Ignacio Dean lleva ya 10 meses de viaje, pero le quedan muchos más: su idea es caminar y caminar hasta dar la vuelta al mundo, llevando consigo un mensaje de amor y respeto por la naturaleza. Este es su proyecto, el “Earth Wide Walk”.
- Hola Nacho, ¿podrías presentarte a ti mismo y tu proyecto “Earth Wide Walk / Vuelta al mundo caminando por el Planeta Tierra”?
“Earth Wide Walk” es una vuelta al mundo a pie en solitario y sin interrupción en la que, durante un tiempo aproximado de 5 años, recorreré los 5 continentes (Europa, Asia, Australia, América y África), lanzando un mensaje de conservación y respeto de la naturaleza y el Planeta Tierra.
Podéis seguir este proyecto en la página de Earth Wide Walk y a través de las redes sociales Facebook, Twitter, Youtube e Instagram, ventanas al viaje donde voy relatando los pasos de la marcha.
- Con tu viaje quieres promover el amor y respeto por la naturaleza y el planeta Tierra, ¿crees que los viajeros, al viajar y ver otras partes del mundo, están más concienciados con el respeto a la naturaleza?
Viajar te enseña otras visiones del mundo, que las cosas pueden ser diferentes a como son en tu país o cultura y, por lo general, hacen de ti una persona más abierta. Pero no por ello el viajero se vuelve necesariamente una persona más respetuosa ni concienciada con el medio ambiente. Todo depende del modo en que uno viaje.
Hay personas que visitan un lugar y lo dejan lleno de basura, y otros que no han salido nunca de su pueblo y son de lo más cuidadosos con el entorno. Desde hace ya unos años, sin embargo, parece que va en auge un tipo de turismo ecológico en el que se da prioridad a la naturaleza y a la educación ambiental, del mismo modo que la sociedad parece ir poquito a poco concienciándose de que tenemos que cuidar más el Planeta.
- ¿Cómo te preparaste para este viaje?
Tardé 9 meses aproximadamente en organizar el viaje: el itinerario, calendario, material, web y redes sociales, vacunas, entrevistas, embajadas, colaboradores… Son muchos los aspectos que hay que cuidar para que un viaje de esta envergadura no acabe siendo una aventura desventurada.
A pesar de todo, comencé esta gran caminata con algunos cabos sin atar, es un viaje muy largo y ya se irían definiendo sobre la marcha.
- Empezaste a caminar el 21 de marzo desde la plaza del Sol de Madrid, ¿en qué parte de tu viaje estás justo en este momento?
Ahora mismo estoy en Thap Sakae (Tailandia), justo cuando se cumplen 10 meses de marcha, con 15 países visitados y más de 12.000 kilómetros en mis piernas.
- ¿Cuántas zapatillas has gastado ya durante tu viaje?
Dos pares.
- ¿Cómo es un día normal de tu viaje, desde que te levantas hasta que te acuestas?
Me suelo levantar con el sol, entre las 4 y las 6 de la mañana (dependiendo del país y la estación en la que esté), recojo el campamento, desayuno y me pongo en marcha. Si es invierno, los días son más cortos, camino del tirón hasta las 4 o 6 de la tarde, hora en la que voy buscando un sitio para cocinar la cena y pernoctar. Durante el día voy haciendo pequeñas paradas a comer algo y a estirar.
Si es verano, hago una parada a mediodía para protegerme del sol y aprovecho para comer. Luego continúo caminando hasta las 8 o 9 de la tarde y, cuando el sol se esconde, yo ya estoy en el saco a punto de dormir. Trato de dormir mis 8-9 horitas diarias, y te puedo asegurar que con las palizas que me doy las duermo fácilmente, el descanso es muy importante.
Grosso modo este es mi día a día, pero depende mucho del tiempo que haga, del desnivel de la etapa, de si me apetece parar a conocer el sitio, si tengo que pasar fronteras o hacer trámites… No hay un día estándar.
- ¿Cuántos kilómetros sueles hacer cada día?
Estoy haciendo unos 45 kilómetros diarios de media.
- Hemos visto que viajas con un carro, ¿qué llevas en él?
En el carro llevo 30 kg aproximadamente de material, distribuidos de la siguiente manera: material de acampada (tienda de campaña, saco, esterilla y camping-gas), ordenador portátil, ropa, comida, agua, botiquín, kit de reparación del carro y alguna cosa más (linterna, cuaderno, cuerda…).
- ¿Cuál ha sido hasta ahora el mejor momento de tu viaje?
Momentos buenos muchos, los mejores son, bien con la gente, bien conociendo los diferentes paisajes y ecosistemas de los países por los que paso. La verdad es que estoy teniendo mucha suerte y estoy encontrándome gente estupenda que me abre las puertas de su casa y de sus corazones. En Eslovenia, Serbia, Armenia, Irán, Bangladesh…
- ¿Y el más difícil?
El peor momento fue en la frontera entre Armenia e Irán, donde pensé que se acababa mi viaje. Es zona militar, está prohibido hacer fotos y unos militares me sorprendieron tomando una… A punto estuve de acabar fuera del país, o algo peor.
La India fue también difícil para mí, tardé casi dos semanas en aclimatarme a una atmósfera muy agresiva: ruido, miseria, contaminación, basura, y con riesgo de contraer malaria o fiebre tifoidea).
- ¿Qué está siendo más duro en el viaje, la parte física o la mental?
Ambas van unidas, sin duda. Hay días que me siento invencible y con la mente muy fuerte, pero otros días en los que por la razón que sea estás como un trapo y la mente tiene que aguantar el tipo. Lo que está claro es que, si la mente no quiere, el cuerpo no va.
- Ya te habrás cruzado con mucha gente de diversos países, ¿qué te dicen cuando les explicas lo que estás haciendo?
A la inmensa mayoría les produce admiración y asombro, les parece un acto de gran valentía, me ayudan y me ofrecen cosas. También les despierta la curiosidad y me hacen muchas preguntas. Otros, directamente, no se lo creen o les hace gracia.
- ¿Cuál ha sido el lugar qué más te ha gustado hasta el momento?
He pasado por lugares muy bonitos. Eslovenia fue un país que me encantó, pequeño, verde y con gente muy amable. Georgia también me gustó mucho, el sur de Armenia, caminar por pequeñas carreteras entre aldeas en Nepal… La verdad es que cada país tiene su atractivo y para mí hasta el desierto tiene su belleza.
- ¿Y el país por el que tienes más ganas de pasar?
Tengo muchas ganas de conocer México y Nueva Zelanda.
- ¿Qué país recomendarías a los aficionados al senderismo y la naturaleza?
Como recomendación, Eslovenia es una muy buena opción cercana. Y, por supuesto, viajar a Nepal para algún trekking por el Himalaya.
- Quizá es un poco pronto para preguntarlo, pero ¿tienes ya alguna otra aventura en mente para cuando termines el Earth Wide Walk? ¿quizá un (merecidísimo) descanso?
Por supuesto un merecido descanso, disfrutar de la familia y amigos, escribir un libro y sentarme en una silla de madera a escuchar flamenco. De todas formas esto es imparable y ya tengo alguna otra aventura rondando en mi cabeza, pero la desvelaré a su debido tiempo.