Explora el impresionante encanto natural del país galo.
Ofrecen un espacio para refrescarse pero no huelen a cloro, sustituyen el suelo de baldosas por una variedad de paisajes naturales. ¿Sabes de que hablamos? Seguro que sí, y es que las piscinas naturales son cada vez más populares. La buena noticia es que, como te mostrábamos en nuestro artículo sobre las piscinas naturales más bonitas de España, tenemos al alcance de nuestra mano estos parajes de ensueño. Ahora, sin embargo, le toca el turno a Francia, un país que también está sobrado de entornos paradisiacos. ¡Acompáñanos!
1. Las gargantas del Méouge
Las gargantas del Méouge e encuentran en los Altos Alpes, cerca de Sisteron y están clasificadas como espacio natural. Alrededor de un antiguo puente romano se suceden cuencas naturales, que ofrecen lugares de baño paradisíacos en un agua esmeralda.
2. El lago biotopo de Combloux
En la Alta Saboya, frente a las cumbres nevadas de los Alpes, tendrás la oportunidad de bañarte en aguas puras y naturales. Este lago ecológico, que puede alcanzar los 25°C en verano, brinda además una vista impresionante del Mont Blanc. ¿Se puede pedir más?
3. Las gargantas de Loue
Otra maravilla natural en un enclave de excepción. En este caso, las gargantas de Loue se ubican en el Franco Condado, al este de Francia. Como su propio nombre indica, se trata de una serie de cañones a traés de los cuales fluyen aguas claras del río Loue. La cantidad de actividades que pueden hacerse son muy numerosas: senderismo, kayak, pesca… ¡y sobre todo un buen baño! Aunque eso sí, en algunos tramos el caudal puede ser bastante fuerte, por lo que te aconsejamos mucha precaución a la hora de escoger el sitio.
4. El Puente de Arco en Vallon-Pont-d’Arc
En la Ardèche descubrimos un pequeño paraíso terrestre que, por desgracia, ya no es un secreto para nadie. Justo a la entrada de las Gargantas del Ardèche, en el Pont d’Arc, varias playas bordeadas de piscinas naturales te esperan para un baño paradisíaco.
5. Los baños de Thonon
Un destino extraordinario para todos aquellos amantes del turismo wellness, también denominado de bienestar. Y es que sus saludables aguas ricas en minerales te proporcionarán un buen momento de relajación, así como una buena ayuda para tus dolores de espalda. Se ubica en Thonon-les-Bains, una agradable localidad de la Alta Saboya, en el este del país, al lado del lago Léman. Como puedes imaginar con esta localización, los paisajes son absolutamente impresionantes.
6. Los baños de Mérens les Vals
En la región de Mediodía-Pirineos se encuentra esta hermosa localidad, famosa por su iglesia románica, que también ofrece al visitante unos interesantes baños. Se trata de unas piscinas bastante escondidas en el bosque cuya búsqueda vale realmente la pena: son aguas sulfurosas con temperaturas de 40 grados. Un momento de relax asegurado inmerso en aguas de lo más saludables.
7. Las piscinas de Aïtone en Córcega
¿Piensas viajar pronto a Córcega? Cerca de Évisa, en el corazón del bosque de pinos de Aïtone, numerosos estanques de roca con piscinas naturales ofrecen un marco idílico para el baño. Mantén los ojos abiertos, porque podrías ver un milano real o un gato salvaje.
8. Les Ôcybelles, en Nestier
En los Altos Pirineos, una piscina natural ecológica de 800 m2 te da la bienvenida en el corazón de una gran zona ajardinada. Es el lugar ideal para pasar una tarde en familia, disfrutando de un agua depurada de forma natural con la ayuda de plantas higrófitas.
9. Las gargantas de Nesque
Nos vamos ahora a la paradisiaca Provenza o más concretamente a Vaucluse, donde se encuentran, además de enormes campos de lavanda, estas gargantas del Nesque. Un lugar muy adecuado para realizar actividades como senderismo, pero también para bañarse en el río como colofón a una buena excursión a pie.
10. La Estigia, en las Gargantas del Verdon
Llegar a la Estigia merece la pena, ya que primero hay que hacer la famosa ruta a pie de Imbut para llegar a ella. Pero cuando llegues, tus esfuerzos se verán ampliamente recompensados con un baño en una de las cuencas naturales de aguas turquesas del Verdon, que se extienden entre dos acantilados muy cercanos.
11. Las gargantas de Kakuetta
Se trata de un hermoso bosque húmedo del País Vasco francés. Descubrirás varias playas naturales bordeadas de agua esmeralda. Es el lugar perfecto, en definitiva, para refrescarse y recuperar fuerzas antes de continuar la caminata en el corazón de los paisajes salvajes de la región.
12. Las cascadas de Sautadet
En Roque-sur-Cèze, en el Languedoc, se encuentra este lugar incomparable de cascadas y pozas naturales. Un lugar ideal para, además de disfrutar del paisaje, adentrarnos en él a través de varias actividades como el senderismo, la natación y la pesca. Eso sí, lejos de las cascadas, dado que el agua puede fluir en ocasiones con mucha fuerza. Asimismo, ten mucho cuidado a la hora de transitar por las gargantas más erosionadas, dado que puede entrañar cierto peligro.
13. Las cascadas de Purcaraccia, en Córcega
En el corazón del macizo de la Bavella, un pequeño arroyo serpentea por un magnífico cañón a lo largo de casi 6 kilómetros, creando piscinas naturales con reflejos verdes en todo su recorrido. En algunos lugares, incluso tendrás la posibilidad de pasar de piscina a piscina mediante toboganes naturales.
14. La cala de Sugiton
En las fabulosas calas de Marsella, te podrás regalar un momento de pura relajación yendo de excursión a la cala de Sugiton, considerada una de las más bellas del país. Descubrirás pequeños arroyos salvajes y cuencas naturales de aguas azules.
15. El Puente del Gard
No es ningún secreto que el Pont du Gard sigue siendo uno de los lugares más bellos para nadar en Francia. Si tienes previsto viajar a Nîmes y a la región este verano, no dejes pasar la oportunidad de darte un buen baño a los pies de este legendario puente.