Fuerteventura es la segunda isla más grande, después de Tenerife, de las siete que existen en las Canarias. Se trata de uno de los lugares más salvajes del archipiélago, además destaca por su belleza y su encanto natural. Sin duda, es la isla más indicada para disfrutar de unos días de playa, tranquilidad y desconexión.
Esta isla posee destacadas planicies por el intenso proceso erosivo al que está sometida. El espectáculo natural que ofrece este lugar es inigualable. Alrededor de 50.000 hectáreas de Fuerteventura son espacios naturales protegidos, lo cual refuerza la idea de preocupación y conservación del medio ambiente en su estado más puro. Malpaís Grande y Malpaís Chico, Tindaya y Jandía son algunas de las zonas más destacadas.
Para recorrer la isla de arriba a abajo es recomendable el alquiler de coches en Fuerteventura, ya que es complicado acceder a muchos de los rincones más espectaculares mediante transporte público. Siempre está la opción de contratar una empresa que ofrezca tours y actividades a los lugares más complicados de llegar, sin embargo, de este modo los gastos del viaje aumentarán considerablemente.
Si bien es cierto que para los amantes de la montaña quizás no es el lugar más indicado, pues esta isla es la menos montañosa de todo el archipiélago. No obstante, hay lugares interesantes a descubrir. El mayor problema es que la isla, en su conjunto, no está tan preparada para el senderismo como las demás. Esto no es impedimento para poder disfrutar de la belleza única que nos brinda, con increíbles acantilados sobre el mar, enormes planicies y paisajes desérticos. Las características de la zona y la multitud de espacios al aire libre que posee han convertido en Fuerteventura un foco para los amantes del deportes al aire libre.
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Corralejo, el pueblo pesquero con más encanto de la isla
Aunque Corralejo es uno de los pueblos más turísticos y concurridos de Fuerteventura, vale la pena darse una vuelta por sus preciosas calles. Está situado al Noreste de la isla, en el municipio de La Oliva.
El ambiente de este pueblo es animado y desenfadado, lo cual motiva a pasear tanto por el dia como por la noche. El centro de Corralejo tiene un encanto especial gracias a sus pequeñas casas blancas que se unen acercándose a una playa no muy grande de aguas calmadas. El pueblo tiene un puerto desde donde salen los barcos que se dirigen a la Isla de Lobos; además, se suelen realizar multitud de actividades acuáticas.
Este lugar ofrece gran variedad de actividades de ocio y tiempo libre, pues está rodeada de tiendas, restaurantes de todo tipo, terrazas de gran encanto, bazares variados, parques acuáticos, e incluso discotecas para darle un poco de movimiento al cuerpo.
La Playa de la Concha y el faro El Tostón
La playa de la Concha es una de las joyas de la isla, la cual ha alcanzado una gran popularidad turística. Se trata de una playa tranquila con aguas cristalinas. La extensión de arena no es muy larga, pues más bien se trata de una playa de pequeñas dimensiones, sin embargo, su belleza es indiscutible. Es un lugar totalmente preparado para el turista, con aparcamiento, duchas y un chiringuito donde tomar algo para aliviar el calor. También se puede aprovechar para hacer snorkel, ya que bajo sus aguas se encuentra una gran variedad de flora y fauna marina.
Una vez pasamos la playa, llegamos al Faro del Tostón, desde donde se pueden visualizar unas preciosas vistas de las calas que hay alrededor de El Cotillo. Un lugar ideal para descansar y sacar un par de fotos después de un ¨duro¨ día de playa.
Las Talahijas, espectaculares vistas a baja altura
Talahijas es una montaña de apenas 200 metros de altura localizada en la parte sur de la isla, exactamente en la zona de Jandía. Si bien es cierto que lo destacable de este lugar no es su altura, pero lo que sí que vale la pena son las vistas que nos brinda sobre esa parte de la isla. Además, se pueden ver también el Puerto de la Cruz y su faro.
Hay un sendero muy recomendable que lleva a esta montaña. Tomando la pista que sale de Morro Jable que llega al Puerto de la Cruz se accede al principio del recorrido. El camino se dirige al faro de Pesebre, y se va bordeando la costa hacia el norte hasta llegar a un mirador con vistas a los acantilados de la costa de Cofete. Una excursión de gran encanto que permite respirar el aire puro de la isla hasta llegar a un objetivo que no tiene desperdicio.
Cofete, una de las mejores playas del mundo
La playa de Cofete, brava y salvaje, parece no tener fin. Está custodiada por grandes montañas que hacen de escudo protector. A parte de eso no encontrarás mucho más, ya que no hay ni un solo árbol o palmera. Tampoco hay duchas, ni baños, ni bares o chiringuitos donde turistear. A diferencia de la playa de la Concha, Cofete es un lugar tranquilo ideal para descansar, leer y relajarse sin esquivar a los cada vez más frecuentes vendedores ambulantes que no pierden pista en otras playas más socorridas.
Esta playa tiene 12 kilómetros de longitud, de modo que puedes pasear hasta encontrar el lugar que más te guste. Hay de sobra para elegir. La zona más popular es un roque que posa en medio de la playa. Digamos que está localizado como si fuera un espigón que divide el mar pero en forma de islote. Una opción es alcanzarlo en quad, aunque se puede ir andando ya que está a 5 kilómetros del inicio de la playa.
Tindaya, la montaña sagrada de los aborígenes
Tindaya, traducida como ¨montaña grande¨, era considerada la montaña sagrada de los aborígenes, atribuyéndole así cualidades espirituales e incluso mágicas. Hay quien opta por verla desde fuera y de lejos para sacar algunas fotos. La otra alternativa es dirigirse a ella y subirla para descubrir todos los secretos que guarda. Hay un sendero que lleva a la cima de la montaña, la cual mide alrededor de 400 metros desde el nivel del mar. Por el camino se pueden descubrir 300 grabados en piedra en forma de pies, una joya arquitectónica por excelencia. El único impedimento es que hay que solicitar un permiso, lo cual es más que comprensible, puesto que tan solo se puede acceder a este territorio con un guía autorizado.
La Oliva, el pueblo del interior con molinos de viento
Dejamos de lado las playas para dirigirnos a La Oliva, un pueblo de gran belleza localizado en el interior de la isla. Una de las dos paradas obligatorias es para ver los famosos molinos que rodean el pueblo. La otra puede parecer más apetitosa, pues este lugar es un gran productor de queso majorero, un producto que ha alcanzado una alta popularidad en todo el mundo. Tanto es así que ha sido galardonado con importantes premios gastronómicos.
Allí mismo encontrarás tiendas especializadas donde se pueden probar varios tipos. Uno de los más destacados en el Guriamen, aunque mejor degustar hasta encontrar el que más se acerque al gusto de cada uno.
Cuevas de Ajuy
Consideradas como una de las formaciones geológicas más interesantes del mundo, las cuevas de Ajuy consisten en una red de grutas que se abren frente al mar. Un total de 32 hectáreas que puedes recorrer si te desplazas desde la Playa de Ajuy (ubicada en la costa oeste de la isla y de arena negra) por un sendero que te lleva directamente a ellas. Su interés geológico viene dado por el hecho de que son cuevas naturales formadas por las coladas de lava. Con todo la acción humana ha estado presente desde siempre, bien por las canteras que se ubican en las proximidades. Y, también, aunque esto ya es dar rienda suelta a la leyenda, por haber servido de refugio para piratas. Con todo, al margen de leyendas y habladurías, se trata de un espectáculo natural que no puedes perderte. Eso sí, te aconsejamos que las visites bien pertrechado con calzado cerrado. Y con mucho cuidado para evitar resbalones que podrían dejarte con un buen moratón.
Villa Winter: un poco de misterio
Si te apasiona el misterio, te aconsejamos que te pases por la Villa Winter, a medio camino entre Jandía y la playa de Cofete. ¿Y por qué es misteriosa? En primer lugar por lo singular de su emplazamiento, en el centro de un paisaje árido muy lejano de cualquier asentamiento. Aunque probablemente lo que añade más «salseo» es la historia de nazis que la rodea y que ha sido glosada por Vázquez Figueroa en una de sus novelas. Base de submarinos nazi, villa de oscuras fiestas nazis… La leyenda ha envuelto a esta villa no sabemos si en ocasiones con mucho fundamento. Sin embargo, es una curiosidad que vale la pena contemplar.
IMG: Tindaya/Wikipedia-José Mesa; Puerto de la Cruz; visitfuerteventura.es; iStock.