Te lo explicamos todo sobre el monumento más peculiar de Madrid.
Hace más de 2.000 años, los faraones caminaban sobre estas piedras para adorar y hacer ofrendas a sus dioses. Hoy, este magnífico edificio en el corazón de Madrid es uno de los más bellos restos del antiguo Egipto en España.
Situado en la cima de la montaña del Príncipe Pío, en un gran parque con una increíble vista de Madrid, el Templo de Debod desprende una majestuosidad que atrae las miradas de todos los que pasan por allí. Su arquitectura es fiel a la simetría de los edificios religiosos del antiguo Egipto. La entrada está flanqueada por dos grandes portales de piedra o pilones colocados sobre un pequeño lago artificial, que conducen al templo, cuyo interior alberga verdaderas joyas de la Tierra de los Faraones.
¿Cuál es la historia del Templo de Debod?
Originalmente, se encontraba en el sur de Egipto, en un pueblo del mismo nombre en la Baja Nubia, muy cerca de la Primera Catarata. Según los relatos históricos, este santuario fue construido por el rey nubio Adijalamani de Meroe en torno al año 200-180 a.C., quien erigió una capilla dedicada al dios Amón, la principal deidad de la religión egipcia, y a Isis, diosa de la magia y esposa de Osiris. Con el paso del tiempo, varios reyes egipcios de la dinastía ptolemaica, así como emperadores romanos como Augusto, Tiberio y Adriano, construyeron varias salas alrededor de la capilla y completaron el monumento, dándole el aspecto que tiene hoy.
Habitaciones sagradas y rituales antiguos
La Capilla Adijalamani es la parte más antigua del templo y una de las estancias favoritas de los visitantes. Ha conservado su estado original constituyendo uno de los pocos lugares donde se representa al rey Adijalamani adorando a los dioses y realizando ofrendas. También se pueden observar en sus paredes magníficos relieves que describen escenas de culto divino e inscripciones relacionadas con el dios Amón y otras deidades como Osiris, Horus, Hathor o Anuket.
Otras estancias importantes del templo son el vestíbulo y la capilla, lugar sagrado por excelencia con un altar dedicado al dios Amón. Estas dos salas contienen hermosos relieves. Hay otras capillas y salas secundarias que se utilizaban para las ceremonias y procesiones del Año Nuevo egipcio, como la terraza del piso superior que los faraones utilizaban para exponer a los dioses a los rayos del sol durante las celebraciones sagradas.
En el antiguo Egipto, el Templo de Debod se consideraba el “hogar” de la deidad, el lugar para albergar y proteger a los dioses, al igual que el resto de los templos sagrados. Sólo el faraón y sus sacerdotes podían entrar en el santuario para dirigirse a las deidades y realizar ritos y ofrendas.
Las ceremonias y ritos más importantes tenían lugar al amanecer de cada día. Por la mañana mañana, al salir el sol por el horizonte, el sumo sacerdote se encargaba de abrir la naos, donde las estatuas de Amón e Isis habían dormido toda la noche. Y cada mañana, las estatuas eran lavadas, perfumadas, purificadas y adornadas en un complejo ritual. Durante el resto del día, tanto al mediodía como al atardecer, se celebraban otras ceremonias más sencillas en las capillas secundarias del templo, donde se guardaban las imágenes de otros dioses.
¿Por qué el Templo de Debod está en Madrid?
El año 1960 es uno de los momentos clave de la historia contemporánea de Egipto. Fue el inicio de la construcción de la gran presa de Asuán, destinada a controlar las crecidas del Nilo que, año tras año, destruían cosechas enteras. La presa fue un gran alivio para la economía egipcia, pero una verdadera amenaza para los monumentos nubios, muchos de los cuales quedaron sumergidos por las aguas. Entre ellos estaba el Templo de Debod, que permanecía inundado entre 9 y 10 meses al año.
Esta situación llevó a la UNESCO a lanzar una operación de rescate para localizar y trasladar más de veinte monumentos a lugares más seguros. Cuatro de ellos fueron donados a países que participaron en su rescate. Este fue el caso de España, que recibió como regalo el templo de Debod, el mayor y más importante de todos los santuarios fuera de Egipto.
Las piedras del templo llegaron a España en 1970 y las obras de reconstrucción duraron unos dos años. El equipo de restauradores trabajó con el objetivo de crear un “templo vivo”, realmente capaz de evocar el antiguo Egipto, en el corazón de una gran ciudad moderna. Dos años después, en 1972, se inauguró oficialmente el Templo de Debod.
En pleno siglo XXI y a miles de kilómetros de su lugar de origen, el Templo resiste con orgullo la prueba del tiempo. Sus muros están estratégicamente orientados de este a oeste, como en la época de los faraones, una orientación perfecta para que los visitantes disfruten de la mágica visión de este monumento al atardecer.
¿Cuándo visitar el Templo de Debod de Madrid?
Lo mejor del Templo de Debod es que se encuentra al aire libre, por lo que es gratis visitarlo. Eso sí, conviene que sepas bien donde se encuentra dado que no está en el centro más turístico de Madrid, sino algo más retirado (aunque no mucho). No es, por tanto, un monumento con el que te vayas a topar paseando por el centro de la ciudad.
Se encuentra, como ha quedado dicho, en lo alto de la Montaña del Príncipe Pío, la cual encontrarás si en Plaza España enfilas la calle Ferraz (la vía más ancha que discurre paralela a Princesa). Dadas las estupendas vistas del lugar, que son todo un mirador a la naturaleza más exuberante del más cercano Parque del Oeste, te aconsejamos que dediques parte de tu estancia a visitar estos parajes. Lo mejor es hacerlo con una metereología favorable, por lo que lo más óptimo es que reserves tus vuelos baratos a Madrid para visitar la capital entre marzo y junio o entre septiembre y noviembre. Y, por supuesto, si quieres sacarle todo el provecho a tu visita, te aconsejamos que consultes nuestro artículo sobre qué ver y hacer en Madrid.