Colombia es color, sabor, danza y fiesta. Te mostramos qué ver y hacer en el exuberante país latinoamericano.
Colombia es uno de los países con más personalidad de Latinoamérica y sus gentes, para muchos, son las más cálidas y acogedoras del continente. Sin embargo, desgraciadamente, Colombia también es un país al que rodean varios malentendidos. El principal el relativo a la cuestión de la inseguridad. Si bien es cierto que tu conducta como turista tiene que ser más cauta y precavida que si estuvieras en una ciudad europea, tampoco pienses que has de caminar en continuo estado de tensión. Bastará con que no des mucho el cante. Así que, si no pensabas sacar tu iPhone de última generación y hacer una foto a las 4 de la mañana de un barrio alejado sujetando el móvil con la mano del rólex de oro, no tendrás que temer nada.
Cartagena de Indias
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Cartagena de Indias es una de las ciudades virreinales más hermosas de toda Hispanoamérica. Durante siglos uno de los puertos más importantes de América, por lo que todavía hoy atesora una diversidad de encantos y gentes excepcional. Cartagena, además, es fundamentalmente una ciudad que mira al Caribe, por lo que todavía hoy retiene el sabor de esa particular y colorida cultura.
Te recomendamos que te dejes perder por su centro histórico, repleto de casitas de apenas de dos alturas pero exultantes de intensos colores y flores. Destaca por su belleza la Plaza de los Coches y la Plaza de la Aduana. Si quieres conocer más de cerca su historia, te aconsejamos una visita a sus murallas defensivas, de herencia virreinal, que muy a menudo defendían la ciudad de los ataques ingleses. Y cómo no, si estás en Cartagena no puedes perderte su célebre Café del Mar. Un lugar para relajarse viendo el mar mientras tomas un mojito… y pagas un precio no precisamente barato. Aunque un dia es un día, ¿no?
Bogotá
Curiosamente, no son muchos los turistas que reservan sus vuelos a Colombia con el objeto de detenerse mucho en su capital; en comparación con otros encantos del país, Bogotá suele pasar más desapercibida para el turista, incluso existe el tópico de que no se trata de una ciudad especialmente interesante. Nada más lejos de la realidad. La capital colombiana es una ciudad extensa y vibrante, por lo que encontrarás numerosos encantos. Para nosotros uno de los más interesantes es el centro de la ciudad, en donde todavía hoy pueden verse vestigios coloniales. El barrio de la Candelaria es una visita inexcusable si quieres disfrutar de esa herencia virreinal. También merece mucho la pena la Plaza de Bolívar, el centro neurálgico de la ciudad, en donde se concentran el poder civil y religioso. Y es que a este gigantesco espacio se asoma la Catedral y diferentes edificios institucionales como el Capitolio Nacional, el Palacio de Justicia y el Ayuntamiento.
Si quieres moverte fuera del casco histórico, te aconsejamos que te des un salto al cerro de Montserrate, a 3100 metros de altura al que puedes acceder en funicular y que te brindará espectaculares vistas sobre la ciudad. Y dado que Bogotá es la capital cultural del país no puedes perderte su fabulosa oferta en este campo: el Museo Botero, el Museo del Oro (en e que encontrarás piezas exquisitas de las culturas precolombinas) y el Centro Cultural García Márquez.
El Eje Cafetero
Probablemente lo que primero asociamos con Colombia es el café. Y con razón. El país latinoamericano produce si no el mejor, uno de los mejores cafés del mundo. La producción de café ha vertebrado en el centro del país el conocido como Eje Cafetero. Una opción turística que puede ser una gran aproximación a Colombia si lo que queremos es conocer su paisaje y cultura más auténticas. Si te gusta la naturaleza, en ella podrás gozar de la exuberancia por ejemplo, del Cañón del Río Barbas, el hábitat del famoso mono aullador.
Y si lo que te interesa es visitar la Colombia más interior, con sus pequeñas localidades y conocer sus hospitalarias gentes siempre puedes visitar lugares como Salamina y Filandia. Para saber más sobre esta opción turística, te aconsejamos que consultes nuestro artículo sobre el Eje Cafetero de Colombia.
Filandia
Queremos detenernos en esta población levantada en pleno Eje Cafetero porque, ciertamente, merece una visita más detenida. A pesar de que su nombre induzca a confusión o error, Filandia no tiene nada que ver con paisajes nevados cercanos a Laponia. Todo lo contrario: es una explosión de color, especialmente a través de su arquitectura exuberante y sus restos virreinales. Especialmente espectacular es la Plaza Central, así como una de las calles más encantadoras: la calle del Empedrado.
Medellín
La segunda ciudad de Colombia tras Bogotá, con la cual mantiene una sana rivalidad. Y es que Medellín no tiene nada que envidiar a la capital, a pesar de que en los últimos años se haya hecho conocida, casi pop, debido a las correrías de Pablo Escobar. Sin embargo, como te decimos, Medellín vale por sí misma una visita.
Medellín es, sobre todo su ambiente. Y te decimos esto porque no es precisamente una ciudad virreinal rebosante de barroco multicolor. De hecho Medellín no cuenta con un legado histórico artístico muy antiguo, por lo que su look es en general moderno con algunos edificios del siglo XIX. Te aconsejamos especialmente la Plaza Botero, en donde podrás contemplar algunas de las orondas esculturas del artista colombiano más conocido.
Si te apetece un plan más cultural siempre tienes a mano el Museo de Antioquía y el Pueblo Paisa, una recreación de la arquitectura tradicional de Antioquía, la región colombiana a la que pertenece Medellín. Y si no puedes resistirte a la figura de Pablo Escobar, puedes visitar la conocida como Comuna 13, el barrio de Medellín en donde él era la única ley (o falta de ley).
El Dorado y la cultura muisca
Probablemente hayas oído hablar de este mítico lugar que tantas fatigas procuró a los colonizadores españoles. Finalmente lo que los exploradores castellanos encontraron no fueron gentes que cubrían sus tejados con oro sino con el pueblo muisca. Esta cultura, aun sin poseer el refinamiento de mexicas e incas, contaban con un alto grado de desarrollo y fabricaban piezas artísticas muy interesantes.
En los últimos años, Colombia ha recuperado el interés por este pueblo precolombino diseñando tours turísticos muy completos, que recorren sus lugares sagrados, y cualquier otro vestigio de los muiscas a lo largo del territorio en donde sus comunidades estuvieron implantadas: el altiplano cundiboyacense. Si quieres hacer una incursión en la cultura ancestral de Colombia al mismo tiempo que te internas por su exuberante naturaleza, esta es una opción muy completa.
Parque Nacional Natural Tayrona
Si lo tuyo es la Naturaleza, pocos países mejor que Colombia. Sus encantos naturales y paisajísticos son de sobra conocidos, por lo que no te costará encontrar un plan interesante. Sin duda una buena manera de comenzar es visitar el Parque Nacional Natural Tayrona, un paraje de 15.000 hectáreas de las cuales 3.000 son de área marina. Su flora, como puedes imaginar, es impresionante: más de 1.000 especies de plantas. Además, es el hábitat de animales como el jaguar, el ocelote y el puma.
Este parque natural se encuentra en el norte del país, a poco más de 30 km de la población de Santa Marta. Su encanto no es solamente natural, dado que tiene lugares de sobra para disfrutar de la playa e incluso sitios arqueológicos. Especialmente interesante, para aproximarse a la cultura del lugar, es acercarse al Pueblito Chairama, en donde se conservan restos de los poblados nativos existentes hace siglos.
Mompós
También denominada Mompox, se trata de una pequeña pero encantadora ciudad virreinal que, a pesar de que en su día contó con cierto desarrollo, sobre todo ligado a la orfebrería, fue cayendo paulatinamente en el olvido. Hoy es una ciudad de apenas 50.000 habitantes que fundamentalmente vive del turismo dados sus encantos reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Mompós es una ciudad virreinal de libro: hasta 6 iglesias barrocas, callejas estrechas flanqueadas por coloridos edificios de una sola altura, palacios y fuentes. Se encuentra a 5 horas y 45 minutos en coche de Cartagena de Indias y puede ser una buena parada entre dicha ciudad portuaria y la capital Bogotá. Te aseguramos que vale la pena.
Villa de Leyva
Si te apetece una escapada desde Bogotá, la Villa de Leyva es una opción genial si lo que andas buscando es una localidad de estilo fuertemente colonial. Además, si quieres un acercamiento a la historia de Colombia también es una opción inmejorable dado que allí se firmaron las primeras leyes después de la independencia de 1812. Por lo demás esta localidad es la clásica población virreinal: casitas bajas organizadas en torno a una gran plaza central, balconadas de madera, fachadas rebosantes de flores, calles adoquinadas y arte barroco.
Popayán
Colombia es a menudo identificada con el colorismo más puro; sin embargo, la exuberancia del país es tal que incluso cuando se viste de blanco transpira sabrosura. Es el caso de Popayán, también denominada ciudad blanca de Colombia. Las razones saltan a la vista, nunca mejor dicho. Aunque además de ser una ciudad que se come con los ojos también ofrece muchas opciones en lo referente a la gastronomía. De hecho, fue declarada en 2005 como Ciudad UNESCO de la gastronomía por su rica tradición culinaria de transmisión oral. Esta ciudad se ubica a 600 km de Bogotá, en el departamento de Cauca, al sur del país.
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