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Los encantos de Praga no se agotan en las riberas del Moldava. ¡Acompáñanos en una exploración más a fondo!

No cabe duda de que Praga es una de las ciudades más hermosas de Europa. Todos tenemos de ella una imagen de ciudad de cuento de hadas, con su imponente castillo en la colina, su pintoresco barrio de Mala Strana y su elegante plaza de Stare Mesto. Sin embargo, Praga no se agota en las riberas del río Moldava que la baña. Existen otros muchos atractivos que pueden visitarse en los alrededores que a buen seguro complementarán tu visita. Y si ya has estado en la ciudad del Moldava, siempre puedes hacerte con unos vuelos baratos a Praga para descubrir más a fondo las bellezas del país. ¡Te las descubrimos! Y, si quieres más info sobre lo que ver en la capital checa, aquí te dejamos el artículo sobre qué ver y hacer en Praga.

Vysehrad

No son propiamente los alrededores de Praga, dado que está ubicado en la misma ciudad, pero tan lejos del centro que pocas personas saben incluso de su existencia. Y te aseguramos que vale muchísimo la pena. Vysehrad es un lugar de gran significación histórica para los checos. En el siglo XIX se definió lo que actualmente podemos ver: una especie de sanctasanctórum dedicado a la nación. En ella, además de hermosos jardines y miradores al Moldava, se encuentra un cementerio de los 600 grandes hombres (y mujeres) de la nación. Algunas de sus personalidades más descollantes como Smetana y Dvorak se encuentran enterradas allí.

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Destaca la imponente Iglesia de San Pedro y San Pablo. Un templo neogótico en cuyo interior podrás admirar los frescos que encargaron al célebre Adolphe Mucha, cuyos fascinantes dibujos y diseños habrás visto en multitud de ocasiones. En este caso, el pintor bohemio deja sus características imágenes de doncellas de largos cabellos y otra imaginería fin de siècle para ofrecer vigorosas pinturas sobre los greatest hits de la historia checa. Puedes visitar este encantador lugar entre las 9 y las 17 horas tomando la línea C de metro.

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Theresiendstadt

Visitar Theresiendstadt puede ser una buena aproximación a la dura historia checa en el siglo XX. De hecho fue Checoslovaquia uno de los primeros países no germanohablantes que antes cayó en las garras del nazismo. Anexionada a Alemania en 1938, muy pronto comenzaron a sufrir los efectos de la política criminal del Partido Nazi; uno de los ejemplos más claros es este campo de concentración. Muchos historiadores sostienen que fue un ensayo de los futuros campos de concentración y exterminio que proliferarían en Polonia. Sea como fuere, lo cierto es que visitar este campo de concentración, convertido hoy en memorial, es una experiencia tan sobrecogedora como necesaria.

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Capilla de los huesos de Kutna Hora

Una localidad pequeña pero matona, dado que su casco histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Algo que se explica muy bien si tenemos en cuenta que Kutna Hora fue durante siglos la segunda ciudad más importante de Bohemia. Un repertorio de bellezas arquitectónicas y artísticas a tan sólo 80 km de Praga y una escapada perfecta que puedes hacer realidad fácil y cómodamente con un alquiler de coches en Praga.

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Sin embargo, te lo traemos no tanto por la incuestionable belleza de sus edificios sino por lo perturbador de una de sus atracciones que más turismo atrae: el Osario de Sedlec. Se ubica en una abadía cisterciense del siglo XII, aunque esta capilla en particular fue erigida en pleno siglo XVIII. Sin duda que lo más llamativo de este espacio es que se encuentra revestido de huesos humanos. Calaveras, fémures y tibias “adornan” columnas y bóvedas e incluso conforman diseños como inscripciones y escudos heráldicos. Puedes visitarla entre las 9 y las 17 horas y la entrada cuesta entre 3 € y 4 €.

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Karlovy Vary

Ubicada a dos horas en coche de Praga, es sin duda una ciudad que has de añadir a tu plan de viaje. Como indica su nombre, tal vez más visible en su denominación alemana, Karlsbad, se trata de una ciudad balneario. Una condición que asegura la belleza y la placidez de su entorno. De hecho, todo en Karlovy Vary parece diseñado para despertar en el visitante una sensación de tranquilidad.

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A ello contribuyen sus parques (especialmente recomendable es el Parque de Dvorak), sus famosas columnatas, sus fachadas multicolores y el apacible entorno en los márgenes del río Ohre. Asimismo, la ciudad está repleta de sorpresas como su iglesia ortodoxa de Pedro y Pablo. Es, sin duda, una ciudad construida para el recreo de los sentidos. Una escapada perfecta desde Praga que puedes visitar en un sólo día.

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Castillo de Karlstejn

Los castillos centroeuropeos son, sin duda, hermosos, pero todos tienen un puntillo tenebroso que los hace muy, muy atractivos. Es el caso de este castillo, ubicado en el pueblo de Karlstejn a tan sólo media hora en coche desde Praga. Se trata de un castillo gótico erigido en el siglo XIV a instancias del emperador Carlos IV. Existen multitud de tours que te adentrarán en sus dependencias, todo un retorno a la Edad Media.

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Y es que podrás conocer sus torres, su sala de banquetes e incluso el Tesoro del Castillo, en el que se encuentra una copia de la corona de San Wenceslao, la corona que portaron todos los reyes bohemios. Además, al estar emplazado en una pequeña colina las vistas que tendrás del entorno circundante a buen seguro que darán para un puñado de buenas fotos. Puedes visitarlo entre las 9 de la mañana y las 3 de la tarde en invierno; un horario que se amplia hasta las 18.30 horas en los meses de buen tiempo. El precio oscila entre los 12 € y los 18 €.

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Brno

Esta encantadora localidad no se ubica estrictamente en los alrededores de Praga, pero sí muy cerca. Y, tieniendo en cuenta que es la segunda ciudad más importante del país, vale mucho la pena el emprender el viaje de apenas 2 horas y media en coche que la separa de la capital. Brno es, de hecho, la capital de Moravia, una de las regiones históricas del país que todavía conserva una fuerte personalidad. En muchos sentidos, sobre todo el arquitectónico, es como una Praga en miniatura, aunque posee encantos irrepetibles como la Catedral de San Pedro y San Pablo y el Castillo de Spilberky. No lo dudes: si tienes tiempo en tu viaje, no dejes pasar la oportunidad.

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