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El Magazine del Viajero
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Lo que no puedes perderte si visitas la capital belga.

Bruselas es la capital de Bélgica y también el centro administrativo de la Unión Europea. Una ciudad tranquila, pero con muchísimo encanto, elegancia y con algunos de los espacios urbanos más impresionantes del continente. De hecho, está considerada como una de las ciudades más artísticas de Europa. Pero también es una ciudad vibrante, internacional y con un puto alternativo que vale mucho la pena conocer. ¡Te descubrimos sus principales atractivos!

Grand Place

Abrimos la lista con el lugar de Bruselas donde todo comienza: la Grand Place. Se la considera con justicia una de las plazas más impresionantes de Europa. Y no es para menos si atendemos a su fastuoso despliegue de arquitectura barroca. Los monumentos más destacados son el Ayuntamiento, el Hotell de Ville, la Maison du Roi y la Maison des Ducs de Brabante. Pero al margen de su relevancia artística, la Grand Place es además un espacio urbano burbujeante por la gran cantidad de personas y movimiento que en ella se dan cita. Es, además, especialmente recomendable visitarla de noche, cuando se ilumina con llamativos colores.

La Grand Place de Bruselas

Manneken Pis

Nunca un elemento tan pequeño, una estatua de apenas 50 cm, había traído tanta cola hasta el punto de convertirse en el emblema de un país. Su origen es confuso y existen muchas leyendas al respecto; la que más nos gusta es la escultura se hizo en honor a un niño que, gracias a su incontinencia, apagó una llama que podría haberse convertido en un fuego arrasador. De hecho, tan popular y querida es esta figurita creada en el siglo XIV, que desde hace siglos es tradición que los gobernadores y presidentes le regalen un vestidito en su visita a Bruselas. Es así como se han ido acumulando hasta 650 trajecitos que pueden visitarse en el Museé de la Ville. Encontrarás el Manneken Pis cerca de la Grand Place, entre las calles de L’Etuve y Chene. Eso sí, la estatuilla que a día de hoy puede contemplarse no es la original, dado que ésta fue robada en el siglo XVII.

Atomium

La comparación entre el Atomium y la Torre Eiffel viene mucho al caso dado que los dos son fruto de dos Exposiciones Universales y ambos se han convertido en el icono de sus respectivas ciudades. Diseñado por André Waterkeyn, el Atomium su inauguración tuvo lugar en 1958. Lo más llamativo de este diseño es su planteamiento: consiste en la ampliación de un átomo ¡165.000 millones de veces! Esta unión de lo diminuto y lo monumental en un mismo monumento es, quizás, el motivo del encanto que ejerce. Además, no es en sí una escultura de hierro monumental sino que puede accederse a su interior. Eso sí, la entrada cuesta 15 €.

La Bruselas del Cómic

Pocos países pueden vanagloriarse de haber sido la cuna de personajes de cómic como Tintin, los Pitufos, Astérix y Obélix, Spirou o Lucky Luke. Los belgas lo saben y presumen de ello. Lo verás paseando por sus calles, en las que a menudo se ven graffities de estos inmortales personajes. Hay de hecho varias rutas temáticas que te adentrarán en cada uno de los cómics belgas más famosos e internacionales. Aunque si eres un fan de Tintín, lo más recomendable es complementar esos tours con una visita al Museo del Cómic. Un espacio que alberga más de 6.000 cómics o, como lo llaman en Bélgica, bandes dessinées. La entrada para acceder a este espacio que te hará revivir la infancia es de 10 €.

Museo Magritte

Otro de los iconos del país es este peculiar pintor. Aunque convencionalmente se le adscribe a la corriente surrealista, lo cierto es que Magritte posee una voz propia. Y es que, además de una gran imaginación visual, Magritte ha sido elogiado por su capacidad para transmitir ideas y paradojas a través en sus cuadros. Todos hemos visto alguna vez su famoso Ceci n’est pas une pipe, o su famoso cuadro de dos amantes besándose. Si visitas Bruselas y eres un amante del arte, nunca es mala idea pasarse por el Museo Magritte, en donde podrás contemplar hasta 250 obras del maestro. El precio de la entrada es 8 €.

Museo Magritte, en Bruselas

El Palacio Real

Aunque si lo tuyo es el arte más clásico, nada mejor que el Palacio Real. Situado en la parte alta de la ciudad, el Palacio Real es la sede de la monarquía constitucional belga. Construido durante el reinado del Rey de los Países Bajos -Guillermo I- a principios del siglo XVIII, permanece abierto al público general desde el 21 de julio hasta principios de septiembre. Aunque ningún monarca reside allí hoy en día, sigue siendo uno de los edificios oficiales más bellos de la capital. Durante su visita, podrás descubrir el Salón del Trono, los lugares de recepción y las ceremonias oficiales del Estado, entre otras salas emblemáticas. Te sentirás, literalmente, a cuerpo de rey.

El chocolate belga

Un plan para los más golosos. El museo dedicado a esta famosa especialidad belga, el Choco-Story Brussels, recorre la historia del chocolate y presenta sus procesos de elaboración, desde el cultivo del cacao hasta su preparación. Incluso tendrás la oportunidad de asistir a una demostración de un maestro chocolatero y, al final de la visita, de probar diferentes variedades de chocolate belga. También puedes echar mano de las numerosas visitas guiadas a Bruselas que te permitirán visitar las mejores fábricas de chocolate de la capital.

Mini-Europe

Mini-Europe consiste en un espacio que alberga hasta 350 maquetas realizadas en escala 1:25 de los principales monumentos y espacios representativos de las ciudades del continente. Las reproducciones están realizadas con todo lujo de detalles y son todas de alta calidad. Allí podrás contemplar un pequeño Arco de Triunfo de París, un mini-Escorial, una Torrecita Eiffel… ¡y mucho más! Se ubica muy cerca del Atomium y el precio de la entrada ronda los 13 €.

Parque del Cincuentenario

Uno de los parques más grandes e impresionantes, sino el que más, de toda Bruselas. Con más de 30 hectáreas de extensión, este espacio fue habilitado en 1880 para albergar la Exposición Nacional, un evento encaminado a celebrar los 50 años de independencia del país. Lo que más destaca es su explanada ajardinada, perfecta para tomarse un descanso, y la columnata semicircular que parte de un gran Arco de Triunfo Central. También podrás conocer otros edificios que, como la Gran Mezquita, la Torre Beyaert y el Palais Mondial, forman parte del complejo.

Parque del Cincuentenario (Bruselas)

Los museos de la cerveza

Además del chocolate, Bruselas es también la capital mundial de la cerveza, por lo que dondequiera que vayas tendrás la oportunidad de probar sus diferentes variedades. En la Grand-Place, el Museo de la Cerveza presenta la rica tradición cervecera belga a través de exposiciones de utensilios, tanques de fabricación y herramientas de fermentación. El Museo de la Cerveza de Schaerbeekois también es interesante para recorrer la historia de la cerveza desde ayer hasta hoy y admirar las magníficas colecciones de vasos y jarras. ¿Sigues con sed de museos? En el Museo de la Cerveza de Bruselas de la Gueuze, te espera una inmersión en la antigua historia de la cerveza. ¡Salud!

Bosque de Halle

Un buen plan si quieres algo apacible y relajante. El Bosque de Halle se encuentra a las afueras de la ciudad. Su extensión cubre aproximadamente 550 hectáreas repletas de vegetación y árboles. Es especialmente interesante visitarlo en primavera, cuando se inflama de jacintos, que con su tonalidad azulada han propiciado que a este entorno se le conozca con el sobrenombre de el Bosque Azul. Además, en esta época del año pueden encontrarse vuelos baratos a Bruselas desde 34 €. ¡Una oportunidad única!

Bosque de Halle, en Bélgica

El Parque Real

Sin embargo, si no quieres irte tan lejos, en el corazón de la ciudad, el Parque de Bruselas -también conocido como el Parque Real- rezuma serenidad y es el lugar ideal para hacer una pausa en la naturaleza. Fuentes, quioscos, salas de lectura… Vengan y disfruta de un apacible alto en el camino.

Viajar a Bruselas: información práctica

Bruselas: ficha básica

  • Moneda: La moneda de Bélgica es el euro.
  • Hora: La misma hora que en Península y Baleares y una hora más que en Canarias.
  • Clima: Veranos templados e inviernos fríos.
  • Eventos anuales destacados: El Ommegang, del 3 al 5 de julio. Una recreación de la bienvenida que la ciudad brindó en el siglo XVI a Carlos V y Felipe II.

¿Cuándo es el mejor momento para viajar a Bruselas?

Bruselas cuenta con atractivos turísticos que no dependen de una estacionalidad fuerte. Es por ello que puedes viajar a la ciudad belga cuando quieras. Eso sí, si el clima importa, entonces lo mejor es hacerlo en verano, cuando las máximas se sitúan entre los 20 y los 25 grados. Los inviernos son fríos, pero no exageradamente fríos (las mínimas rara vez llegan a los -3 grados), por lo que también es una buena época para disfrutar de encantos como el Mercado de Navidad.

¿Cuáles son las aerolíneas que vuelan a Bruselas?

Una ciudad con la importancia internacional e institucional de Bruselas no puede sino contar con una amplia oferta de vuelos. Desde España puedes optar por las aerolíneas regulares más consolidadas como Iberia y Lufthansa o bien por las low cost como Vueling.

¿Cómo moverme por Bruselas? Precios del transporte en Bruselas

Bruselas es una ciudad con una red de transporte muy completa. Así, puedes escoger entre el tren, el tranvía o el autobús. Los billetes sencillos tienen validez de una hora y podrás usarlos en los diferentes medios de transporte. El coste de un billete sencillo es de 2,10 € ida, de ida y vuelta 4,20 € y, si perfieres un abono de un día de validez, te costará 7,50 €.

¿Dónde alojarse en Bruselas?

Aunque Bruselas no es una ciudad muy grande, encontrar un hotel bien situado te ahorrará tiempo y hará que su estancia sea más agradable. Entre los mejores lugares para alojarse en la capital belga, recomendamos:

  • El centro (o la circunvalación interior): ideal para poder visitar a pie las principales atracciones turísticas.
  • Saint-Géry: También cerca del centro de la ciudad. Es un distrito dinámico, conocido por su ambiente amistoso.
  • Sablon: distrito famoso por sus numerosas tiendas de chocolate, pero también por su arquitectura de estilo gótico.
  • Les Marolles: Un barrio popular y un poco más alejado del centro.

 

IMG: iStock; Wikipedia.

 


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