inclasificable…

3 museos a visitar en Belgrado

  • El Museo Nikola Tesla. ¿Sabías que Tesla era serbio? este gran inventor es uno de lo más eminentes de la historia, con unas 300 patentes y un total de ¡125 inventos! En el Nikola Tesla Museum encontrarás objetos personales del inventor, además de una rica colección de objetos científicos históricos.
  • El mausoleo de Tito. Josip Broz Tito, jefe de estado de Yugoslavia desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta su muerte en 1980, es el personaje más importante de la historia contemporánea de la región. Por lo tanto, en tu viaje a Belgrado, merece la pena una pequeña visita a la “Kuća Cveća” (“Casa de las Flores”), el mausoleo donde está enterrado.
  • El Museo de la Historia Yugoslava. Para completar la visita histórica, recomendamos visitar el Muzej Istorije Jugoslavije, también conocido como el Museo del 25 de Mayo. Situado al lado del Mausoleo de Tito, allí encontrarás numerosas curiosidades históricas.

Comer en Belgrado

La cocina serbia es una rica mezcla de influencias turcas (carnes a la parrilla y pasteles), austrohúngaras (sopas y guisos) y mediterráneas (ensaladas). Allí encontrarás una excelente carne, frecuentemente acompañada de la salsa “ajvar”, hecha a base de pimienta, pimiento, ajo y berenjena.

Por supuesto, es un “sacrilegio” volver de Serbia sin haber probado la tradicional pljeskavica, una especie de hamburguesa a la serbia. Y siempre acompañado de una Jelen o de una Lav, las cervezas locales. “Jedno pivo, molim vas!”, tal como diría un local.

De postre, nada mejor que una tradicional Baklava, el clásico dulce turco muy popular también en Serbia, debido a su época de dominación otomana.

Salir de fiesta en Belgrado

Hay algo del espíritu berlinésde los años 90/2000 en **Belgrado**, con referencias mediterráneas: aquí, la gente vive al aire libre siempre que el tiempo lo permite y muestra un claro desprecio por las comidas establecidas. La energía festiva de la capital se manifiesta en su plétora de restaurantes, bares y discotecas, para todos los gustos y presupuestos: chic en Beton Hala, folclórico en Skadarlija, alternativo en Savamala, Cetinjska 15 o Dorćol Platz, e incluso bailable en las discotecas flotantes amarradas cerca del Museo de Arte Contemporáneo. Pero Belgrado tiene mucho más que ofrecer, gracias a la creatividad de su escena artística, de la que el número de galerías de vanguardia es un indicador fiable. Así va la capital serbia, siempre en movimiento.

¿Estás tifo de tanto comer? No pasa nada, es hora de salir por Belgrado, y puede que la cosa se alargue. Da igual que sea lunes, miércoles o domingo, en Belgrado encontrarás algo que hacer cualquier noche de la semana.

Y no sólo eso, también encontrarás múltiples opciones de locales: bares lounge frecuentado por jóvenes adinerados, bares bohemios y alternativos, auténticas tascas serbias… tienes de todos los gustos y colores. Con un poco de suerte, te encontrarás también una fanfarria callejera tocando música balcánica. Seguro que nombres como Emir Kusturica, Goran Bregovic o Boban Markovic vienen a tu cabeza al instante.

“Fuck the cola, fuck the pizza, all we need is šljivovica!” Este “lema” de las noches serbias te dice que es obligado que pruebes el šljivovica, un delicioso (y alcohólico) destilado de ciruela. Nuestra recomendación es que comiences con unas cervezas en algún bar simpático del centro, y que cuando ya estés “animado” te dirijas (a pie o en taxi) alguno de los locales de la orilla del Danubio.

 


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2 comentarios to “Qué ver y hacer en Belgrado: esencia de los Balcanes

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