En el Magazine del Viajero ya habíamos abordado los puentes más bonitos del mundo y los puentes romanos más bonitos de España. Ahora le toca el turno a los puentes más bonitos de España (así, a secas). Hemos hecho una selección que abarque de todo: desde los más interesantes desde el punto de vista estético e histórico a los que suponen auténticas maravillas de la ingeniería. Así que acompáñanos en este recorrido.
Puente colgante de Vizcaya (Portugalete)
¿Sabías que en Portugalete está uno de los puentes más destacados del mundo? No exageramos, dado que ha sido declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. ¿Su mérito? Ser uno de los puentes de la arquitectura del hierro y el acero más destacados que existen. Fue diseñado por el ingeniero francés Ferdinand Arnodin que aplicó en él los conocimientos que la arquitectura francesa había adquirido en el trabajo de estos materiales (la figura, en este caso, de Gustave Eiffel, es imprescindible). Por tanto, si visitas Bilbao siempre puedes darte un salto para contemplar esta auténtica maravilla de la modernidad arquitectónica.
Puente Nuevo de Ronda
Construido en las postrimerías del siglo XVIII es un ejemplo de puente funcional que, al mismo tiempo, es hermoso y se integra fantásticamente bien con el entorno. Además, hasta 1839 ostentó el honor de ser, con sus casi 100 metros, el puente más alto del mundo. Su objetivo era unir la parte nueva de la ciudad con la vieja sorteando la extraordinaria garganta producida por el río Guadalevín. Hoy es, por derecho propio, uno de los protagonistas de las estampas más habituales de la hermosa localidad malagueña. Es, como te decimos, una construcción muy funcional que, pese a todo, conserva ese toque de elegancia inconfundible del siglo XVIII. Algo que puede apreciarse en sus arcos de medio punto y su discreta, pero hermosa, decoración.
Puente de Isabel II (Sevilla)
Finalizado en 1852, cuenta con el honor de ser el primer puente de hierro realizado en España. Como ocurrió con el Puente Colgante de Vizcaya, se volvió a recurrir a los conocimientos de los arquitectos franceses, en aquel entonces auténticos pioneros de los puentes en hierro. Los artífices fueron Berdarder y Steinacher, los cuales se inspiraron en el Puente del Carrousel parisino. El resultado es este puente elegante y artístico que, especialmente de noche, luce estupendo. Además, es el puente que te conducirá directamente a Triana. Para saber más sobre qué hacer en esta ciudad, te aconsejamos nuestro artículo sobre qué ver y hacer en Sevilla.
Puente Picudo de Estella
Pocos puentes tan pequeños son capaces de evocar de inmediato una localidad. Es el caso del Puente Picudo de Estella, también denominado Puente de la Cárcel. Aunque es de origen románico, ha sido reconstruido y algo modificado sobre todo desde que fuera destruido en el contexto de la Tercera Guerra Carlista. No olvidemos que esta localidad navarra se distinguió por ser uno de los feudos clásicos de este movimiento político decimonónico. Hoy, ya lejanos de conflictos bélicos, podemos observarlo impasible y elegante sorteando el río Ega que baña esta encantadora localidad.
Puente de Cangas de Onís (Asturias)
Nos vamos a Asturias, territorio poco accesible y, en la antigüedad, bastante asilvestrado que, sin embargo, fue pisado por los romanos. Este hecho lo acredita el famoso Puente Romano de Cangas de Onís. Un puente que otorga a esta pequeña localidad asturiana un elemento icónico de los que pocos pueblos pueden presumir. Y no sólo por la belleza del puente, sino por la Cruz de la Victoria que cuelga de su estructura. Un elemento simbólico que da buena cuenta del pasado regio de Cangas de Onís: no en vano, fue la primera sede de la Monarquía Asturiana. Hoy es la puerta a los Picos de Europa, uno de los paisajes de montaña más bonitos que puedas encontrar en España. Si quieres saber más sobre los encantos de la región, aquí te dejamos nuestro artículo sobre qué ver y hacer en Asturias.
Puente de San Martín (Toledo)
Era difícil que en una ciudad Patrimonio de la Humanidad como Toledo, donde florecen estupendos monumentos de casi cualquier estilo artístico no hubiera un puente digno de entrar en esta lista. Hemos optado por traerte el Puente de San Martín, que fue comenzado en el siglo XIII, por lo que conserva un estilo mudéjar de lo más sugestivo. Con el andar de los siglos, fue experimentando transformaciones, siendo la más importante la experimentada bajo el reinado de Carlos II. Hoy sigue manteniendo esa belleza de antaño y, además, es el protagonista de algunas de las más bonitas estampas medievales de la ciudad.