Desde el año 1952, el Vierschanzentournee es uno de los encuentros más emocionantes para los amateurs del salto de trampolín en esquí. Este torneo de la Federación Internacional de Esquí tiene lugar cada invierno entre los meses de diciembre y enero en Alemania y Austria, se ha convertido en el plato fuerte de la Copa del mundo masculina de salto de esquí.
El salto de apertura tiene lugar, como ya es tradición, a finales de año en Oberstdorf (Alemania). Esta primera estación, equipada con dos inmensos trampolines de 90 y 120 metros, se trata, en exclusiva, de la única por la que pasarán todos los saltadores del Torneo, después de disputarse el salto clasificatorio.
Uno de los puntos más curiosos de este atrevido torneo es el sistema de calificación que, desde la temporada 1996-97, se basa en la eliminación (es el llamado knock-out system). Según este, los 50 deportistas son divididos en 25 parejas que se batirán en duelo, de modo que sólo los 25 ganadores más los 5 mejores saltadores de entre los perdedores de su duelo podrán clasificarse para el segundo salto. Esta curiosa forma de funcionar responde a la voluntad de reducir las situaciones de desventaja que podrían darse en el caso de haber condiciones meteorológicas adversas para el salto. Es por este motivo que las parejas de competición no se forman azarosamente, sino que se establecen a partir de las calificaciones obtenidas durante un único salto preclasificatorio disputado durante la víspera de la competición. De este modo, los saltadores con mejores resultados se enfrentan contra aquellos con unos resultados inferiores, a fin de evitar que los saltadores más buenos queden fuera de la competición a causa de las posibles irregularidades del tiempo.
La magia de la segunda etapa se describe por partida doble. Por un lado, por tratarse del primer salto disputado entre los finalistas de la fase clasificatoria en Oberstdorf y, por otro lado, por desarrollarse durante el primer día del año. De un modo u otro, esta cita en Garmisch-Partenkirchen (Alemania) se ha convertido en una de las metáforas más claras del excitante salto al año nuevo.
El tercero y el cuarto saltos tienen lugar en Austria, en las montañas de Bergiselschanze (Innsbruck) y Paul-Ausserleitner-Schanze (Bischofshofen) respectivamente, durante los primeros días de enero. Después de esta última etapa, se proclama el ganador del torneo: será el deportista que haya acumulado más puntos a lo largo de todas las etapas. La puntuación es dada en función de la longitud y del estilo de cada salto.
Sin duda, vivir el Vierschanzentournee en persona tiene que ser una de las experiencias más deleitosas de las que el invierno sabe ofrecernos. Por cierto, las entradas se pueden conseguir anticipadamente online o por teléfono.