Viena ha sido una de las capitales indiscutibles de la música durante siglos. Patria de innumerables músicos como Mozart, Haydn o Schönberg, fue también ciudad adoptiva de otros genios como Beethoven, Brahms o Mahler. Una herencia que, sin duda, a día de hoy puede disfrutarse. Y no sólo en sus auditorios sino en sus calles, parques y monumentos. Si eres un melómano o quieres visitar Viena bajo un enfoque más artístico, sigue leyendo. Para planes más genéricos en la capital austriaca puedes consultar nuestros artículos sobre qué ver y hacer en Viena y qué hacer en la Viena más alternativa.
Musikverein
Comenzamos la lista por uno de los auditorios más famosos del mundo; de hecho, es una de estas salas de concierto que mucha gente ha visto sin saberlo, pues es en su interior donde tienen lugar los famoso conciertos de Año Nuevo. Inaugurado en 1870 es uno de los auditorios con más solera y con mejor acústica de la ciudad, lo cual, tratándose de Viena, es decir mucho. La sala que conocemos todos, la Goldener Saal, tiene capacidad para casi 2.000 personas, aunque cuenta también con otras salas más pequeñas y especializadas en repertorios más específicos. En definitiva, toda una meca de los melómanos.
Ópera Estatal de Viena
Un teatro de ópera fastuoso en lo arquitectónico e irrepetible en lo musical. Construido a mediados del siglo XIX fue gravemente dañado durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que ha sido muy reconstruido. Sin embargo, la reputación de sus funciones sigue casi intacta. Lo cual, en su dilatada trayectoria es decir mucho; y para muestra un botón: personalidades como Gustav Mahler, Karajan o Böhm han sido durante años directores de este templo de la ópera. Si buscas funciones de ópera de alta calidad no dudes en asistir a uno de sus espectáculos. Los precios no son económicos aunque existen formatos de entradas muy económicas que pueden adquirirse poco antes del comienzo de la función.
Zentralfriedhof
Si eres muy melómano y no quieres dejar pasar la ocasión de ir a presentar tus respetos a los grandes genios de la música que vivieron en Viena, una visita al cementerio central puede ser una gran idea. La visita ya sólo vale la pena por contemplar la exquisita calidad de muchos de los monumentos fúnebres, pero es que poder contemplar la tumba de Beethoven, la de Brahms, la de Schubert, Hugo Wolf, Schönberg y otros tantos maestros es un placer que sólo puede obtenerse en este cementerio.
El verdadero lugar de reposo de Mozart
Si lo que quieres es visitar el lugar de reposo de Mozart, mucho cuidado. En el Zentralfriedhof existe un memorial en su honor, que mucha gente piensa que es su tumba, pero en absoluto lo es. Donde sí han de estar los restos del genio de Salzburgo es en el cementerio de San Marx, no muy lejos del Zentralfriedhof. Lo podrás ver por el sencillo pero hermoso monumento que señala el lugar donde se encuentran sus huesos. Eso sí, es el lugar donde se piensa que han de estar pero no el punto exacto.
Casa de Mozart
En la calle Domgasse número 5 encontrarás la Mozarthaus, el edificio en cuyo primer piso Mozart vivió entre 1783 y 1787, una de las temporadas más prolíficas y geniales de su producción. Si eres un amante de su música, disfrutarás paseando por las estancias de este señorial piso. Asimismo, la Mozarhaus también cuenta con exposiciones centradas en la vida y obra del compositor y también de una pequeña sala de conciertos. Y, si viajas con niños, no te preocupes: la Mozarthaus ofrece tours y actividades especialmente pensadas para niños. En definitiva, más de 1000 metros cuadrados de edificio dedicados a este genio musical.
Casa de Beethoven
No podemos olvidarnos de otro gran genio, que aunque nacido en Bonn (Alemania) residió durante casi toda su vida en Viena: Ludwig van Beethoven. En la calle Probusgasse número 6 se encuentra esta casa museo, con unas 14 salas de exposición y más de 250 metros cuadrados destinados a exhibiciones. Además de sentirte en el lugar donde Beethoven vivió podrás ver algunos enseres personales y documentos de la época, así como algunos retratos de época. Los amantes de su figura disfrutarán de este lugar, sobre todo por la carga emocional que representó en la vida del compositor. Y es que fue aquí donde redactó su famoso Testamento de Heiligenstadt, en el que Beethoven comunicaba a sus hermanos que, con 32 años, se estaba quedando sordo, pero que había decidido no suicidarse y seguir viviendo con pasión.
Monumento a Johann Strauss hijo
Se dice que es la escultura más fotografiada de Viena y, lo cierto, es que aparece siempre en todas las guías turísticas. Ubicado en el Stadtpark, se trata de un monumento conmemorativo que se instaló en 1921. La escultura de bronce dorado representa al compositor tocando el violín. La estructura de mármol que acoge la escultura cuenta con varios relieves de temática musical. En definitiva, un hermoso tributo de una ciudad al compositor que mejor la celebró con sus valses.
Burgtheater
Terminamos la lista con uno de los pocos teatros declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los motivos son artísticos, su excelente calidad arquitectónica, pero también musicales. Y es que en su interior se estrenaron algunas de las óperas más extraordinarias de la historia. Nada más y nada menos que El rapto del serrallo, Las bodas de Fígaro y Cosí fan tutte de Mozart. Tanto si eres un amante de la figura de Mozart como un aficionado a la música en general, te gustará visitarlo. O asistir a alguna de sus funciones de ópera. ¡Tú decides!