Los Ángeles, la ciudad más poblada de California, compite con otras ciudades destacadas de la Costa Oeste como Las Vegas, San Diego o San Francisco, admiradas turísticamente por el mundo entero. Sin embargo, Los Ángeles tiene un atractivo especial, y es que es la meca del cine, una ciudad que se ha convertido internacionalmente en el foco de los rodajes de películas estadounidenses, aquellas que llamamos ¨películas de Hollywood¨.
No te sorprendas si te resultan familiares las calles de Los Ángeles, ya que justamente toda la ciudad ha sido escenario de algunas de las películas más mediáticas de la historia.
Se trata de una ciudad muy grande que se divide en cuatro zonas: Hollywood, Downtown, Santa Mónica y los Estudios de Cine. Da la impresión de que dentro de Los Ángeles hay muchas otras ciudades donde la variedad está asegurada. Se puede disfrutar tanto de enormes mansiones de Beverly Hills como de playas paradisiaca o de un paseo tranquilo por los canales de Venice Beach.
No está lejos de lo que muchos consideramos un viaje ideal. Y para quienes piensan que se trata de un sueño lejano, estáis de suerte, pues varias compañías que vuelan de España a Estados Unidos han lanzado vuelos baratos a Los Ángeles. Ahora ya no hay excusa. Y, si te interesa visitar otras ciudades estadounidenses, aquí te dejamos nuestros artículos sobre qué ver en Nueva York y qué ver en Miami.
1. Caminar por el Paseo de la Fama
El Paseo de la Fama es ese popular camino a lo largo de Hollywood Boulevard que tantas veces hemos podido ver por televisión. Se trata de un recorrido de kilómetros de distancia de estrellas del cine así como de música, series, radio, e incluso de dibujos animados como Los Simpsons o Los Picapiedra.
En esta acera se concentran los teatros con más caché del mundo, donde residen las productoras más ambiciosas del panorama artístico. No puedes perderte el primer teatro que se instaló en 1922, el Teatro Egipcio, el cual pasó a la historia por lanzar Robin Hood. Recomendamos también el Teatro Grauman donde se pueden observar las huellas de pies y manos de algunas de las estrellas más internacionales. Quizás el menos vistoso pero el más buscado es el Teatro Kodak, donde se celebra anualmente la entrega de los Oscars. Y, por último, el Museo Hollywood reúne piezas inéditas de las películas más conocidas de la historia como la celda original de ¨El Silencio de los Corderos¨, un espectáculo imprescindible para los más cinéfilos.
2. Recorrer Sunset Boulevard, la calle de las palmeras
Aunque puede parecer algo superfluo, esta visita no tiene desperdicio. Sunset Boulevard es la famosa avenida rodeada de altísimas palmeras que cruza casi toda la ciudad. Recorrer esta calle revive las numerosas películas de hollywood donde un Cadillac Eldorado, el mayor representante del espíritu de los coches clásicos americanos, pasa palmera tras palmera hasta llegar a su destino. La parte más conocida es la que une Hollywood con Beverly Hills, llamada Sunset Strip, donde afloraban casinos y clubs cuando esta zona aún residía fuera de la ciudad de Los Ángeles.
Con el tiempo esta área ha cambiado convirtiéndose en una zona de ocio más respetable atendiendo a demandas de todo tipo de población. Además, hace algunos años algunas estrellas de hollywood decidieron trasladar sus residencias a urbanizaciones de los alrededores de Sunset Boulevard, sobre todo en el tramo de Sunset Strip.
3. Admirar el popular letrero de Hollywood
Y no pueden faltar unas buenas vistas a uno de los letreros más destacados del mundo. Si te diriges a la esquina de Hollywood Boulevard y Highland Avenue North hallarás un centro comercial llamado Hollywood & Highland Center. Al subir a las últimas plantas se puede disfrutar de una de las mejores panorámicas de HOLLYWOOD.
La otra opción es para quienes tienen la posibilidad de manejar un coche, conduciendo hasta Beachwood Canyon. De ahí las mejores vistas se encuentran en Sunset Ranch, un rancho localizado en las colinas adyacentes. Y si aún quieres verlo más de cerca, se pueden contratar paseos a caballo para acercarse lo máximo posible. Quienes piensan en tocar cada una de sus letras, la cosa está difícil, ya que el cartel está protegido con vallas. Nos tendremos que conformar con verlo a unos metros de distancia.
4. Visitar el distrito de Beverly Hills
Beverly Hills era un pequeño pueblo ubicado cerca de la ciudad de Los Ángeles, como también lo fue Santa Mónica, de la cual hablaremos más adelante. Actualmente se trata de uno de los distritos más populares de la ciudad, el motivo principal es que en esta zona posan mansiones de grandes dimensiones donde habitan personalidades millonarias de todo el mundo. Se ha convertido así en el área más lujosa y más cara de la ciudad.
Una de las excursiones más demandadas es un tour que recorre todas las mansiones de los famosos y las famosas que residen en tales lujosas edificaciones, incluyendo explicaciones, detalles y curiosidades para los turistas más curiosos. No obstante, hay otras zonas de Beverly Hills que vale la pena visitar. No pases por alto la calle Rodeo Drive, ya que es donde se rodó parte de la película Pretty Woman.
5. Sumergirte en las playas de Santa Mónica y Venice Beach
La costa en Los Ángeles no podían faltar. Las playas de Santa Mónica recorren 3 millas de arena con una gran variedad de entretenimientos. Tanto para practicantes como para espectadores, el surf une a todos los que posan el pie dentro de estas playas. Encontrarás jóvenes atados a sus tablas desde que empieza y termina la arena, además de casetas de socorristas musculosos al más puro estilo Vigilantes de la playa. El plan no puede terminar sin pisar el muelle de Santa Mónica, el cual se adentra una milla hacia el mar. Uno de los mejores lugares de la Costa Oeste para disfrutar de un agradable atardecer.
Al terminar el paseo de Santa Mónica llegamos a Venice Beach, el destino favorito de los bohemios. Este lugar representa la cultura californiana a la perfección, pues se respira tranquilidad, buen rollo y arte urbano. Venice Beach se construyó en 1905 con la idea de crear una pequeña réplica de Venecia para promover el movimiento cultural en el sur de California. Alrededor de toda la zona hay multitud de tiendas, puestos de comida, gimnasios al aire libre e incluso artistas callejeros. De ahí que Venice Beach haya sido la sede de los artistas que buscaban saltar a la fama desde que se construyó. Fijate en las fachadas de los edificios donde se pueden apreciar murales de personajes conocidos del ámbito musical o cinematográfico. Como veis, visitar Los Ángeles no tiene desperdicio.
6. Disfrutar como un niño en Disneyland y Universal Studios
Parece que no hay mejor lugar para situar dos parques de atracciones de estas características que en la meca del cine. ¡Qué podemos decir de Disneyland y su universo poblado de animales y personajes inolvidables! Sin duda un lugar inmejorable para volver a la infancia. Aunque si lo que te gustan son las películas para gente algo más crecidita, nada mejor que dejarse caer por los Universal Studios. Allí podrás disfrutar de un área dedicada exclusivamente a Harry Potter y otra a los Simpsons. ¡Entre otras muchas cosas! Pues también podrás transitar por una reproducción de las calles de The Walking Dead y rememorar Jurassic Park a través de una atracción de agua.
7. Refrescarte en Malibú
A 35 minutos en coche de Los Ángeles se encuentra uno de los símbolos más californianos que puedas imaginar: las playas de Malibú. Malibú es una localidad repleta de playas tan paradisiacas como cinematográficas. Podríamos destacar algunas, como por ejemplo, la Zuma Beach, la Malibu State Beach o la Topanga Beach. ¡Pero hay muchas más! Y todas muy bien surtidas de servicios turísticos que harán de tu experiencia en las aguas del Pacífico algo todavía más completo. Un plan, en definitiva, muy competo y fácil de hacer realidad: basta con alquilar un coche en Los Ángeles; algo que, además, es económico dado que puedes encontrar alquileres desde 25 €.
8. Little Tokio
Los barrios chinos son algo habitual en las ciudades norteamericanas, pero ¿sabías que en Los Ángeles hay un barrio japonés? En efecto, lo hay y se llama Little Tokio. No tiene pérdida. Caminando por sus calles verás recreaciones de la arquitectura tradicional japonesa, restaurantes e incluso algún templo budista. Se trata también de un barrio dinámico en el que coexisten los elementos tradicionales con los más modernos; sobre todo desde el punto de vista arquitectónico, dado que en los 70 la zona recibió una profunda remodelación. Te aconsejamos que no dejes pasar una visita al Jardín Japonés James Irvine, el Museo Japonés Americano y el imprescindible templo Koyasan, el primer templo budista de los Estados Unidos, construido en 1927.
9. Chinatown
Y, en fin, ¿cómo no iba a haber un barrio chino en Los Ángeles? De hecho es un asentamiento antiguo, que se remonta al siglo XIX. Con todo, la decadencia experimentada hizo que las autoridades lo trasladaran al centro. Una decisión que explica la gran diversidad arquitectónica de la actual Chinatown, dado que el área escogida para este nuevo asentamiento contaba con casitas tradicionales mejicanas. Algo que verás claramente en Olvera Street. Y, por si fuera poco, también acabó absorbiendo el barrio italiano, por lo que tampoco te faltarán restaurantes de esta deliciosa gastronomía. En resumen: multiculturalidad en estado puro. Si lo visitas no puedes perderte la ya mencionada Olvera Street, la calle Chung King, la plaza central y el templo Thien Hau, dedicado a la deidad china del Mar, Mazu.
10. The Huntington
Aunque Los Ángeles viene precedidad por su condición de Meca de la farándula, no es una ciudad desprovista de opciones culturales de nivel para los más interesados en ir más allá de las playas y el ocio. Si este es tu caso, no puedes perderte una visita a The Huntighton. Se trata de un parque de 50 hectáreas con una gran diversidad de estilos (chino, australiano, japonés…) que está complementado por una biblioteca y un museo de arte. La biblioteca alberga tesoros incalculables como manuscritos antiguos, escritos de Shakesperare (y su escritorio) anotaciones de Newton, las cartas de George Whasington, Benjamin Franklin y Abraham Lincoln, y una de las 12 copias que existen de la Biblia de Gutenberg. ¡Y aún no hemos hablado del museo! De hecho en su galería de arte podrás contemplar una de las mejores colecciones de pintura de los Estados Unidos. Pertenecen, en buena parte, a artistas anglosajones, aunque hay una fuerte presencia también de artistas franceses. En sus muros podrás disfrutar de obras de Thomas Gainsborough o Edward Hopper. Eso sí, la entrada cuesta 25 dólares y se ubica en San Marino, a 20 minutos del Downtown.