El Magazine del Viajero
¿No eres de los que se mezclan con las multitudes? ¿Prefieres los descubrimientos auténticos a los lugares turísticos abarrotados? Cuando pensamos en la República Dominicana, a menudo nos vienen a la mente playas de arena blanca, cócteles de colores para saborear bajo las palmeras y música de merengue resonando por las calles… ¡Vamos a darle una vuelta! Porque aunque estos tópicos forman parte de la esencia de esta isla paradisíaca, hemos decidido dar un giro de 180° y llevarte lejos, ¡muy lejos de los clásicos itinerarios turísticos! Prepárate para descubrir 10 ideas de excursiones y actividades fuera de lo común, mientras el encanto de la República Dominicana se revela en todo su esplendor. Y, si estás buscando algo más clásico, aquí te dejamos nuestro artículo sobre qué ver y hacer en República Dominicana.
1. Días tranquilos en Las Galeras
¿Sueñas con encontrar un rinconcito de paraíso donde el tiempo parezca detenerse? Entonces Las Galeras es tu lugar. Enclavado en el extremo de la península de Samaná, este pueblo de pescadores conserva su auténtico encanto. La palabra clave es “tranquilidad”. Senderismo por el paisaje ondulado, quads o siestas a la sombra de los cocoteros… ¡todo invita a relajarse! Apreciamos especialmente la cálida acogida de los lugareños. Sus sonrisas sinceras y contagiosas te acompañarán al ritmo de las melodías locales, ¡de la bachata al merengue!
2. Descubre la playa desierta de Playa Ermitaño
Es el tipo de secreto que susurras al oído de tus mejores amigos… Escondida de las multitudes y sólo accesible en barco, ésta es una playa fuera de lo común y fabulosa. Aquí no hay restaurantes, ni ajetreo, sólo tú y la naturaleza y la dulzura de un picnic casero para saborear frente a un mar de impresionantes tonos turquesas. ¡Una escapada ineludible para vivir una experiencia totalmente desconectada!
3. Bucear en Bahía de las Águilas
Imagínate una playa tan perfecta que las fotos nunca le hacen justicia… Situada al oeste de la provincia de Pedernales, en el corazón del Parque Nacional de Jaragua, Bahía de las Águilas tiene todos los ingredientes de un paraíso terrenal. Aquí, los cocoteros proyectan su sombra sobra la arena. Y sin embargo, a pesar de su aura casi mágica, Bahía sigue siendo un santuario alejado del bullicio turístico. El lugar ideal para nadar entre manatíes, tortugas y peces tropicales.
4. Despierta tus sentidos en el mercado de Higuey
Cuando las primeras luces del alba bañan la ciudad de Higuey, el mercado despierta suavemente. Los vendedores exhiben con orgullo sus productos frescos: jugosas frutas de vivos colores, crujientes verduras directamente de las huertas cercanas y una impresionante variedad de pescado capturado durante la noche. Es estupendo formar parte de la conversación, las risas y la venta ambulante… Pocas veces las barreras entre lugareños y visitantes han sido tan bajas.
5. Jugar a Robinson Crusoe en la isla Catalina
Ponte el bañador, sumérgete en las aguas cristalinas y descubre un colorido mundo acuático. Entre arrecifes de coral y fauna submarina, aquí yacen los restos del barco del capitán Kidd. Para los amantes del submarinismo, es la oportunidad de descubrir uno de los lugares históricos submarinos más bellos del país. En tierra, entre dos baños de sol, podrás adaptarte rápidamente al ritmo caribeño…
6. Sumérgete en la vida local en Miches
Lejos del bullicio, Miches se encuentra entre las colinas y la costa. Este antiguo pueblo de pescadores ofrece un sinfín de escenas de vida: niños jugando en la playa, pescadores recogiendo las redes, familias compartiendo sus historias a la sombra de las palmeras… Descubrirás una comunidad muy unida y siempre abierta a los viajeros. No te pierdas el Carnaval ni la Semana Santa, donde podrás sumergirte en las tradiciones locales.
7. Sumérgete en la naturaleza en Constanza
Sal de los caminos trillados y déjate llevar por el inefable encanto de Constanza, un típico pueblo dominicano poco conocido por los viajeros. Los alrededores del pueblo son un verdadero himno a la biodiversidad. Entre reservas naturales y cascadas, te encontrarás en perfecta comunión con la naturaleza. No olvides hacer una pausa para degustar el mercado local, el lugar ideal para conocer a los lugareños y probar la auténtica cocina dominicana.
8. La Costa del Coco
Con unos cincuenta kilómetros de longitud, la Costa del Coco atrae a muchos visitantes, sobre todo a Punta Cana. Pero que no cunda el pánico: conduce unos kilómetros y te encontrarás solo en el mundo, ¡o casi! En el programa: bucear entre los arrecifes de coral, montar a caballo a orillas del agua, descansar… En resumen, hay para todos los gustos. Con sus 10 km de arena, la playa de Bávaro bien merece una visita. Por la noche, algunas playas se transforman en escenarios de baile al aire libre.
9. Practicar deportes náuticos en Cabarete
Enclavada en el corazón de la provincia de Puerto Plata, Cabarete vibra al ritmo del viento y las olas. Eldorado del kitesurf, es el destino preferido de los amantes de los deportes náuticos. Entre Kitebeach y Bozo Beach, encontrarás escenarios naturales para practicar windsurf, surf, kitesurf y otros sensacionales placeres. También hay magníficas playas como Playa Encuentro y La Boca.
10. Senderismo en el Parque Nacional de Los Haitises
Oda a la belleza salvaje y paraíso de la biodiversidad, el Parque Nacional de Los Haitises está muy ausente de los itinerarios turísticos. Sin embargo, ofrece un espectáculo permanente. Navega entre sus islotes y admira el vuelo de las aves exóticas, visita las cuevas con sus vestigios históricos y observa el despertar de la fauna en la selva tropical. ¡Una maravillosa inmersión en la naturaleza dominicana!
