La web “Sleeping in Airports” ha publicado su ranking para los que quieren dormir en el aeropuerto: el mejor es el de Singapur y el peor el de Reikiavik.
Sleeping in Airports es una recomendable web especializada en cómo dormir en el aeropuerto: tiene trucos, consejos y experiencias de los usuarios.
Y basándose en la opinión de sus usuarios, cada año elabora una lista con los mejores y peores aeropuertos en los que dormir. En concreto son 4 los factores para determinar si un aeropuerto es bueno o no para dormir en él: confort (asientos cómodos, zonas de relax), servicios (WiFi gratuito, tiendas, duchas…), limpieza y atención al cliente.
Los mejores aeropuertos para dormir en el 2015
Sleeping in Airports coincide con Skytrax y su lista de los mejores aeropuertos del 2015: el número 1 es el Aeropuerto Internacional de Singapur-Changi. Gracias a sus amplios y cómodos asientos, sus zonas de relax, sus sofás de masaje gratuitos o —algo básico para los viajeros que duermen en los aeropuertos— los asientos sin reposabrazos de sus terminales, el aeropuerto de Singapur ha sido elegido por unanimidad como el mejor para dormir en él.
Otros aeropuertos excelentes para echarse una siesta son el de Seúl-Incheon con sus duchas de agua caliente, el de Helsinki con habitación de relax Kainuu, el de Múnich y sus Nap Cabs (“cabinas de siesta”) o el de Viena y sus tranquilas terminales.
Los peores aeropuertos para dormir en el 2015
Si tienes un vuelo a Reikiavik, mejor que no duermas en el aeropuerto de la capital islandesa. Los usuarios de Sleeping in Airports que decidieron echarse un sueñecito en este aeropuerto coinciden en la falta de tacto de los empleados de seguridad, al ser despertados de malos modos a la voz de “esto no es un hotel”.
Otros aeropuertos en los que tampoco es muy recomendable dormir son el de París-Beauvais y sus incómodos y escasos asientos, el de Milán-Bérgamo y sus también escasos y siempre ocupados asientos, el de Londres-Luton y sus constantes avisos por megafonía, o el neozelandés de Christchurch y su estricto control: sólo te dejan dormir si pruebas que llegaste después de las 22:30 y tu vuelo es antes de las 8 de la mañana, y sólo podrás sentarte (no tumbarte) o pagar 5 dólares por dormir en el Air Lounge.
Por cierto, si decides continuar tu siesta aeroportuaria durante el vuelo, te recomendamos consultar nuestro artículo con consejos para dormir en el avión.