El Magazine del Viajero
España ha sido desde los albores de su historia un cruce de caminos. Un hecho que ha propiciado que los asentamientos de diferentes pueblos hayan dejado un rastro que llega a nuestros días. Quizá uno de estos rastros más fascinantes (e inquietantes) son las necrópolis. Lugares de enterramiento que son todo un memorial al aire libre. Nos damos una vuelta por las más interesantes de España. Vamos a hacer el itinerario hacia atrás; es decir, comenzaremos por la época tardorromana para llegar a las necrópolis íberas. Y, si quieres seguir explorando los restos de culturas antiguas en nuestro país no te pierdas nuestro artículo sobre los teatros romanos más bonitos de España.
Necrópolis de Tarragona
La provincia de Tarraco era la más importante de todas las provincias de la Hispania romana. Quizá sea esta una de las razones que expliquen la importancia e interés que atesora esta extensa necrópolis. En este caso, es una buena opción para conocer el mundo tardorromano de mediados del siglo III. Allí podrás contemplar monumentos funerarios de todos los estilos. Aunque también mausoleos y ataúdes. Muchos de ellos contienen relieves que nos informan sobre todas las dimensiones de la vida romana: su vida cotidiana, sus creencias religiosas… Y también abundan las inscripciones y epitafios funerarios, que también nos brindan una valiosa información sobre la vida personal del difunto y también nos permite deleitarnos con algunos ejemplos de textos líricos. En definitiva, una visita que cualquier aficionado a la historia disfrutará a fondo.
Necrópolis de Carmona (Sevilla)
Es una de las necrópolis más importantes de España y cuenta con la particularidad de albergar también un anfiteatro romano. Con una extensión de 8 hectáreas es todo un museo al aire libre de cómo era la Roma del siglo I y II. Quizás los mausoleos más importantes sea el Mausoleo Circular cuyo nombre procede, precisamente, de su forma. Al igual que la Tumba del Elefante están excavados en roca. En este último caso no hay ningún elefante enterrado. Se denomina así porque allí se encontró una interesante escultura de un elefante que, según se piensa, debía de tener algún significado religioso relacionado con el culto al sol.
Necrópolis de Puig des Molins (Ibiza)
Abandonamos a los romanos para internarnos en el mundo de otra de las grandes civilizaciones mediterráneas de la Antigüedad (que, por cierto, dieron bastantes problemas a los romanos): los púnicos o también llamados cartagineses. Se trataba de la gran potencia marítima del Mediterráneo Occidental con la que Roma hubo de medirse en las decisivas Guerras Púnicas. Este pueblo norteafricano contaba con varias colonias y una de ellas estaba establecida en Ibiza. Resulta muy interesante contemplar los hipogeos, tumbas subterráneas excavadas en roca. También los columbarios, elementos arquitectónicos concebidos para albergar las urnas de cenizas, un detalle romano que nos indica que la necrópolis fue posteriormente también utilizada por esta potencia itálica. Muchos de los elementos encontrados puedes verlos en el Museo Arqueológico de Ibiza.
Necrópolis de Poblat ibèric de La Bastida de les Alcusses (Valencia)
En la localidad valenciana de Moixent tenemos esta puerta abierta a la Iberia del siglo VI a.C. Como ya sabes, los íberos eran los pobladores autóctonos una importante parte de la Península Ibérica antes de la llegada de los romanos. Hemos conservado un poblado, con sus fortificaciones y restos de casas, y esta interesante necrópolis llamada Corral de Saus. Los enterramientos incluyen diferentes objetos como cerámica y joyas y fragmentos de esculturas que pueden contemplarse en el Museo Arqueológico de Moixent. Aunque si lo que quieres ver la escultura de la famosa cabeza femenina, deberás dirigirte al Museo de la Prehistoria de Valencia. Pese a ello, la visita al Poblat Ibèric es de gran interés y vale mucho la pena por la riqueza de los elementos que nos han llegado y que nos brindan una valiosísima información sobre la vida de los íberos.
